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EE.UU. tendrá más fuerza militar en Filipinas para vigilar a China

Llega a un acuerdo con Manila para ampliar el acceso de sus tropas a bases cerca de Taiwán y de islas en disputa con el régimen de Pekín

Filipinas anuncia que EE.UU. renovará sus bases militares en el país

La alargada sombra de Marcos en Filipinas

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, pasa revista a las tropas en la base filipina de Camp Aguinaldo afp
Pablo M. Díez

Pablo M. Díez

Corresponsal en Asia

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Con un ojo puesto en Taiwán y el otro en China, Estados Unidos vuelve a reforzar su presencia militar en Filipinas. Aprovechando la visita del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a Manila, donde se reunió este jueves con el presidente 'Bongbong' Marcos, el Gobierno filipino ha estrechado su colaboración militar con la Casa Blanca.

«Filipinas y EE.UU. se enorgullecen en anunciar sus planes para acelerar la plena implementación del Acuerdo de Cooperación sobre la Mejora de la Defensa con la designación de cuatro nuevas ubicaciones en zonas estratégicas del país y la culminación sustancial de los proyectos en las cinco ya existentes», anunció en un comunicado el Ejecutivo de Marcos. En concreto, el acuerdo se refiere al acceso de las tropas estadounidenses a bases militares filipinas emplazadas en lugares de suma importancia como el mar del sur de China y cerca de Taiwán, la isla independiente 'de facto' reclamada por Pekín.

Aunque no se ha informado oficialmente de cuáles son dichas bases, algunas noticias recogidas por la BBC apuntan a Cagayán, Isabela y Zambales, todas ellas en la isla principal de Luzón, y Palawan, al oeste del archipiélago. Desde las dos primeras, al norte y este de Luzón, se controla Taiwán, a solo 500 kilómetros, y la tercera está enfrente del disputado arrecife de Masinloc (Scarborough). Por su parte, la cuarta se ubica cerca de las islas Spratly, también en aguas reivindicadas por China, Vietnam, Malasia y Taiwán.

Bases filipinas con futura presencia americana

Mar de China Oriental

CHINA

TAIWÁN

VIETNAM

Cagayan

Islas

Pratas

LAOS

Mar de

Filipinas

Islas

Paracel

TAILANDIA

Isabela

Zambales

CAMBOYA

FILIPINAS

Mar de

China

Meridional

Islas

Spratly

Palawan

BRUNEI

200 km

MALASIA

INDONESIA

Fuente: BBC / ABC

Bases filipinas con futura presencia americana

Mar de China Oriental

CHINA

VIETNAM

TAIWÁN

Islas

Pratas

Cagayan

LAOS

Mar de

Filipinas

Islas

Paracel

Isabela

Zambales

CAMBOYA

FILIPINAS

Mar de

China

Meridional

Islas

Spratly

Palawan

BRUNEI

200 km

MALASIA

INDONESIA

Fuente: BBC / ABC

Gran inversión

Al igual que ocurría hasta ahora con otras cinco bases repartidas por todo el país, el Ejército estadounidense podrá contar en los cuatro nuevos acuartelamientos con sus propios destacamentos e instalaciones para llevar a cabo sus operaciones en el Sudeste Asiático y alrededor de China. En realidad, no se trata de tener bases propias como en el pasado, cuando el Pentágono llegó a disponer de unos 15.000 marines en sus mayores instalaciones militares de Asia, como Campo Clark y la Bahía de Subic, sino del acceso a lugares estratégicos sin un coste elevado de construcción ni mantenimiento como en otros países. De hecho, y según informa 'The Inquirer', la Casa Blanca solo ha invertido unos 82 millones de dólares (75 millones de euros) en infraestructuras en las cinco bases a las que ya tenía acceso.

Estas son la base aérea de Antonio Bautista en Palawan, la de Pampanga, cuartel de los cazas filipinos, y Fuerte Magsaysay en Nueva Écija, que es el mayor recinto militar del archipiélago y frecuente campo de maniobras conjuntas de los Ejércitos filipino y estadounidense. Las dos restantes son la base aérea de Mactan-Benito Ebuen en Cebú, en el centro del archipiélago, y Lumbia en Cagayán de Oro, en la convulsa isla meridional de Mindanao.

El Ejército estadounidense podrá contar en los cuatro nuevos acuartelamientos con sus propios destacamentos e instalaciones

Con el acceso a todas estas bases filipinas, el Pentágono sigue construyendo una barrera militar alrededor de China que frena su expansión naval y va desde Corea del Sur y Japón hasta Taiwán y Filipinas al sur. Dicho cerco resultaría crucial en caso de un conflicto entre ambas superpotencias, cuya rivalidad se ha recrudecido por la pandemia de Covid y la invasión rusa de Ucrania, que muchos analistas comparan con lo que podría ocurrir en el futuro en Taiwán.

Aprovechándose de estos frentes abiertos, EE.UU. está reforzando su protección sobre los países vecinos que mantienen disputas territoriales con Pekín, como Filipinas. En 2014, el Gobierno del entonces presidente 'Noynoy' Aquino firmó con Washington este Acuerdo de Cooperación sobre la Mejora de la Defensa para responder a los desastres naturales y a cualquier agresión en el mar del Sur de China, que Manila denomina de las Filipinas Occidentales y donde tiene varios contenciosos con Pekín. A petición de Manila, el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya falló en 2013 contra el régimen de Pekín en sus reclamaciones territoriales sobre el mar del Sur de China, que le enfrentan con todos sus vecinos por sus supuestos recursos e importancia geoestratégica para el tráfico marítimo. Pero China ha seguido adelante con su ocupación de islas y arrecifes en Masinloc (Scarborough) y Spratly, lo que ha provocado numerosos incidentes con países vecinos como Filipinas y Vietnam.

Nuevo acercamiento

A pesar de estas disputas, las relaciones diplomáticas entre Manila y Pekín vivieron su momento más dulce durante el mandato del anterior presidente, Rodrigo Duterte, por su abierta oposición a Washington. Pero la llegada al poder de Bongbong, hijo del depuesto dictador Ferdinand Marcos, ha vuelto a traer un acercamiento a la Casa Blanca como el que ya protagonizara su progenitor. Un notable cambio de política exterior pese a que la hija del anterior presidente, Sara Duterte, es la vicepresidenta de Marcos. Lealtades familiares aparte, está claro que Bongbong quiere recomponer los lazos con EE.UU. sin romperlos totalmente con China, país con el que Filipinas mantiene fluidas relaciones económicos pero cuyo expansionismo militar teme. En este escenario tan volátil, a la ocupación y militarización de islas por parte de Pekín se suma su reivindicación sobre Taiwán, foco caliente de Asia donde viven unos 200.000 filipinos.

EE.UU. está reforzando su protección sobre los países vecinos que mantienen disputas territoriales con Pekín

«La ampliación del Acuerdo de Cooperación sobre la Mejora de la Defensa fortalecerá nuestra alianza, la hará más resistente y acelerará la modernización de nuestras capacidades militares combinadas», prometió el Departamento de Defensa. Además de entrevistarse con el presidente Marcos, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, se entrevistó con su homólogo filipino, Carlito Gálvez, mientras los grupos de izquierda se manifestaban en contra de este refuerzo militar.

El acuerdo también fue criticado por la portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Mao Ning, quien acusó a EE.UU. de «escalar las tensiones y poner en peligro la paz y estabilidad» por «reforzar su despliegue militar en la región de Asia-Pacífico». EE.UU., que reemplazó a España como potencia colonial tras el Desastre del 98, vuelve a Filipinas con la vista puesta en China.

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