La disyuntiva entre «progreso» y «estabilidad» bloquea a China
El Partido Comunista concluye su Tercer Pleno sin ofrecer reformas sustanciales ante los desequilibrios estructurales de la economía
La vida secreta del presidente de China
![Pantalla gigante en Pekín muestra al presidente chino, Xi Jinping, durante el Tercer Pleno](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/07/18/xi-Rb6IG2YrAW5UltOK4pbySQJ-1200x840@diario_abc.jpg)
La prensa oficial venía proclamando que se trataba de una reunión «que marcaría una época», a la altura de la que allá por 1978 instauró la Reforma y Apertura, con ella el fin del totalitarismo maoísta y el principio de décadas de vertiginoso crecimiento. ... Sin embargo, el Tercer Pleno ha concluido este jueves sin dejar más que la habitual jerigonza comunista ante contratiempos cada vez más apremiantes.
El régimen comenzó el lunes la tercera sesión plenaria del Comité Central del Partido Comunista Chino, un importante encuentro político celebrado en principio cada cinco años que en el pasado ha propiciado sustanciales reformas económicas y sociales. Un declive sistémico de manifestaciones palpables —endeudamiento masivo, colapso inmobiliario, desempleo juvenil, crisis demográfica— sumado a un enigmático retraso de varios meses había contribuido a elevar expectativas que, de momento, no se han visto satisfechas.
Las resoluciones aprobadas por el organismo han quedado plasmadas en un documento, titulado «Resolución para seguir profundizando comprehensivamente la reforma y avanzar la modernización china». La propaganda estatal ha adelantado esta tarde un comunicado inicial, cuyo intrincado léxico escrutan los analistas cual hojas de té en pos de indicios sobre qué dirección tomará la segunda economía mundial.
El texto plantea un panorama de «situaciones internacionales y nacionales complejas, una nueva revolución científica, tecnológica y transformación industrial, más las nuevas expectativas de la gente», ante el que la prioridad del régimen pasa por «profundizar aún más la reforma integral de acuerdo a la modernización china». Una máxima resume su plan de acción: «Buscar el progreso manteniendo la estabilidad».
«Hay pocas señales de que el recién concluido Tercer Pleno marque un cambio importante en la dirección de la formulación de políticas. Y todavía parece haber una tensión entre las políticas destinadas a impulsar la seguridad económica y expandir el lado de la oferta de la economía, y aquellas destinadas a dar a las fuerzas del mercado un papel más importante y reequilibrar el crecimiento hacia el consumo», apunta Julian Evans-Pritchard, economista jefe para China de Capital Economics. «Las preocupaciones por la seguridad nacional están impulsando cada vez más la formulación de políticas y el comunicado del Tercer Pleno sugiere que probablemente seguirá siendo así en el futuro».
Misterios sin respuesta
Brindis retóricos aparte —en un documento que ensalza la «democracia integral» y el «imperio de la ley»—, la previsible publicación íntegra de las resoluciones la semana que viene aportará respuestas más concretas. «El comunicado del pleno indica ansiedad respecto a la economía. Eso quiere decir que podríamos ver intervenciones políticas más agresivas en la reunión del Politburó centrada en economía a finales de este mes», plantean los expertos de la consultora Trivium China. «Las decisiones del pleno, que serán desveladas en los próximos días, proporcionarán detalles importantes sobre hacia dónde planea Xi Jinping conducir la economía a lo largo de la próxima década».
Porque él, y nadie más, está al timón. El texto fija 2029, coincidiendo con el 80º aniversario de la fundación de la República Popular, como fecha límite para acometer «tareas de reforma» sin especificar, una trayectoria continuista que afianza la previsible intención del líder chino más poderoso desde Mao Zedong de perpetuarse en el poder más allá con un cuarto mandato consecutivo en 2027.
Así, la novedad más reseñable ha acabado por protagonizarla alguien que lleva un año desaparecido: Qin Gang, quien fuera flamante ministro de Exteriores favorecido por Xi antes de abandonar la faz de la tierra sin explicación alguna. El Comité Central ha «decidido aceptar la renuncia» del «camarada», amables términos que sugieren faltas de segundo orden o un intento de preservar la imagen del líder a través de su antiguo protegido.
Los remilgos contrastan con el trato dispensado en el párrafo posterior al exministro de Defensa Li Shangfu, al excomandante de la Fuerza de Misiles del Ejército Li Yuchao y a su lugarteniente Sun Jinming. Los tres, ya purgados, han sido expulsados del Partido a causa de «graves violaciones de disciplina y leyes», frase que acostumbra a hacer referencia a casos de corrupción. Al término del Tercer Pleno, como casi siempre en China, el secreto está todavía por desvelar.
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