EE.UU. cree que Kiev podrá mantener durante meses sus posiciones en la región rusa de Kursk
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Ucrania ha capturado casi 1.300 kilómetros cuadrados de tierra enemiga tras la inesperada ofensiva lanzada en Kursk a principios de agosto. Rusia ha ejecutado pequeños contraataques en su territorio, pero las fuerzas de Zelenski han logrado mantener sus posiciones hasta el momento. La operación de Kursk causó sorpresa y temores entre los aliados de Kiev a medida que los soldados invasores seguían acumulando avances en el frente del Este. Fue una apuesta arriesgada de Zelenski.
Sin embargo, según las nuevas estimaciones reveladas por funcionarios de EE.UU. a Bloomberg, los soldados ucranianos podrán mantener el control de esta región «durante al menos varios meses, si no más».
Uno de los principales motivos es que Ucrania dejó la dieta de municiones. Kiev ha tenido que hacer malabares para mantener las líneas del frente durante los primeros seis meses de este año. El retraso en la llegada de armamento tuvo su origen el debate de los políticos de Washington sobre la aprobación del último paquete de ayuda a Ucrania.
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Soldados ucranianos confirmaron durante las últimas semanas a ABC que nunca sobran los proyectiles en el frente, aunque se ha notado diferencia desde las últimas semanas. Bloomberg apunta que el flujo estable de municiones responde a la iniciativa liderada por la República Checa para entregar hasta 500.000 proyectiles hasta el fin de este año. Además, también ha repercutido las medidas tomadas por EE.UU. y Francia en el fortalecimiento de las capacidades de la artillería de Ucrania.
El Ejecutivo Kiev y también el propio Zelenski defendieron en varias ocasiones que los avances enemigos en Donetsk se habían ralentizado tras la incursión ucraniana en Kursk. El presidente ucraniano ha deslizado la posibilidad de emplear este territorio capturado como baza en unas eventuales negociaciones con Moscú. Zelenski sostiene que tiene un plan para poner fin a la guerra el próximo año. Una hoja de ruta que precisará de la «toma de decisiones rápidas» por parte de los aliados. Kiev insiste en la necesidad de eliminar las restricciones aliadas al uso de armamento occidental en territorio ruso para noquear el poder aéreo del enemigo.
En Kiev se nota un aumento de la presión para dar comienzo a unas negociaciones. Aunque el Kremlin hasta el momento no ha dado señales contundentes de querer poner en marcha la diplomacia.
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