El gasto militar récord abre la puerta a reformar la Constitución pacifista de Japón
El Gobierno quiere ampliar el papel de las Fuerzas de Autodefensa para que salgan al extranjero en ayuda de sus aliados
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De la contienda bélica más encarnizada, a la que solo pudo poner fin el horror atómico de Hiroshima y Nagasaki, surgió la Constitución más pacifista. Impuesta por Estados Unidos tras la capitulación de Japón en la Segunda Guerra Mundial, la carta magna nipona destierra en ... su artículo 9 el militarismo que le había llevado a la invasión de Asia. «Aspirando sinceramente a la paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales. Con el objetivo de llevar a cabo el deseo expresado en el párrafo precedente, no se mantendrán en lo sucesivo fuerzas de tierra, mar o aire, como tampoco otro potencial bélico. El derecho de beligerancia del Estado no será reconocido», reza dicho artículo.
En lugar de ejército, Japón mantiene unas Fuerzas de Autodefensa con 250.000 soldados que, en la práctica, es uno de los cuerpos militares más potentes y mejor dotados del mundo. Pero su papel está muy limitado por la Constitución, una utopía pacifista que choca con el revuelto panorama internacional y, sobre todo, con vecinos tan belicosos como Rusia, Corea del Norte y China.
Para adaptarse a los nuevos y convulsos tiempos, el hegemónico Partido Liberal Democrático (PLD) lleva desde principios de este siglo intentando reformar la Constitución, que no ha tenido ninguna enmienda en sus 75 años de vida. Ese era el principal objetivo del primer ministro que más tiempo ha ocupado el cargo, Shinzo Abe, asesinado en julio mientras, ya retirado por enfermedad, hacía campaña electoral para su partido. Aunque en 2014 y 2016 consiguió ampliar el papel de la Fuerzas de Autodefensa niponas para que pudieran ayudar a un aliado incluso si Japón no era atacado, Abe nunca logró el apoyo social necesario para convertirlas en un ejército propiamente dicho.
Tras su muerte, y con el mayor rearme de Japón desde la Segunda Guerra Mundial, vuelve a abrirse el debate sobre la reforma constitucional. Numéricamente, la coalición de Gobierno liderada por el PLD tiene los más de dos tercios necesarios en ambas cámaras de la Dieta (Parlamento) para acometer el cambio. Pero uno de sus socios de Gobierno, el partido budista Komeito, se muestra reacio por su discurso pacifista y considera suficientes las reinterpretaciones que se pueden hacer de la Constitución. Aunque con fuerte polémica, eso fue lo que permitió en 2003 enviar un contingente de 600 soldados en misión de paz a Irak. Además, el Gobierno necesitaría la mayoría simple en un referéndum y la sociedad está muy dividida sobre la renuncia al pacifismo de Japón, pero todo puede cambiar rápidamente por el agitado escenario internacional.
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