La Corte Internacional de Justicia pide a Israel medidas cautelares para prevenir el genocidio, pero no ordena un alto el fuego en Gaza
El Tribunal asegura que tiene competencia para estudiar la denuncia de Sudáfrica contra el Estado judío por genocidio
Hamás afirmó que estaba dispuesto a acatar un alto el fuego si así lo dictaminaba el Tribunal
La ONU despide a varios empleados presuntamente implicados en el ataque de Hamás del 7 de octubre contra Israel
Hamás publica un nuevo vídeo de rehenes pidiendo a Netanyahu el fin de los ataques
![Ronald Lamola (C), Ministro de Justicia de Sudáfrica , y Vusimuzi Madonsela (R), Embajador de Sudáfrica en los Países Bajos, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), previo a la audiencia del caso de genocidio contra Israel](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/01/26/sudafrica-RlrvOCK2gKsinYS10lHBZiL-1200x840@abc.jpg)
La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, a través de la presidenta Joan Donoghue ha asegurado que tiene competencia para estudiar la denuncia de Sudáfrica contra Israel por genocidio, sin embargo pidió más información. La CIJ ha considerado que al menos «algunas» de las medidas cautelares pedidas por Sudáfrica pueden entrar dentro de la definición de genocidio y, por tanto, posee jurisdicción para estudiarlo.
La Corte pidió a Israel medidas cautelares para prevenir el genocidio pero no ha ordenado un alto el fuego, una medida que sí que había pedido el país africano.
Las medidas cautelares pedidas por el Tribunal son:
1- Israel debe tomar todas las medidas para impedir cualquier acto que pueda considerarse genocida: matar a miembros de un grupo, causar daños corporales, imponer condiciones diseñadas para provocar la destrucción de un grupo, impedir nacimientos.
2- Israel debe garantizar que su ejército no cometa ningún acto genocida
3 Israel debe prevenir y castigar cualquier comentario público que pueda considerarse incitación a cometer genocidio en Gaza.
4- Israel debe tomar medidas para garantizar el acceso humanitario.
5- Israel debe impedir cualquier destrucción de pruebas que puedan utilizarse en un caso de genocidio.
6- Israel debe presentar un informe al tribunal dentro del mes siguiente a la emisión de esta orden.
Las medidas solicitadas hoy están diseñadas para garantizar que mientras los jueces consideren la acusación fundamental de Sudáfrica contra Israel, los palestinos de Gaza disfruten de alguna medida de protección. Israel debe ahora decidir cómo responder
La presidenta del tribunal, abogada estadounidense que asesoró sobre política exterior durante la administración de Barack Obama, dice que el tribunal es «muy consciente del alcance de la tragedia humana que se desarrolla en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano».
Primera fase del procedimiento
El fallo llega en una primera etapa del caso que llevó Sudáfrica al alto tribunal, alegando que la acción militar de Israel en su guerra con Hamás en Gaza equivale a genocidio. Israel ha rechazado con vehemencia la acusación y ha pedido al tribunal que desestime el caso.
Sudáfrica pidió a los jueces «con extrema urgencia» la imposición de las llamadas medidas provisionales para proteger a los palestinos en Gaza mientras el caso avanza lentamente en el tribunal, un proceso que probablemente llevará años. En esta primera fase, el Tribunal valoró si es plausible que Israel esté cometiendo un genocidio en Gaza.
En las peticiones presentadas por el Gobierno de Pretoria se encuentra una solicitud para que el tribunal ordene a Israel «suspender inmediatamente sus operaciones militares en y contra Gaza». Sin embargo, la Corte Internacional no tiene capacidad de ejecutar esta decisión y la última palabra la tiene Israel. El jueves Hamás afirmó que está dispuesto a acatar un alto el fuego si así lo dictaminaba el Tribunal Internacional de Justicia.
El portavoz del Gobierno israelí, Eylon Levy, dijo el jueves que Israel espera que el tribunal desestime el caso. «Esperamos que la CIJ desestime estos cargos espurios y engañosos», dijo ante los medios.
Acusaciones de Sudáfrica
A finales de diciembre, Sudáfrica presentó un documento de 84 páginas al Tribunal de La Haya donde describía «el patrón de conducta genocida», los «asesinatos en masa», «los desplazamientos forzosos» y «un lenguaje deshumanizador sistémico» de Israel con Gaza y el pueblo gazatí.
Uno de los argumentos presentados por el país africano ante la Justicia fueron las declaraciones de ministros y dirigentes al principio de la guerra. Entre los casos citados en se encuentran Yoav Gallant, ministro de Defensa, quien dijo que Israel estaba luchando contra «animales humanos».
«Todos los actos son atribuibles a Israel, que no ha impedido el genocidio y está cometiéndolo en violación manifiesta de la Convención sobre el Genocidio», dice el documento, y agrega que Israel tampoco logró frenar la incitación al genocidio por parte de sus propios funcionarios en violación de la convención. Pide al tribunal que imponga medidas de emergencia para poner fin a las presuntas violaciones por parte de Israel.
La propia identidad de Sudáfrica es clave para presentar el caso. Su partido gobernante, el Congreso Nacional Africano, ha comparado durante mucho tiempo las políticas de Israel en Gaza y Cisjordania con su propia historia bajo el régimen de 'apartheid' de la minoría blanca, que restringió los derechos a la mayoría de los negros hasta 1994.
La CIJ, también llamada Corte Mundial, es el máximo órgano legal de las Naciones Unidas, establecida en 1945 para abordar disputas entre estados. No debe confundirse con la Corte Penal Internacional, basada en un tratado, también con sede en La Haya, que se ocupa de casos de crímenes de guerra contra individuos.
La Corte y la convención sobre Genocidio
El panel de 15 jueces de la CIJ, que se ampliará con un juez adicional de cada lado en el caso de Israel, se ocupa de disputas fronterizas y, cada vez más, de casos presentados por estados que acusan a otros de violar las obligaciones de los tratados de la ONU.
Tanto Sudáfrica como Israel son signatarios de la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio de 1948, que otorga a la CIJ competencia para resolver disputas sobre el tratado. Si bien el caso gira en torno a los territorios palestinos ocupados, los palestinos no tienen ningún papel oficial en el proceso porque no son un Estado miembro de las Naciones Unidas.
Todos los estados que firmaron la Convención están obligados a no cometer genocidio y también a prevenirlo y castigarlo. El tratado define el genocidio como «actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete