Biden y Xi se volverán a ver la semana que viene para «estabilizar» la relación EE.UU.-China
La última vez que se vieron ambos líderes fue tras la cumbre en Bali de los países del G-20, hace un año
Distensión entre China y EE.UU.
![l presidente estadounidense Joe Biden (derecha) y el presidente de China, Xi Jinping (izq.), se dan la mano mientras se reúnen al margen de la Cumbre del G20](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/11/10/biden-xijinping-Ry64VEJKI0hG72WkLsJ5awJ-1200x840@abc.jpg)
Joe Biden y Xi Jinping pondrán fin al silencio que ha sufrido la comunicación entre los líderes de las dos grandes potencias globales con un encuentro en persona el miércoles que viene en California. Los presidentes de China y de EE.UU. se verán ... en los márgenes de la cumbre Asia-Pacífico organizada en San Francisco, la primera desde la que mantuvieron hace un año en la cumbre del G-20 en Bali.
Desde entonces, Biden y Xi no han mantenido ningún tipo de comunicación ni llamada telefónica, en un signo de la tensión de la relación entre EE.UU. y China.
Durante meses, se ha especulado con la posibilidad de que ambos presidentes se vieran durante esta cumbre, y se daba casi por seguro después de que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, recibiera a su homólogo chino, Wang Yi, a finales de octubre en Washington, en la visita de mayor rango de China en la capital estadounidense de los últimos cinco años.
«Estabilizar» las relaciones
Uno de los objetivos de esa reunión era preparar la cumbre entre Xi y Biden, que ahora ha sido confirmada por la Casa Blanca. En una sesión informativa con la prensa, altos cargos de la Administración Biden explicaron que el principal objetivo es «estabilizar» las relaciones entre ambas potencias.
La cumbre del año pasado llegó agitada por la visita de Nancy Pelosi, la ex presidenta de la Cámara de Representantes y tercera autoridad de EE.UU., a Taiwán, una afrenta para China, que considera a la isla como parte de su soberanía, y en medio de muchas fricciones por guerras comerciales, por la expansión militar china en el Pacífico y por el apoyo de Pekín a Rusia en su invasión de Ucrania.
Esas tensiones no han desaparecido desde entonces, sino que han alimentadas con el derribo de un globo espía chino sobre territorio estadounidense a comienzos de año, limitaciones de EE.UU. a la exportación de semiconductores de China y acusaciones de espionaje.
Biden buscará reforzar ante China su apoyo al 'statu quo' de Taiwán y advertirá a Xi sobre posibles injerencias chinas en las elecciones que se celebrarán en la isla a comienzos del año que viene. Pero también tratará de presionar para que el gigante asiático no endurezca su postura en los dos conflictos en los que EE.UU. está más complicado: la guerra de Ucrania -donde Pekín no ha disimulado su apoyo a Moscú- y el conflicto en Israel y Gaza, en el que China tiene impacto por una relación amable con Irán, el agitador y soporte de grupos terroristas como Hamás.
Dentro de esa búsqueda de estabilización, el nuevo jefe del Estado Mayor de EE.UU., Charles Brown, ha comunicado a China que su ejército está preparado para retomar la comunicación militar, suspendida desde la visita de Pelosi.
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