'Gerrymandering': el truco de los políticos para elegir a sus votantes en EE.UU.
La democracia de EE.UU. sobrevive pese a grietas como la financiación privada ilimitada de campañas o el creciente rechazo 'trumpista' a los resultados. El diseño de los distritos con interés partidista es otro problema tan viejo como el país
Biden y los demócratas, abocados a perder el control del Congreso de Estados Unidos
![El mapa de las elecciones del martes (arriba, voto anticipado en Maryland) es «el más justo» de los últimos años](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2022/11/02/maryland-R6fqHpKUE663xb0T1Zv9RiL-1240x768@abc.jpg)
'Winner takes it all'. El ganador se lo lleva todo. Es un elemento central del sistema electoral estadounidense y responsable de buena parte de su épica. Tras una batalla ante el Tribunal Supremo, 537 votos de diferencia en Florida -frente a casi seis millones ... de papeletas depositadas- convirtieron a George Bush en presidente de la primera potencia mundial en 2000.
En 1974, solo dos votos inclinaron la elección a senador por New Hampshire para el candidato republicano, Louis Wyman. Y hay muchos ejemplos de distritos estatales en los que el empate fuerza a que el ganador lo decida un papel en un sombrero o una moneda al aire.
El sistema también implica que muchas veces el voto sea fútil. California, demócrata a rabiar, elige siempre al candidato de ese partido para las presidenciales. Lo mismo ocurre, en sentido republicano, con otros estados donde los electorados conservadores tienen un peso imbatible, como Oklahoma o Alabama.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2022/10/gerrymandering-eeuu-distritos/gerrymandering-eeuu-distritos-desktop.png?v=1667407826359)
Explicación del "Gerrymandering"
Tres maneras diferentes de organizar los votos de 50 personas en 5 distritos
5
Distritos
50
personas
Compacta
pero injusta
Ni compacta
ni justa
Representación
perfecta
60% azul
40% rojo
3 distritos azules
2 distritos rojos
5 distritos azules
0 distritos rojos
2 distritos azules
3 distritos rojos
Ganan azules
Ganan azules
Ganan rojos
Fuente: Washington Post / ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2022/10/gerrymandering-eeuu-distritos/gerrymandering-eeuu-distritos-movil.png?v=1667407826834)
Explicación del
Gerrymandering
Tres maneras diferentes de organizar
los votos de 50 personas en 5 distritos
5
Distritos
50
personas
60% azul
40% rojo
Representación
perfecta
3 distritos azules
2 distritos rojos
Ganan azules
Compacta
pero injusta
5 distritos azules
0 distritos rojos
Ganan azules
Ni compacta
ni justa
2 distritos azules
3 distritos rojos
Ganan rojos
Fuente: Washington Post / ABC
Ocurre otro tanto en las elecciones legislativas al Congreso, como las que se celebran el próximo 8 de noviembre, en las que se renovarán, como cada dos años, los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En este último, hay estados tan demócratas o tan republicanos que es muy raro que el escaño se lo lleve el candidato del otro partido. En el caso de la Cámara Baja, los estados se reparten esos 435 escaños de manera proporcional en función de su peso demográfico (Nueva York tiene más representantes que el diminuto Rhode Island). Y esos escaños se dividen en distritos que eligen a cada diputado.
De nuevo, apenas medio centenar de todas esas elecciones son disputadas. Eso se explica no solo por el diferente reparto territorial de los votantes -por ejemplo, más demócratas en las ciudades, más republicanos en zonas rurales-. También por uno de los grandes déficits democráticos de EE.UU.: el 'gerrymandering', un palabro inventado a principios del siglo XIX para una práctica que aqueja a EE.UU. desde entonces, el rediseño partidista de los distritos para conseguir ventaja electoral.
'CRACKING AND PACKING'
La práctica es simple: dibujar mapas electorales que permita estirar al máximo el número de representantes en el Congreso
La práctica es simple: dibujar mapas electorales que permita estirar al máximo el número de representantes en el Congreso. Y las estrategias, en esencia, son dos: 'cracking and packing', 'romper y empaquetar'. En la primera, las fronteras de los distritos se delinean para diluir el voto del partido contrario: se dibujan sus límites de manera que esos votantes se reparten en varios distritos para que nunca tengan peso suficiente para alcanzar una victoria. En la segunda, el objetivo es concentrar el máximo número posible de votantes del partido contrario en pocos distritos, para que otros distritos sean más favorables.
En esencia, se trata de dar la vuelta al principio básico de la democracia: en lugar de que los votantes elijan a sus representantes, son los representantes quienes eligen a sus votantes.
El resultado en muchas ocasiones son mapas electorales extravagantes, llenos de entrantes y salientes, con giros y recovecos monstruosos. De hecho, de ahí le viene el nombre.
Casos de falseo electoral
Alabama
Un ejemplo claro de ‘empaquetado’ de votos del partido contrario. Los republicanos de Alabama han buscado incluir en un solo distrito, el 7º, a buena parte de los votantes de la minoría negra del estado -que votan en su gran mayoría a los demócratas- con ramales que conectan al distrito con zonas urbanas alejadas de él.
Luisiana
En el 2º distrito de Luisiana, la idea es acumular el máximo número de votantes demócratas en un solo distrito. Junta a los votantes demócratas de Nueva Orleans -la mayoría de raza negra- con los de partes de la ciudad de Baton Rouge, más al norte sobre el río Misisipí. Pero con una forma pecular, que deja fuera del distrito a los barrios más republicanos.
Maryland
El distrito 3º de Maryland para la Cámara de Representantes ha sido siempre considerado el ‘gerrymandering’ por antonomasia. Más que un distrito electoral, parecía un archipiélago. Fue diseñado por los demócratas para diluir votantes republicanos de otros distritos y se ha comparado con un «reguero de sangre». Los tribunales se lo han cargado, por fin.
Texas
En los estados de peso republicano, una estrategia habitual es concentrar a los votantes demócratas, que suelen dominar en las zonas urbanas. Para ello, como en el distrito 35º, se cometen excesos como este: conectar las ciudades de Austin y San Antonio, que están a 130 km, con un corredero que sigue la autopista que las conecta.
Nueva York
Un distrito que fue diseñado para estas elecciones y que no pasó el corte de la justicia: el 10º de Nueva York, que serpenteaba desde Manhattan hasta Brooklyn con el objetivo claro de diluir los votos republicanos en el cercano Staten Island, mezclándolos con los de barrios progresistas de Brooklyn. Lo tumbaron los tribunales.
En marzo de 1812, el 'Boston Gazette' publicó una tira de sátira política que alertaba sobre la aparición de «una nueva especie de monstruo». Se traba del 'Gerry-Mander', un juego de palabras con el nombre del gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, y 'salamander', 'salamandra' en inglés.
En la viñeta se dibujaba el distrito que Gerry acababa de rubricar, que se contorsionaba como un monstruo envolviendo otras partes del territorio de Massachusetts.
Retrato imperfecto
El nombre de 'gerrymander' caló y hasta hoy se utiliza para los abusos partidistas para ganar ventaja con los distritos. Pero ya había comenzado antes, sin todavía esa denominación. Su práctica es tan vieja como la propia república de EE.UU. Dos de sus padres fundadores -Patrick Henry y James Madison, el cuarto presidente- se enfrentaron por los límites de los distritos en el estado de Virginia incluso antes de que se convocara al primer Congreso de la nación, en 1789.
Casi dos siglos y medio después, el 'gerrymandering' es uno de los obstáculos para que la democracia más vieja y estable del mundo consiga aquello que defendía John Adams, otro padre fundador y presidente, de que los órganos legislativos debían ser un «retrato exacto, en miniatura, del pueblo».
Ese ideal de representación tiene complicaciones en un sistema como el de EE.UU. -también en Reino Unido- en el que se busca que haya un representante por distrito. Como la población de los distritos cambia con el paso del tiempo, los estados tienen que ajustar el diseño para que en cada circunscripción haya un número equilibrado de votantes. Lo habitual es que esto se haga cada diez años, en coincidencia con la elaboración nacional del censo.
El objetivo debería ser que ese diseño, como pedía Adams, recogiera con la mayor cercanía posible la voluntad de los representados. Es habitual que eso no ocurra.
El rediseño de distritos tras el censo de 2010 es un ejemplo de ello. En aquel año, los republicanos hicieron un esfuerzo concertado en recursos electorales para concentrarse en acumular poder en las asambleas legislativas estatales, que son las que dibujan los mapas electorales.
Carolina del Norte, Michigan y Pensilvania son los tres estados con un 'gerrymandering' más grosero
Según los datos del Brennan Center for Justice, un centro de estudios políticos de la Universidad de Nueva York, eso ha supuesto una ventaja de entre 16 y 17 escaños en la Cámara de Representantes -para un total de 435- de forma consistente durante la última década. En los tres estados con un 'gerrymandering' más grosero -Carolina del Norte, Michigan y Pensilvania- ganaron entre siete y diez escaños adicionales por esa práctica.
Como resultado, en las elecciones de 2012, los candidatos republicanos a la Cámara de Representantes obtuvieron un 47% de los votos, pero ganaron el 53% de los escaños. En Pensilvania, por ejemplo, el 'gerrymandering' evitaba cualquier opción demócrata para 13 de los 18 escaños asignados al estado. En Carolina del Norte, los demócratas solo obtuvieron un 30% de los escaños pese a ganar el 51% de los votos.
Pero estos abusos no son exclusivos de los republicanos. El 'gerrymandering' demócrata en Massachusetts aquel año dejó a los republicanos sin escaños para la Cámara Baja pese a obtener el 30% de los votos. Y en Maryland, el lápiz y el mapa de los demócratas lograron quitar a los republicanos uno de los dos distritos en los que solían ganar.
En las próximas elecciones, las del martes 8 de noviembre, el 'gerrymander' tendrá un impacto más limitado. En primer lugar, porque algunos estados -sobre todo de peso demócrata- la impopularidad de esta práctica ha llevado en los últimos años a las asambleas legislativas a establecer comisiones independientes para el diseño de los nuevos distritos tras el censo de 2020.
El último 'rediseño'
En el último ciclo de diseño de circunscripciones, esto ha ocurrido en diez estados, mientras que en 33 seguía en manos de políticos (hay otros estados con sistemas híbridos y otros tan pequeños que solo tienen un distrito y se ahorran ese problema). Un estudio de 'The Washington Post' ha confirmado que, como era de esperar, cuando el mapa está en manos de políticos, estos se inclinan a su favor en un 10% lo que llaman la 'brecha de eficiencia', la capacidad de maximizar sus votantes en diferentes distritos para mejorar sus posibilidades. Este 10% aparece tanto cuando lo hacen los republicanos, como cuando los responsables son los demócratas.
Pero los actuales mapas también llevan la firma de la justicia. Los tribunales han tumbado mapas de varios estados por ser demasiado agresivos, algunos en estados con asambleas legislativas dominadas por republicanos, como Pensilvania y Carolina del Norte. Pero ha ocurrido también en estados demócratas, como Maryland y Nueva York. En este último, los políticos buscaron aprobar un distrito-culebra en la ciudad de Nueva York, que tomaba la orilla oeste de Manhattan y cruzaba para serpentear por Brooklyn y diluir a los votantes republicanos de Staten Island.
Según Nate Cohn, el jefe de análisis político de 'The New York Times', pese a la ventaja estructural que arrastran los republicanos, el actual es el «mapa de distritos para la Cámara de Representantes más justo de los últimos cuarenta años». Eso, frente a los abusos cometidos por ambos bandos desde que EE.UU. echó a caminar, es una buena noticia.
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