Biden censura los «bombardeos indiscriminados» en Gaza
Israel pone precio a la cabeza de Sinwar, en un intento de dar caza al jefe de Hamás
Hostilidades localizadas susceptibles de escalada
Sigue en directo la evolución de la guerra en Oriente Próximo
Estados Unidos no pone límite a su apoyo a esta campaña militar, pero de vez en cuando envía mensajes que muestran las diferencias entre aliados. Joe Biden advirtió a Israel de la «pérdida de apoyo debido a los bombardeos indiscriminados». El presidente estadounidense también dijo a Benjamín Netanyahu que «necesita cambiar de Gobierno» porque los aliados ultranacionalistas con los que cuentan «no aceptan la solución de los dos Estados».
Se trata de palabras, porque cuando llega el momento de los hechos la alianza entre Israel y Estados Unidos es total como se vio en la reciente votación del Consejo de Seguridad de la ONU en la que Washington vetó la opción de un alto el fuego. Biden critica los «bombardeos indiscriminados» cuando gran parte de las bombas que caen sobre Gaza las envía Estados Unidos.
Con el pulso dialéctico entre Biden y Netanyahu muy en el fondo, sobre el terreno Israel persigue a Yahya Sinwar, líder político de Hamás a quien considera el cerebro de la matanza de 1.200 personas en los kibutz vecinos a Gaza el pasado 7 de octubre. Después de más de dos meses de intensos bombardeos y combates en algunos de los feudos más importantes de los islamistas en la Franja, el Ejército no ha logrado localizar a Sinwar. Los israelíes han realizado detenciones masivas de palestinos con el objetivo de interrogarles para recabar información y han pegado carteles en las calles de Gaza para ofrecer 100.000 séqueles (unos 25.000 euros al cambio) por la cabeza del líder del grupo islamista.
Las puertas del infierno
Los carteles llevan un gran título en letras rojas que reza 'Recompensa por la cabeza de la serpiente' y un texto que explica que 'Sinwar abrió las puertas del infierno' a la Franja. Además de los 25.000 euros, quien aporte la información necesaria para cazar al dirigente islamista «será trasladado con su familia a un lugar seguro».
Esa cantidad ofrecida dista mucho de los precios que puso Estados Unidos a las cabezas de 'terroristas globales' como Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda, por quien ofrecieron 23 millones de euros. Por Abu Baker Al Bagdadi, líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), se ofrecieron 9,2 millones. Esta es la misma cantidad ofrecida por el actual ministro de Interior del Emirato talibán en Afganistán, Sirajuddin Haqqani.
Israel busca ofrecer una imagen de victoria y esta se resiste, pese a los repetidos intentos con imágenes de banderas con la estrella de David en lugares icónicos de Ciudad de Gaza, de cientos de detenidos palestinos semidesnudos, con las manos atadas y transportados en camiones o con los vídeos sobre los túneles encontrados bajo el hospital de Al Shifa.
En opinión del periodista Anshel Pfeffer, del diario 'Haaretz', «el intento de producir una imagen de victoria mientras se libra una guerra sangrienta está condenado al fracaso. E incluso si hubiera una imagen que pudiera resumir una victoria israelí contra Hamás, es poco probable que provenga de las ruinas de Gaza».
La diferencia en el poderío militar es infinita, la destrucción es absoluta y hay más de 18.000 gazatíes muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, pero los servicios de Inteligencia no logran localizar a los cabecillas enemigos. Lo que sí logró la inteligencia militar fue encontrar los cuerpos de dos rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre, la joven Eden Zacharia y el soldado Ziv Dado.
Cerca del colapso de Hamás
Israel ha logrado cercar los principales bastiones de Hamás en Gaza y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseguró que «los batallones que parecían invencibles, que se prepararon durante años para combatir contra nosotros, están a punto de ser desmantelados». Gallant recordó que «cientos de miembros de Hamás se han rendido en los últimos días y eso demuestra lo que está ocurriendo con el grupo terrorista». Netanyahu repite cada día mensajes en esta misma dirección, pero los analistas militares de los principales medios israelíes son mucho más cautos a la hora de hablar del final de Hamás.
Los combates calle por calle en Jabalia, Shejaiya o Jan Yunis provocan bajas cada día. Los soldados muertos ya superan los cien y, según el ministerio de Defensa, veinte de ellos fueron víctimas de accidentes o de fuego amigo. Israel se acerca a las cifras de bajas en la guerra de 2006 contra Hizbolá, cuando 120 soldados murieron en los 33 días de combates contra la milicia chií libanesa.
Gaza es el frente principal de una guerra que tiene un impacto directo en la situación en Cisjordania donde Yenín, al norte de los territorios ocupados, se ha convertido en otro frente clave. En una nueva jornada sangrienta otros cinco palestinos perdieron la vida tras el ataque de un avión no tripulado.
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