De campeón de bádminton a líder independentista: Jens-Frederik Nielsen, el ganador de las elecciones en Groenlandia

Su nombramiento como ministro de Trabajo y Recursos Naturales de Groenlandia, en el gabinete de Kielsen VI, fue una sorpresa, pero en febrero de 2021 retiró su partido del Gobierno y se celebraron nuevas elecciones, en las que perdió mucho apoyo y quedó como tercer partido más votado. Nielsen pareció en ese momento haberse apagado, como estrella ascendente de la política local groenlandesa, pero entonces Rusia invadió Ucrania, el significado y la importancia geoestratégica de Groenlandia dio un vuelco, como su figura política.

En un momento en el que la isla se plantea seriamente la independencia ordenada de Dinamarca y en el que Donald Trump insiste en negociar con el Gobierno groenlandés, su capacidad para expresarse en groenlandés, danés e inglés parece haber sido especialmente apreciada por los votantes, al igual que su moderación. A sus 33 años ha roto el histórico dominio de los partidos Siumut e Inuit Ataqatigiit desde 1979 y se convierte en el interlocutor, no sólo con el Gobierno de Dinamarca, sino también con Trump y con Putin.

«La gente quiere un cambio... Queremos más economía para financiar nuestra prosperidad», dijo Jens-Frederik Nielsen en su primera reacción al éxito electoral de su partido. «No queremos la independencia mañana, queremos una buena base», rebajaba las expectativas temporales. Su grado de moderación estará condicionado por el hecho de que ahora debe formar una coalición y dependiendo de los socios que elija. Los actuales partidos gobernantes, Inuit, Ataqatigiit, del primer ministro Muté B. Egede, y Siumut llegaron juntos al 36% de los votos, frente al 66,1% de hace cuatro años, lo que significa que los groenlandeses no son partidarios de la secesión completa de Dinamarca.

Además de «negociaciones reales con Dinamarca sobre una hoja de ruta para la independencia» con una «velocidad baja en el proceso», Nielsen ha prometido el «nivel más bajo posible» de impuestos sobre las rentas del trabajo y un impuesto corporativo también más reducido. Se centra en una menor burocracia y en un sector público adelgazado. Rechaza claramente la oferta de compra del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: «Seamos claros: Groenlandia no está en venta. Hoy no. Mañana no. Nunca, jamás», son sus palabras, pero sí está abierto a la cooperación más estrecha con Estados Unidos y ha investigado la posibilidad de una «libre asociación» tanto con Dinamarca como con los Estados Unidos.

Su intención ahora es tantear a todos los partidos y buscar una mayoría sólida. «Puede ser que algunas de las cosas en las que tenemos que estar de acuerdo sean muy pesadas, pero tenemos que hablar abiertamente de eso», ha dicho.

Kuno Fencker, líder de Naleraq, le ha hecho el primer guiño: «A nivel personal, hay mucha política en Demokraatit con la que estoy de acuerdo y podemos reunirnos fácilmente», ha dicho, dispuesto a un proceso de independencia «algo más largo». También el gran perdedor de las elecciones y hasta ahora presidente regional, Muté B. Egede, ha anunciado que «estamos listos para hablar con Demokraatit. ¿Qué tienen que ofrecer, con quién quieren colaborar, en qué quieren colaborar?».

«El día de las elecciones en Groenlandia fue un día alegre y una celebración de la democracia. Me gustaría felicitar a Demokraatit por una muy buena elección», ha escrito la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, «el Gobierno danés espera con interés la cooperación con el futuro Naalakkersuisut».