Claves del adelanto electoral en Francia: la caída de los partidos tradicionales y la crisis de la Quinta República

El centroizquierda y la centroderecha franceses se han convertido en fuerzas irrelevantes en Francia, con un Macron que no convence plenamente a unos ni otros y con una extrema derecha en auge, que gana en voto obrero y entre los electores preocupados por la inmigración y la percepción de inseguridad, motivada por la oleada de atentados que ha golpeado al país en los últimos años. Un recordatorio a los resultados de la primera vuelta de las presidenciales de 2022 confirma que esa tendencia viene de lejos: la candidata de Los Republicanos, Valérie Pécresse, solo logró el 4,78% de los votos, mientras que la alcaldesa de París y candidata del Partido Socialista, Anne Hidalgo, sacó el 1,47% de las papeletas. Ninguna de las dos, por lo tanto, pudo concurrir a la segunda vuelta, donde se enfrentaron Macron y Le Pen, como ya había ocurrido en 2017.

Los problemas para el Partido Socialista se desencadenaron tras las elecciones presidenciales de 2017, cuando el candidato del partido, Benoît Hamon, representante del ala más izquierdista, no logró pasar a la segunda vuelta. En un primer momento, parecía que François Fillon, candidato de Los Republicanos, se haría con la victoria, pero un escándalo de corrupción revelado por la revista 'Le Canard enchaîné' dio al traste con su campaña. Fillon no logró pasar a la segunda vuelta, pero sí lo hizo Emmanuel Macron, exministro de Economía de François Hollande, que finalmente llegó al Elíseo tras su primer duelo con Le Pen. En junio, las elecciones legislativas otorgaron una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional al partido del nuevo presidente, La República en Marcha.

Como anécdota y señal de decadencia, el Partido Socialista francés se vio forzado a anunciar tras la debacle de 2017 la venta de su sede en París, situada en la rue Solférino, donde, en tiempos mejores, el expresidente François Mittérand celebraba sus éxitos.

Las elecciones parlamentarias anticipadas se celebrarán el 30 de julio (primera vuelta) y el 7 de julio (segunda vuelta) y renovarán la composición de la Asamblea Nacional (la cámara baja del Parlamento francés). El presidente las convocó según el artículo 12 de la Constitución. Se trata de la sexta vez que un presidente de la Quinta República convoca de manera anticipada elecciones: antes lo hicieron Charles de Gaulle (en 1962 y 1968), François Mitterrand (1981 y 1988) y Jacques Chirac (1997). No obstante, con resultados desiguales: mientras que De Gaulle y Mitterrand lograron un resultado favorable a sus intereses -es decir, reafirmaron su poder con la representación en la cámara-, Chirac sufrió un revés, pues se produjo una victoria de los socialistas. De ese modo, tuvo lugar un fenómeno conocido como cohabitación: el presidente pertenecía a una formación y espectro ideológico (Unión por un Movimiento Popular, centroderecha), y el primer ministro, Lionel Jospin, a otro (Partido Socialista, izquierda).

La historia política de Francia es apasionante. A continuación, un breve resumen, a grandes rasgos, sobre las repúblicas que se han sucedido desde la Revolución Francesa:

-Primera República (1792-1804). La Asamblea Nacional proclamó la República en septiembre de 1792, un año y medio después de que Luis XVI y su familia fueran detenidos en Varennes durante su intento de fuga para dar al traste con la Revolución (junio de 1791). La Primera República acabó con el golpe de Estado del 18 Brumario, dado por Napoleón Bonaparte, y con el que comenzó el Consulado y el Imperio (1804-1815).

-Segunda República (1848-1852). Tras la caída del Imperio, en Francia se produjo una reacción. El período conocido como la Restauración (1815-1830) se prolongó quince años y supuso una vuelta a la Monarquía, pero no al Antiguo Régimen, cuya plena recuperación era imposible en Europa las la profunda transformación del continente desde la Revolución. El primer rey de ese período fue Luis XVIII, hermano de Luis XVI; le sucedió Carlos X, también hermano del rey decapitado en el Terror de 1793. La Restauración terminó tras la Revolución de 1830, que aupó al poder a Luis Felipe de Orleans. No obstante, esa Monarquía, con signo más liberal, fue de nuevo derrocada por la Revolución de 1848, que dio lugar al nacimiento de la Segunda República. En este caso, el final de la misma se produjo en 1852, cuando Napoleón III, presunto sobrino de Napoleón I -los análisis genéticos han demostrado que no hay parentesco entre ellos-, dio un golpe de Estado e instauró el Segundo Imperio.

-Tercera República (1870-1940). El Segundo Imperio se hundió tras la derrota francesa en la batalla de Sedán (septiembre de 1870), que puso fin a la guerra franco-prusiana y también a los días de gloria de Napoleón III. Dos días después, se proclamó la Tercera República, un régimen que duró setenta años y que acabó con la derrota y ocupación de Francia en la Segunda Guerra Mundial (junio de 1940).

-Cuarta República (1947-1958). Nacida tras la Liberación y el final de la Segunda Guerra Mundial, la Cuarte República se caracterizó por su inestabilidad, rasgo convertido en un riesgo inasumible en los convulsos años de la guerra de Argelia (1954-1962).

-Quinta República (1958-actualidad). Establecida bajo el auspicio de De Gaulle y con el objetivo de dotar a Francia de estabilidad política, la Quinta República es un régimen semipresidencialista en el que el presidente de la República está dotado de amplios poderes y es elegido por un período de cinco años -antes, cada siete- por sufragio universal directo. Las críticas al exceso de poder depositado en el presidente ha llevado a algunos políticos a cuestionar la pertinencia de este régimen, instaurado tras la aprobación de la Constitución de 1958, todavía vigente.