Finlandia busca un presidente capaz de hacer frente a Putin
La ventaja del candidato conservador Alexander Stubb sobre el verde Pekka Haavisto se reduce de cara a las presidenciales de este domingo
El conservador Stubb y el ecologista Haavisto se enfrentarán en la segunda vuelta por la Presidencia de Finlandia
Finlandia ha pasado en cuestión de meses de sentirse un país de paz y bienestar, preocupado por la excelencia de la educación pública y las prestaciones sociales de lujo, a sentirse amenazado e indefenso ante una Rusia con la que comparte más de ... 1.200 kilómetros de frontera. Ha pasado de ser un país neutral a ser miembro de la OTAN y ocuparse directamente de buena parte del frente oriental de la Alianza Atlántica.
Este giro afecta, naturalmente a unas elecciones. Y en abril del año pasado, los socialdemócratas de Sanna Marin quedaron en tercer lugar en las elecciones generales que ganó el conservador Coalición Nacional de Petteri Orpo, a muy poca distancia de la ultraderecha. En las presidenciales, cuya segunda ronda se celebra este domingo, la ventaja del candidato conservador Alexander Stubb sobre su rival, el verde Pekka Haavisto, se ha reducido de 14 a 8 puntos en menos de una semana, según el último sondeo.
Stubb, que encabezó la primera vuelta con el 27,2% de los votos, obtendría el 54% de los apoyos de los finlandeses para ocupar la Presidencia, si nos atenemos a la encuesta publicada por el diario 'Helsingin Sanomat', tres puntos porcentuales por debajo de la anterior. Por su parte, Haavisto, que logró el 25,8% de los votos en la primera ronda, conseguiría finalmente el 46% de los sufragios en la votación definitiva del domingo.
Stubb se está beneficiando, aparentemente, de su perfil de ex primer ministro y extitular de Exteriores, Finanzas y Comercio Exterior, en un momento en el que Finlandia está más influenciada que nunca por los necesarios contactos y acuerdos con el exterior. Es el claro favorito de los hombres y de las personas de mayor edad, sobre todo entre los votantes de centro, derecha y ultraderecha. Además de haber sido ministro de Exteriores en la anterior legislatura, en la que se cerró el ingreso de Finlandia en la OTAN, tiene una amplia carrera diplomática en las Naciones Unidas y la Unión Europea.
Haavisto, histórico líder de Los Verdes, que en esta ocasión se presenta como independiente y que es el primer candidato presidencial abiertamente homosexual en Finlandia, recibiría en cambio el voto mayoritario de las mujeres y los jóvenes, así como de los electores ecologistas y de izquierda. La homosexualidad de Haavisto, casado con el peluquero ecuatoriano Antonio Flores, podría estar jugando como factor de desventaja: un tercio de los finlandeses admite en las encuestas que es un motivo para no votar por él, según un estudio de la Universidad de Helsinki.
Estas elecciones están marcadas, además, por una situación económica en decadencia. La semana pasada, el país vivió una huelga general sin precedentes, en la que fueron cancelados vuelos, paralizado el transporte público y en la que más de 10.000 trabajadores se manifestaron contra la reforma laboral, mientras 300.000 seguían la jornada de paros. Supermercados, fábricas, minas y grandes empresas como UPM, ABB, Kone, Stora Enso y John Deere congelaron su actividad.
Recortes en el estado del bienestar
Entre las cuestiones clave están los planeados recortes en el sistema de bienestar social y una reforma de las normas sobre la negociación colectiva, que el gobierno considera cruciales para mantener la economía finlandesa en niveles mínimos de competitividad y sostenibilidad. El clima de enfrentamiento es severo y varios ministros han calificado a los sindicatos de «mafias», dando a entender que protegen sus propios intereses y no los de los trabajadores.
«Estamos compitiendo en el mercado global. Para que el trabajo finlandés tenga éxito en el mercado global, el trabajador finlandés, el empleador y el Gobierno finlandés tienen que estar en el mismo lado de la competición», se ha quejado el ministro de Empleo, Arto Satonen, que ha acusado a los sindicatos de pagar para reunir a los trabajadores para acciones de protesta y de amenazar con castigar a quienes se negaran a participar en la huelga.
No hay grandes diferencias entre los candidatos en cuanto a la pertenencia a la OTAN o la contribución de Finlandia a las distintas operaciones aliadas
Pero si en cuestiones internas el disenso es apreciable, en materia de política exterior las diferencias son de matices. Ambos aspirantes tienen posturas bastante similares también en materia de defensa y seguridad, la principal competencia del presidente. Charly Salonius-Pastenak, del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales (FIIA), confirma que «hay diferencias retóricas, pero en realidad no hay grandes diferencias en cuanto a la pertenencia a la OTAN o la contribución de Finlandia a las distintas operaciones aliadas. Así que realmente es más una cuestión de detalles que de la visión de conjunto».
En su opinión, el contexto internacional ha llevado a ambos candidatos a modificar sus posturas, en especial Haavisto, que cuando fundó el partido Los Verdes hace varias décadas, «nunca imaginó que defendería el ingreso en la OTAN», además de la firma de un acuerdo bilateral de cooperación militar con Estados Unidos que ha despertado las iras de Moscú. Los votantes finlandeses buscan ahora, por encima de todo, un jefe de Estado que sea capaz de afrontar cualquier tipo de amenaza que venga de Rusia. La principal diferencia entre ambos es que Stubb no descarta permitir el tránsito de armamento nuclear por territorio finlandés y es partidario de establecer una base aliada permanente en el país, dos medidas que Haavisto no comparte.
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