Coronel retirado de inteligencia militar del ejército israelí
Guideon 'Gidi' Harari: «El objetivo de Irán no es Israel: es Europa»
Desde la masacre del 7-O del año pasado es el responsable de seguridad en She'ar Yeshuv, un pequeño Moshav junto a la frontera con el Líbano
La unidad ultrasecreta israelí 8200: los ataques a Hizbolá la ponen en el punto de mira
![Harari es responsable de seguridad junto a la frontera con el Líbano](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/12/06/hariri.jpg)
A Guideon 'Gidi' Harari (Tel Aviv, 1953) podrías confundirlo con un jubilado de Vitoria de no ser por la pistola que lleva en el cinto, el fusil que guarda en la 'pick up' y porque los prados por los que pasea están a tiro ... de RPG de la frontera entre Israel y el Líbano, en una de las zonas más calientes de la Tierra. Con 18 años entró al ejército, fue oficial de la brigada Golani (la más condecorada de las Fuerzas de Defensa Israelí) y recientemente se retiró como coronel tras treinta años en la Unidad 504 de inteligencia militar que se hizo conocida en el mundo a través de la serie 'Fauda'. En esos años, vivió más tiempo en Líbano que en Israel' y conoció Hizbolá y la influencia iraní en la zona desde dentro. Desde la masacre del 7 de octubre del año pasado, Harari es el responsable de seguridad en She'ar Yeshuv, un pequeño moshav junto a la frontera con el Líbano, la tierra despoblada a la que están volviendo los desplazados después de la declaración del alto el fuego que Israel y Hizbolá firmaron la semana pasada.
¿Cómo viven el alto el fuego en la frontera?
Lamentablemente, es un alto el fuego temporal y muy frágil. Puede durar un día, un año o veinte. El problema aquí no es Hizbolá: es el régimen de los ayatolas en Irán y de lo que están tratando de hacer en el Medio Oriente, no solamente en Israel. Jordania es el próximo objetivo, Siria ya está casi en su poder y el Líbano queda totalmente en sus manos. El que maneja las cosas en el Líbano no es el primer ministro libanés, sino Irán. El que fuera presidente del Líbano, Amín Gemayel, se preguntaba hace una semana en una entrevista por qué Israel no ha finalizado su trabajo en el Líbano para que los libaneses pudieran liberarse de Irán y de Hizbolá.
¿Y por qué?
Si los libaneses quieren liberarse de del régimen iraní y de Hizbolá, ellos tienen que luchar por su patria y su libertad. Yo no creo que soldados de Israel tengan que morir para que los cristianos o los drusos puedan vivir en el Líbano. Nosotros luchamos contra Hizbolá para defender nuestro país.
¿Está en peligro el alto el fuego?
En las próximas dos o tres semanas vamos a ver si dura. Son días cruciales. Irán es una nación muy práctica y entiende que si la guerra empieza de nuevo, ellos van a ser el próximo blanco y van a recibir un golpe fuerte. También temen la llegada de Trump a la Casa Blanca.
¿Cómo cree que puede influir el nuevo gobierno en EE.UU,?
Trump no es un ideólogo: es un hombre de negocios. Quiere que Oriente Medio sea un lugar avanzado y tranquilo donde poder crear riqueza y sacar sus fuerzas de la zona. Los iraníes lo están molestando, pero Teherán entiende que ni los norteamericanos ni los israelíes les vamos a permitir tener un arma nuclear.
En su discurso, toda esta guerra depende de Irán.
Mientras no terminemos con el asunto del régimen de los Ayatolas, no se habrá terminado este conflicto porque su agenda no ha cambiado.
¿Cómo ve la posición europea a este respecto?
Los europeos son muy hipócritas. El islam radical ya está en Francia, en Bélgica, en Holanda, en Alemania, en Dinamarca, en Suecia. En las capitales de esos países hay zonas que están bajo una total autoridad islámica radical. No me refiero al islam moderado, pero... ¿recuerda Bataclán? Va a volver a suceder. La jefa de la policía de Berlín invitó a los homosexuales y a los judíos a no salir a la calle. La última vez que pasó esto era 1938.
¿Cuál es la influencia de Irán en nuestros países?
No dispongo del último material de inteligencia porque estoy retirado, pero los iraníes están detrás de muchas de las políticas que vemos en Europa y de las cosas que están pasando. Esos argumentarios, posiciones políticas, protestas, antisemitismo… Son sus ideas. Los israelís les molestamos mucho, pero su objetivo no es Israel: es Europa y nada les va a parar. Tienen una enorme influencia.
¿Y en el resto del mundo?
Irán trabaja a través de sus proxys. Por ejemplo, están en la guerra de Siria a través de Hizbolá de Irak. No luchan las fuerzas armadas iraníes ni su guardia revolucionaria. No se manchan las manos, pero están detrás de todo. Por ejemplo, en Hispanoamérica. Mantienen presencia militar en Venezuela, Bolivia, Brasil. En Foz de Iguazú, en la triple frontera entre Argentina, Paraguay, Brasil… También en ciudades venezolanas. Hay fuerzas militares iraníes a tres horas de vuelo de Miami.
Después de los ataques del 7 de octubre, Israel desalojó la franja cercana al Líbano. Usted es de los pocos que se quedó en su pueblo, el moshav She'Ar Yeshuv. ¿Cómo han vivido este año?
Ha sido duro. Todos los cohetes cayeron alrededor del pueblo, pero no dentro como sí sucedió en 2006, cuando recibimos 11 impactos. Esta vez, hemos sufrido incendios muy fuertes cerca de las casas y nos ha costado días apagarlos. Cayeron partes de los cohetes que interceptó la Cúpula de Hierro y un par de naves no tripuladas. Alrededor nuestro se desarrollaba la guerra. Había disparos, artillería, tanques, aviones y todo eso 24 horas al día. Era como vivir dentro de una batalla. No te podías ir a dormir sin escuchar los disparos.
Según el Gobierno de Israel, uno de los objetivos de la guerra era que la gente volviera a vivir a su zona. ¿Se está consiguiendo?
«El alto el fuego con Hizbolá podría durar un día o veinte años»
En nuestro pueblo han vuelto unas 250 personas, menos de la mitad de sus habitantes. Están volviendo los niños. Muchos de los vecinos llevaban un año sin verse. La mayor parte de los jóvenes están aquí ya. Hace semanas, empezamos a limpiar las calles y los jardines. Las casas han estado abandonadas un año y hay que hacer arreglos, pero en el exterior el pueblo sigue siendo el mismo. A pesar de todo lo que pasa, quieren estar en casa. La gente no se fue por los cohetes, sino por el miedo a que la fuerza Radwan de Hizbolá hiciera aquí lo que Hamás hizo junto a Gaza. Nuestros vecinos están acostumbrados a vivir con ataques de cohetes. Es su vida desde los años 70.
¿Ahora es imposible que se dé una incursión de Hizbolá?
Diría que sí, pero hemos aprendido que aquí ya no hay nada que sea cien por cien imposible.
Usted se ha encargado de la seguridad en el pueblo y pertenece al equipo de emergencias, pero su familia no vive en el moshav. ¿Van a regresar?
Mi mujer aún no ha regresado, pero volverá. ¿Qué voy a hacer yo sin la jefa?
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