¿Contra cuántos milicianos de Hamás se está enfrentando Israel en Gaza?
Derrotar a unos 20.000 fanáticos será difícil, pero desarraigar por la fuerza su ideología será imposible
¿Por qué no rompen con Israel los árabes del Golfo?
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Dos objetivos, uno realista y otro en apariencia utópico, se ha marcado el Gobierno de Netanyahu en su contraofensiva en Gaza. El primero es destruir toda la infraestructura política y militar de Hamás en la Franja, y matar o expulsar a sus miles de ... milicianos. El segundo, liberar a los rehenes israelíes capturados por los islamistas palestinos.
¿Contra qué fuerza se enfrentan centenares de miles de soldados israelíes? Según Michael Milstein, un experto de Tel Aviv entrevistado por la BBC, Hamás cuenta en Gaza con unos 25.000 hombres en armas y unos 80.000 funcionarios en el contexto de una población urbana de dos millones de palestinos. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) da, por su parte, una cifra similar: 20.000 milicianos de Hamás y unos 6.000 del otro gran grupo fundamentalista de la Franja, Yihad Islámica.
Ante este enemigo nada despreciable, la lentitud y meticulosidad de la campaña israelí apuntan al propósito de generar el menor número posible de bajas israelíes y de civiles. Pero a ningún experto se le escapa que el combate se realizará casa por casa. El Ejército israelí –que ha luchado ya cuatro veces contra Hamás, y no tiene ningún buen recuerdo de aquellos choques– se enfrenta al peligro de minas anticarros en los túneles, emboscadas y francotiradores. Y sabe que el enemigo se esconderá, siempre que pueda, tras el escudo humano de su población civil.
Amir Bar Shalom, analista de la radio militar israelí, cree que es «imposible» acabar con todos los milicianos de Hamás, porque Israel no se está enfrentando a un grupo armado de fanáticos sino a «una idea del islam extremista». Y contra las ideas, por malas que sean, de poco sirven las bombas. Es una labor más lenta, de educación y desarrollo social y económico, que habrá que emprender tras la guerra si Israel y el mundo árabe desean de verdad paz y seguridad en la región.
Lo que ven factible los expertos israelíes, si no la victoria ideológica, es la destrucción de la maquinaria militar y burocrática de Hamás de modo que no vuelva a ser operativa en mucho tiempo. Israel solo puede aspirar a eso. Hamás es una rama radical de un movimiento islamista más amplio, el de Hermanos Musulmanes, que tiene sus orígenes en Egipto y que puede salir ideológicamente reforzado del conflicto en el imaginario musulmán.
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