Ataque «anarquista» contra dos embajadas en Roma
Dos personas resultaron heridas al estallar sendos paquetes bomba en las legaciones de Chile y Suiza
Roma vivió ayer momentos de gran alarma cuando sendos paquetes explosivos estallaron en las embajadas de Suiza y Chile. Dos trabajadores de estas sedes diplomáticas resultaron heridos. Uno de ellos, el portero de la embajada suiza, resultó gravemente herido cuando el paquete le explotó en las manos. Fue operado en el Policlínico Umberto I y corre riesgo de perder la mano izquierda.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, señaló que los principales sospechosos de los ataques son grupos de origen «anarco-insurgente». «Varios elementos nos conducen a pensar que esa es la pista correcta... Hay grupos muy violentos que también están presentes en España y en Grecia y que están muy bien conectados», explicó, por lo que «estamos en contacto con las policías española y griega». Poco después, los atentados eran reivindicados por una «Federación Anárquica Informal» en una nota depositada en una pequeña caja encontrada junto a uno de los heridos.
Se sospechó de un tercer paquete bomba en la embajada de Ucrania, pero era falso. Igualmente, en las embajadas de Eslovenia y Estonia se examinaron paquetes similares a los que habían hecho explosión. También eran falsas alarmas.
La policía puso en alerta a todas las sedes diplomáticas, que procedieron a realizar comprobaciones en su correo y paquetería, especialmente abundante en estas fechas navideñas. Al margen de estas actuaciones de cautela, la seguridad externa en la mayoría de las embajadas en la capital italiana no ha sido reforzada, pero sí se han adoptado todas las cautelas de vigilancia. En cualquier caso, un considerable pánico se vivió durante unas horas en Roma. Cualquier paquete que se encontrara, aunque fuera en plena calle, se convertía de inmediato en un objeto altamente sospechoso.
El ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, intento evitar alarmismos, pero reconoció que se trata de «un hecho grave». Frattini confirmó que «todas las embajadas han hecho oportunas comprobaciones. Nosotros hemos mandado mensajes de especial cautela a las embajadas consideradas de riesgo. Algunas las hemos reforzado recientemente».
En general, todas las reacciones de las autoridades son de preocupación y advierten de que no se deben infravalorar estos atentados. El alcalde de Roma, Giovanni Alemanno, ha declarado que los ataques son «una señal abominable. Algo se está agitando en profundidad. Las bombas no eran de gran entidad, pero son siempre sofisticadas. Es necesario averiguar quién ha concebido la operación y cuáles son sus objetivos».
Posteriormente, tras realizar una visita a la embajada suiza, el alcalde romano mencionó ciertas pistas internacionales, sin hacer ninguna referencia particular, pero precisando que «esta ola de atentados a embajadas es algo más inquietante que un único atentado». El alcalde, no obstante, ha desmentido que los ataques tengan relación con el paquete bomba artesanal y rudimentario encontrado dos días antes en un vagón vacío del metro de Roma, una bomba que carecía de detonador por lo que no habría podido explotar. Asimismo Alemanno desmintió que los dos atentados a las embajadas estén relacionados con llamadas telefónicas anónimas recibidas en el Ayuntamiento romano, a las 11 de la mañana, que advertían de la colocación de dos bombas en sendas oficinas del propio ayuntamiento. Debieron ser evacuadas 400 personas que realizaban exámenes en una de las dependencias.
Por su parte, la presidenta de la Región del Lazio, Renata Polverini, ha manifestado que «los dos atentados y las falsas alarmas de bomba son señales inquietantes, que no nos pueden dejar tranquilos».
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