Fico, el 'socio estratégico' de Putin que no dará ni una sola bala a Ucrania
El primer ministro eslovaco ha maniobrado para eliminar la Fiscalía Anticorrupción y desmantelar la radiotelevisión pública
Poeta de 71 años y fundador del 'Movimiento contra la Violencia', así es el agresor del líder eslovaco Robert Fico
Directo | La última hora tras el atentado contra el primer ministro de Eslovaquia
Robert Fico es un veterano de la política eslovaca. Exmiembro del Partido Comunista en tiempos de la Unión Soviética y por tercera vez jefe del Gobierno eslovaco, se considera amigo personal del líder nacionalista húngaro Viktor Orbán y arrastra serias acusaciones de ... corrupción en su más estrecho círculo de colaboradores. Desde que llegó al Gobierno en esta legislatura, en octubre del año pasado, ha volcado la política exterior de su país a favor del Kremlin.
Fico ha dejado de enviar armas a Ucrania y se ha comprometido a no proporcionar a Kiev «ni una sola bala», aunque ha visitado el país vecino para garantizar que seguirá proporcionando ayuda humanitaria. «Tengo que considerar a Rusia como un socio estratégico», ha justificado sus decisiones. Se ha referido a Ucrania como «un país gobernado por EE.UU.» y recientemente había anunciado que «voy a una gran visita a China para hablar de grandes proyectos», tras asegurar que en Europa las fuentes de inversión «se agotan».
«Aprecia el autoritarismo de Putin», describe el sociólogo eslovaco Michal Vasecka, autor del libro 'Fico: Obsessed with Power': «Su relación con Rusia y con el comunismo está históricamente determinada por el lema socialista 'Con la Unión Soviética por la eternidad'».
Pero el hecho de que haya dado la espalda a Kiev y parcialmente a la OTAN no ha polarizado tanto el país como sus maniobras para eliminar la Fiscalía Anticorrupción y para desmantelar la radiotelevisión pública eslovaca RTVS, que el Ejecutivo de coalición de populistas de izquierdas y ultranacionalistas pretende sustituir por un nuevo ente, con las siglas STVR, que pasaría a estar bajo el control político, ya que estará dirigido por un consejo de nueve miembros de los que el Ministerio de Cultura nombraría a cuatro y los cinco restantes los elegirían los parlamentarios.
En cuando a la reforma del Código Penal que eliminó en febrero la Fiscalía Anticorrupción, que se ocupaba de los delitos de corrupción, crimen organizado y extremismo, la enmienda fue aprobada por 78 votos de los 150 diputados, mientras la oposición liberal y progresista boicoteaba la votación y unas 20.000 personas se manifestaban en contra delante del Parlamento.
Los casos serán trasladados a tribunales regionales, que carecen de los medios necesarios para llevar a cabo las investigaciones y no se ocupaban de estos asuntos desde hacía veinte años. La reforma incluye la reducción de las penas por corrupción, la posibilidad de suspender sentencias y una significativa reducción del plazo de prescripción que permitirá escaquearse a varias personas vinculadas al partido Smer y al Gobierno.
El malestar por estas medidas ha causado multitudinarias manifestaciones, que se han sucedido en los últimos meses no sólo en Eslovaquia, sino también en la República Checa, Polonia e incluso en Francia. Eslovaquia no alcanzaba tal tensión política desde el asesinato del periodista Ja Kuciak, de 27 años, que investigaba casos de corrupción del partido de Fico, y su novia, Martina Kusnirova, abatidos a tiros el 21 de febrero de 2018 en su casa de Velka Maca.
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