El ex comisario de Justicia Reynders gastaba entre dos y tres mil euros en efectivo en lotería cada día

La vendedora actual de este establecimiento, que tiene también una terminal de la Lotería nacional belga, empezó a trabajar allí en septiembre de 2023, cuando ya hacía tiempo que Reynders había iniciado esta actividad. Esta describe la actitud del ex comisario europeo como «totalmente excepcional». Según el relato publicado, Reynders «venía regularmente a última hora de la tarde y compraba billetes de lotería por valor de dos mil a tres mil euros». En Bélgica está prohibido que ningún comercio -y mucho menos los expendedores de lotería- acepte pagos en efectivo por encima de los 3.000 euros. Por ello, la consigna en el establecimiento era «discreción absoluta» respecto a este extraño cliente, y «guardar el dinero inmediatamente en la caja fuerte».

La Policía Federal destapó este extraño asunto a primeros de diciembre pasado, apenas dos días después de que Reynders dejase de ser comisario europeo. Los investigadores creen que pudo haber blanqueado casi un millón de euros, de los cuales unos 200.000 precisamente a través de juegos de azar. Según la información conocida hasta ahora, a mediados de 2018 el banco ING, donde tenía una cuenta, decidió llamar la atención del político sobre sus repetidos ingresos en efectivo que ascendieron a unos 800.000 euros en diez años.

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Enrique Serbeto | Corresponsal en Bruselas

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Si hasta entonces Reynders era solo un jugador ocasional de lotería, a partir de ese momento empezó a comprar frenéticamente billetes de diferentes tipos de juegos de azar. Su actividad en este campo era tan excepcional que hizo sonar las alarmas automáticas de la sociedad pública que gestiona la lotería en Bélgica y que durante un tiempo estuvo precisamente bajo el mando de Reynders, mientras este era ministro belga de Finanzas. En 2021, cuando este ya era comisario europeo de Justicia, la lotería llevó a cabo una inspección que reveló que el punto de venta al que habitualmente acudía este, batía todos los récords conocidos de venta de billetes electrónicos, una modalidad de tarjeta en la que se anotan las ganancias y los créditos adquiridos por el jugador. Legalmente, esa fórmula está limitada a 500 euros semanales, de lo que se deduce que Reynders también usaba otras modalidades de juego de azar.

Esa investigación sumada a su vez a otra sobre sus cuentas en el banco ING finalmente desembocó en la operación policial del 3 de diciembre de 2024 que causó gran perplejidad en Bruselas.

En la prensa belga llueven ahora las críticas contra el sistema de supervisión tanto de ING como de la Lotería Nacional. Este último organismo solo empezó a tomarse en serio el asunto cuando saltó esa alarma automática sobre un punto de venta concreto en el elegante barrio de Uccle, mientras que el banco había gestionado ingresos recurrentes de dinero en efectivo desde antes de 2010 y tardó más de ocho años en pedir explicaciones a su cliente, a pesar de que estaba calificado como PPE (Persona Políticamente Expuesta).

«Aunque Reynders ha sido objeto de burlas durante semanas porque los trucos utilizados parecen burdas maniobras, está claro que ha escapado al radar de la lucha contra el blanqueo de dinero durante más de diez años. Un caso clásico que merece una seria introspección. El Banco Nacional ha abierto una investigación sobre el papel de ING. La organización de la Lotería y la Justicia también tendrán que justificar por qué no detectaron nada» afirma un comentarista de 'Le Soir'.