Los conservadores austriacos marcan las líneas rojas a la extrema derecha: compromiso con la UE y lucha contra el antisemitismo
Arrancan las negociaciones para formar gobierno entre la desconfianza y los reproches mutuos
Austria entra en una deriva política, al fracasar la coalición anti-extrema derecha
La situación de bloqueo y vacío de poder exige celeridad. Las conversaciones entre los máximos responsables del Partido Popular de Austria (ÖVP) y la extrema derecha del FPÖ comenzaron el miércoles por la noche en busca de la coalición azul-turquesa.
El ÖVP ha renunciado a su negativa a formar una coalición con el líder del FPÖ ... , Herbert Kickl, ha adoptado una actitud pragmática y ha puesto condiciones. Para empezar, una rebaja del tono. En su mensaje de ofrecimiento de contactos, Kickl se había deshecho en reproches a sus futuros socios. «No hay lugar para rituales de humillación en la política», advirtió antes de los primeros contactos Christian Stocker, al frente del ÖVP, «hemos aceptado la invitación, ahora entrarán en conversaciones y aclararán qué tan honestamente tienden la mano».
«Uno tiene la impresión de que no están bien aconsejados cuando muestran ciertos temperamentos», añadió Stocker sobre la exigencia de Kickl de «honestidad, sin trampas ni trucos», «en cualquier caso, mi mente se mantiene bien fría». «Y hablando de honestidad», comenzó Stocker a exponer las líneas rojas en la negociación, «se necesita una Unión Europea fuerte, aunque mejor, para superar las crisis actuales». Aludía así al antieuropeísmo del FPÖ, en cuyo programa se ofrece una política, además, orientada hacia Moscú. «Las democracias occidentales están expuestas a muchos peligros, como la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, que también ha desencadenado crisis económicas, inflación y la recesión», señaló el conservador, para quien «hay que responder honestamente si somos una parte constructiva y fiable de la Unión Europea».
«El FPÖ también debe decir clara y honestamente si quiere orientarse hacia el mundo libre o hacia las dictaduras», fijó la defensa del Estado de Derecho, y añadió que «necesitamos un panorama de medios independientes». «Las respuestas claras a estas y otras preguntas determinarán si están dispuestos a trabajar con el ÖVP», zanjó Stocker, «después de todo, es legítimo que queramos plena soberanía contra cualquier influencia extranjera«. Para ello se necesitan »aliados, que es lo contrario del aislamiento». Ante el ultimátum de Kickl, que ha advertido de que si los conservadores no se avienen a sus demandas la única opción es una repetición electoral, Stocker respondió: «no tengo miedo a las elecciones», aunque reconoció que «no harían avanzar al país».
El líder del ÖVP de Viena, Karl Mahrer, no está convencido de que llegue a nacer la coalición, culpa a los socialdemócratas de «situarnos frente al abismo» y lanza el guante: «Exijo a Herbert Kickl la demarcación clara de los identitarios de extrema derecha, compromiso claro con la UE y con una lucha común contra el antisemitismo».
La comparecencia de Christian Stocker, en la que presentó los puntos no negociables para su partido, se vio ayer perturbada por una acción de protesta frente a la sede federal del partido. «Aquí apesta a mierda marrón», denunciaban las pancartas, entre manifestantes que arrojaban excrementos.
Negociaciones secretas y en pequeños grupos
Las negociaciones sustantivas están previstas para el viernes, cuando los grupos directivos de ambas partes podrían reunirse. Según Kickl, las conversaciones se llevarán a cabo ahora «a una escala muy, muy pequeña» y de forma confidencial. Además de Kickl y su confidente más cercano, el líder del grupo en el parlamento estatal de Baja Austria, Reinhard Teufel, negociarán por parte del FPÖ los dos secretarios generales, Michael Schnedlitz y Christian Hafenecker. Este último y Christian Stocker se conocen muy bien. En las comisiones de investigación, ambos se han enfrentado recientemente en varias ocasiones. Participará también Nemeth, a pesar de que actualmente se están llevando a cabo investigaciones por haber aparecido en un vídeo cantando una popular canción utilizada por las Waffen-SS nazis en un funeral.
Kickl ha incorporado además a la portavoz constitucional Susanne Fürst a su equipo negociador. Aunque ideológicamente está claramente alineada, lo más probable es que asuma el papel de conector en las conversaciones, debido a su apariencia aparentemente moderada, puesto que ya había hecho una oferta de cooperación con el ÖVP antes de las elecciones del 29 de septiembre. En materia de economía, Arnold Schiefer, ex director financiero de ÖBB, será el portavoz del FPÖ.
Por parte del ÖVP, el grupo de negociadores principales solo cambiará parcialmente. Nehammer ya no está presente, debido a su dimisión, y la ministra de Constitución, Karoline Edtstadler, tampoco participará en las negociaciones, que dirigirán Stocker, el jefe de la Cámara de Comercio Harald Mahrer, el líder del grupo parlamentario August Wöginger y la secretaria de Estado Claudia Plakolm.
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