Orpo cierra una coalición de derechas para gobernar Finlandia
El conservador Petteri Orpo liderará el Ejecutivo tras su victoria en las elecciones de abril
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Ha llevado siete semanas de negociaciones al conservador Petteri Orpo, ganador de las elecciones que desplazaron del poder a la socialdemócrata Sanna Marin, formar una coalición de derechas con la que gobernar Finlandia. Los últimos flecos del acuerdo con el partido populista Los Finlandeses, que quedó como segundo partido más votado en las elecciones, y al que se suman también el Partido Popular Sueco y los Demócratacristianos, fueron cerrados anoche en Säätytalo.
El futuro programa de gobierno apunta a un ahorro total en los presupuestos generales de unos cuatro mil millones de euros. Los cuatro socios ocupan 108 de los 200 escaños del Parlamento. "Estoy orgulloso del buen programa y del resultado de las negociaciones. Se encontraron respuestas a todas las preguntas", se felicitó Orpo en presencia de los líderes de las otras tres formaciones, “hemos tenido desacuerdos en algunos puntos y estoy seguro de que aún los tenemos, pero lo que nos une es que queremos poner orden en Finlandia".
Los conservadores ya habían gobernado con el Partido de los finlandeses entre 2015 y 2017, cuando se produjo una escisión dentro de la formación euroescéptica, que llevó a una línea más dura. Orpo, cuya principal promesa electoral era un plan económico para ahorrar 6.000 millones de euros, ha pactado recortes significativos en el subsidio de vivienda, de unos 350 millones de euros y que no afectarán a los jubilados.
En 2021, según el Ministerio de Hacienda, las ayudas a la vivienda ascendieron a 2.600 millones de euros. También prevé abandonar el actual sistema de permisos por rotación, un ahorro que Hacienda calcula en unos 20 millones de euros, y ha sido acordada una compensación a las alzas de los precios de los combustibles con una rebaja fiscal a los impuestos que pagan estos productos. Otra parte clave de la negociación ha sido la decisión de reducir las multas que se imponen a las empresas si no cumplen con la obligación de distribución. La idea es que las multas coercitivas irán disminuyendo gradualmente a medida que aumenta la obligación de distribución. El propósito es que las empresas no dirijan el aumento del precio del combustible al surtidor de los consumidores.
«Situación muy difícil»
En el pacto de coalición aparece un aumento del límite del porcentaje máximo de alcohol vendido en las tiendas de abarrotes, que pasará de 5,5 por ciento al 8 por ciento. Bebidas alcohólicas con la fuerza de los vinos seguirán sin llegar a las tiendas de comestibles. Y la dotación de enfermería para la atención de 24 horas de los servicios de adultos mayores está siendo reducida, pero no cancelada, en una transición que durará hasta 2028.
Actualmente, los beneficiarios cuentan con 0,65 enfermeras por persona que deberían aumentar a 0,7 a principios de diciembre, pero el aumento se aplaza porque no hay personal. A cambio se terminará con las colas para ser atendidos por médicos privados y se fortalecen las áreas asistenciales. En el acuerdo figura también un endurecimiento de la legislación del derecho de huelga y fuentes del gobierno han deslizado que parte del ajuste de 6.000 millones de euros de las finanzas públicas puede lograrse mediante la reforma del sistema de pensiones.
Pero a pesar de lo detallado del acuerdo de coalición, gobernar con Los Finlandeses no será fácil en el día a día y puede volverse "impredecible", según Mikko Majander, politólogo del think tank Magma. La base electoral de esta formación ultra, que obtuvo un récord del 20,1% de los votos en abril, causará tensión en asuntos europeos, ya que "el Partido Finlandés tiene una línea más dura que la Coalición Nacional proeuropea". En el Parlamento Europeo, Los finlandeses se han unido al grupo euroescéptico de conservadores y reformistas de los que forman parte Derecho y Justicia (PiS) de Polonia y la formación italiana de Giorgia Meloni. Se trata de una formación soberanista, escéptica sobre el cambio climático y que quiere hacer retroceder el objetivo de neutralidad de carbono del país actualmente establecido para 2035.
Lo cierto es que, aunque durante mucho tiempo defendió la salida de Finlandia de la Unión Europea, en los últimos años ha pasado de un discurso mayoritariamente euroescéptico a otro más centrado en la inmigración. Y no planteará problemas respecto al principal proceso internacional en el que se encuentra inmersa Finlandia en estos momentos, que no es otro que su adhesión a la OTAN. Los analistas confían en la experiencia de Orpo, que ya estuvo anteriormente al frente de tres ministerios, para llevar las riendas de esta coalición, que no carece de riesgos. Su partido, Alianza Nacional “Kokoomus”, solamente rebasó por la mínima a Los Finlandeses de Riika Purra en las urnas, 20,8% frente a 20,1%,y esta alianza era, a la vista de los resultados electorales, inevitable. “Los finlandeses han votado por el cambio y somos nosotros quienes vamos a liderarlo”, han sido sus palabras sobre la estrategia de coalición.
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