Las fuerzas de seguridad de Corea del Sur detienen al presidente Yoon Suk-yeol, atrincherado en su residencia
Este se convierte en el primer mandatario en ejercicio en ser arrestado, y tras haber resistido la primera orden dice ahora colaborar para «evitar un baño de sangre»
La resistencia a la detención del presidente Yoon fractura a Corea del Sur
Las fuerzas de seguridad de Corea del Sur han detenido en la madrugada de este miércoles a Yoon Suk-yeol, el primer presidente en ejercicio en ser arrestado en la historia del país. Este se mantenía atrincherado en su residencia oficial tras imponer a principios de diciembre la ley marcial, un autogolpe de Estado que puso a prueba la entereza de la democracia surcoreana y cuyas consecuencias amenazan con provocar un enfrentamiento civil.
La operación ha comenzado poco después de las cinco de la mañana (hora local). Un total de 3.000 efectivos ha alcanzado el complejo antes del amanecer, entre agentes de policía e investigadores de la Oficina para la Investigación de la Corrupción en Altos Cargos (OIC), el organismo que dirige las pesquisas por «insurrección».
El presidente en rebeldía, por su parte, contaba con la protección del Servicio de Seguridad Presidencial (SSP), cuerpo que el pasado 3 de enero ya repelió el primer intento de arresto ejecutado por un centenar de hombres. Desde entonces los guardaespaldas habían fortificado el recinto, empleando alambre de espino y autobuses a modo de empalizadas.
La operación estaba considerada de alto riesgo dada la presencia de armas de fuego en ambos bandos, así como la cuantiosa movilización ciudadana en el exterior. El presidente interino, Choi Sang-mok, alertaba este lunes que «todas las acciones de aplicación de la ley deben llevarse a cabo de manera pacífica y moderada. Bajo ninguna circunstancia deben los organismos involucrados emplear la violencia».
«Baño de sangre»
La unidad militar que protege el exterior de la residencia ha permitido la entrada de la comitiva, mientras que, al cabo de unas dos horas y media, el SSP se ha negado como cabía esperar. Los abogados de Yoon y algunos parlamentarios de su formación, el Partido del Poder Popular, han participado asismimo del esfuerzo preventivo, ante el que los agentes han recurrido al uso de escaleras para acceder al interior.
La orden de arresto ha acabado consumándose unas cinco horas después, a las 10:33 de la mañana, hora local, según ha declarado la OIC. Al rato, la retransmisión televisiva en directo ha mostrado un convoy de vehículos abandonando el lugar, entre los que se encontraba Yoon, camino de la sede central del organismo donde está siendo ya interrogado.
A su llegada al lugar, los abogados de Yoon han difundido un mensaje pregrabado en el que este asegura prestarse a colaborar con la investigación «para evitar un baño de sangre». El presidente será encarcelado en el Centro de Detención de Seúl, en Uiwang, y permanecerá bajo custodia durante al menos cuarenta y ocho horas. Concluido ese plazo, las autoridades podrán solicitar una nueva orden de arresto, lo que permitiría alargarlo hasta un total de veinte días.
En el exterior de la residencia, mientras tanto, se han recrudecido las manifestaciones a favor y en contra de Yoon que en las últimas semanas han ocupado el lugar. Unos 6.500 partidarios del mandatario se han movilizado, y algunos han llegado a tumbarse en el asfalto para obstaculizar la movilidad de los vehículos policiales. Se han producido altercados menores y un herido no hospitalizado.
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