Biden organiza en Nueva York una fastuosa velada con Obama y Clinton: las entradas cuestan entre 225 dólares y medio millón
El acto, pensado para relanzar su campaña y recaudar fondos, se celebrará este jueves en el emblemático Radio City Music Hall
Un Biden desatado convierte el acto más solemne en un mitin electoral
Joe Biden rescata a Kamala Harris para una campaña en apuros
![Obama impone una distinción a Biden en 2017](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/03/27/obama-biden-RcNmMdHq9eCaYKACwJBNT7O-1200x840@diario_abc.jpg)
Los actos de recaudación de campaña en las presidenciales de EE.UU. suelen ser una cosa íntima. Los candidatos se juntan con unas pocas decenas de donantes en la mansión de uno de ellos o en un restaurante de lujo y apenas se publicita ... nada. Es difícil conciliar la necesidad de confraternizar con los multimillonarios y venderse al electorado como 'el candidato del pueblo'.
Esta noche será una excepción. Joe Biden ha organizado una velada fastuosa, con miles de personas y decenas de famosos, en el Radio City Music Hall, un recinto emblemático de Nueva York.
En ella, buscará mostrar poderío para relanzar su campaña en un momento bajo: comparecerá con dos expresidentes demócratas, Barack Obama y Bill Clinton, para tratar de absorber su popularidad y para recaudar una millonada. Según la campaña de Biden, «podría batir el récord de recaudación electoral del partido para un solo acto».
Por el vestíbulo 'art-deco'del Radio Music City Hall pasarán quienes hayan pagado la entrada-donación, con opciones que van desde una butaca en el gallinero a 225 dólares hasta el acceso exclusivo a recepciones con los líderes demócratas por medio millón de dólares.
Invitados de lujo
Entre los invitados estará la fotógrafa Annie Leibovitz, que inmortalizará a los donantes con los tres presidentes por 100.000 dólares la instantánea. Y otros muchos famosos: la actriz Mindy Kaling, que actuará como maestra de ceremonias, la rapera Queen Latifah o las cantantes Lizzo, Lea Michele y Cynthia Erivo, todas ellas invitadas para interpretar números musicales.
El plato fuerte será una conversación de los tres presidentes, moderada por Stephen Colbert, humorista y presentador del programa 'late night' de la cadena CBS. La noche acabará con una fiesta con DJ D-Nice, amadrinada por Jill Biden, la primera dama.
Biden, como cualquier candidato, necesita dinero para su campaña. Pero no es su mayor problema. El presidente lleva ventaja frente a su rival en las presidenciales, Donald Trump, en este capítulo. Según la información pública de las campañas, la de Biden contaba a finales del mes pasado con 155 millones de dólares, por 74,4 millones la de su antecesor.
El problema para el candidato demócrata es que es un presidente impopular y debilitado, convive con una percepción de que su edad -81 años- es un problema para pedir cuatro años más en la Casa Blanca y, como resultado de todo ello, Trump le ha adelantado en las encuestas.
En este contexto, Clinton y Obama acuden al rescate. El que importa de verdad es el segundo. El primer presidente negro de EE.UU. es sin duda la figura más importante, prestigiosa y popular del partido demócrata en el siglo XXI y tiene más capacidad que nadie para hacer lo que más le cuesta a Biden: estimular a los votantes demócratas desanimados por la opción que les da su partido.
Varios medios estadounidenses han asegurado en los últimos días que Obama está decidido a involucrarse de lleno en la campaña y tratar de ser un salvavidas para Biden. Según 'The New York Times', el expresidente está muy preocupado por la posibilidad de una derrota del que fuera su vicepresidente y llama de forma habitual a su jefe de gabinete, Jeffrey Zients, para dar consejos y participar en la estrategia de campaña.
Turbulencias
Obama ha grabado vídeos electorales con Biden que saldrán en las próximas semanas, pasó el viernes pasado por la Casa Blanca para diseñar su participación con Biden y, según la CNN, ha acordado ya una «intensificación» de su presencia en campaña y su participación en varios mítines electorales en otoño.
Obama «hará todo lo que pueda» para ayudar a Biden, dijo a la agencia AP Eric Schultz, asesor senior del expresidente, «con una estrategia basada en conseguir impacto, en especial donde su voz pueda ayudar a mover la aguja». Eso indica que Obama se centrará en los electorados menos entusiasmados con Biden y donde el expresidente tiene más tirón, como el voto joven y las minorías raciales.
Obama y Biden tuvieron desencuentros políticos, como la oposición del hoy presidente al envío de más tropas a Afganistán en 2009
La relación de Obama y Biden ha tenido muchas turbulencias. En 2016, Obama le dijo a Biden que no era su momento, que era el de Hillary Clinton (es posible que se equivocara, ella fue una candidata impopular que permitió la victoria de Trump) y en 2020 tardó en dar su apoyo a su segundo en la Casa Blanca. También tuvieron desencuentros políticos, como la oposición de Biden al envío de más tropas a Afganistán en 2009.
Ahora buscan dejar todo eso de lado y hacer frente común contra Trump, cuya campaña no ha tardado en atacar estos esfuerzos. El portavoz del expresidente, Steven Cheung, lo retrató como un signo de debilidad de Biden, que «necesita sacar a relucir a gente como Obama y Clinton que vienen de la jubilación».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete