El futuro de Europa, unas elecciones decisivas
Europa ha sido y es todavía la expresión del esfuerzo y de la voluntad de cooperación de los países que la componen
La situación que se ha ido vislumbrando en los últimos años llama a Europa y a los países europeos a muchos desafíos.
Después de meses de campañas electorales en unas sociedades polarizadas y cansadas de sufrir las repercusiones de las guerras, ¿cuáles serán los resultados ... electorales europeos? ¿Las posiciones sobre los conflictos se confirmarán o cambiarán?
¿Sabrá Europa hacer el salto de calidad pasando de la unidad económica a la política, que es la vía para una unidad en la estrategia internacional, en la defensa militar, en la política fiscal, en la energética, en la industrial y en tecnológica, al gran desafío en el terreno de la Inteligencia Artificial?
Estas elecciones, por el contexto en el que se tendrán, son quizás las más importantes de la historia de Europa. Y es que estas elecciones representan un punto de inflexión, pues cualquier coalición que gobierne Europa será llamada a tomar decisiones que pueden proyectar a Europa en el futuro o condenarla a la irrelevancia .
Mario Draghi, en un reciente discurso en el Parlamento Europeo, ha adelantado algunos de los temas fruto del estudio que presentará próximamente sobre la competitividad europea. Los temas que el Presidente Draghi ha puesto como determinantes son el poder contar con sistemas energéticos descarbonizados e independiente; un integrado y adecuado sistema de defensa de la UE; una producción nacional con innovación en los sectores en rápido crecimiento; y una posición de leadership en la innovación deep-tech y digital.
También Enrico Letta ha hablado de ampliar la integración europea en la circulación de bienes, servicios, capitales, personas energía, telecomunicaciones y finanzas.
Europa ha sido y es todavía la expresión del esfuerzo y de la voluntad de cooperación de los países que la componen, es la expresión de la democracia, de la preservación de los derechos y también de las últimas crisis económicas, así como del Welfare.
Los cambios geopolíticos de los últimos años para mantener las confortantes características europeas que he citado imponen a Europa una capacidad no solo de reaccionar como ha hecho en la pandemia y en las ayudas a Ucrania para su defensa, sino hacerlo con iniciativas estratégicas y de perspectivas como los Presidentes Draghi y Letta han representado.
La competitividad es el motor del crecimiento y Europa para crecer tiene que poder contar con capacidad propia, sobre todo en los sectores más sensibles y estratégicos.
Para conseguir estos resultados de una mayor integración y de una mayor competitividad es esencial una gobernanza más eficiente en la toma de decisiones y no es de menor importancia dejar de una parte las ideologías. Es fundamental considerar todas las decisiones en función de una sostenibilidad económica que sea social y centrarse entonces en qué hacer y cómo hacerlo.
Para la realización de todo esto se necesitaran muchísimas inversiones. Las inversiones públicas, posiblemente comunes, nunca serían suficientes, por lo que será necesario sumar también mucho capital privado. Es indispensable entonces que para conseguir estas numerosas inversiones públicas y los muchos capitales privados, después de las elecciones de junio, el nuevo Parlamento y Consejo Europeo afronte y supere otro dos desafíos:
1) Una voluntad clara que cada Estado miembro deberá mostrar en la búsqueda de eficiencia en su balance presupuestario para contener su deuda, como premisa para llegar a conseguir un acuerdo que genere inversiones comunes europeas.
2) Un plan en todos los sectores estratégicamente sensibles que sea creíble que pueda acrecer la relevancia de Europa en el contexto mundial, como premisa para atraer capitales privados.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete