Assange pedirá al próximo presidente de EE.UU., Biden o Trump, un indulto completo
Ya en 2017, Barack Obama indultó a Chelsea Manning, soldado estadounidense condenada a 35 años por participar en la sustracción de documentos de la que ahora el fundador de WikiLeaks se declara culpable
Saipán, una remota isla del Pacífico y ex colonia española, se convierte en el último paso para la liberación de Assange
Estados Unidos deja en libertad a Julian Assange tras declararse culpable de espionaje
![Jlian Assange desciende este martes de su vuelo procedente de Londres a su llegada a Bangkok para hacer escala en el aeropuerto internacional Don Mueang de la capital tailandesa](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/06/25/assange_20240625194327-RZEBtVwIzqN9rFXY45TkHQL-1200x840@diario_abc.jpg)
Tras años eludiendo a la justicia, y sin haber rendido cuentas por dos acusaciones de agresión sexual que prescribieron, Julian Assange, fundador de Wikileaks, se declara ahora culpable de conspiración para obtener y divulgar información de la defensa nacional estadounidense. Los 18 cargos de ... los que la fiscalía estadounidense le acusó en 2018, quedan en uno, con una petición de condena de cinco años de cárcel, que se dará por ya cumplida dada su detención previa a juicio por riesgo de fuga en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres.
Una intensa negociación y la mediación del primer ministro de Australia, Anthony Albanese, han permitido lo que muchos republicanos en EE.UU. llevan pidiendo a la Casa Blanca desde hace años: que interceda para liberar a Assange, que además estuvo implicado en la gran campaña de injerencia de Rusia para perjudicar a la demócrata Hillary Clinton y beneficiar a Donald Trump, según reveló el informe del fiscal especial Robert Mueller en 2019. Finalmente, la fiscalía ha alcanzado ese acuerdo, y la Casa Blanca dice no haber estado implicada.
Assange queda en libertad, tras una fuga de la justicia que se remonta a 2012, y según su mujer, Stella Morris, pedirá a Joe Biden o Donald Trump. si gana las elecciones del 5 de noviembre, el indulto completo, que es algo que sólo el propio presidente puede conceder. Ya en 2017, Barack Obama indultó a Chelsea Manning, soldado estadounidense condenada a 35 años por participar en la sustracción de documentos de la que ahora Assange se declara culpable.
Tras llegar a un acuerdo con la fiscalía estadounidense, Assange voló a Bangkok y de allí a las Islas Marianas, un territorio estadounidense en el Pacífico. La fiscalía dijo en una carta que de ese modo el fundador de WikiLeaks elude pisar suelo continental de EE.UU., porque siempre ha dicho que teme ser detenido y torturado, o condenado a pena de muerte, si lo hace. Esas fueron las principales razones de su recurso a ser extraditado, a pesar de una orden en vigor desde 2019.
EE.UU. le buscaba por cargos aprobados por un gran jurado, un grupo de ciudadanos convocados para determinar si hay suficiente evidencia para acusar formalmente a una persona de un delito. Se le acusa de haber incitado a Manning a sustraer cientos de miles de documentos clasificados de redes secretas cuando la soldado estaba destinada a Irak. Entre 2010 y 2012, WikiLeaks, con varios medios internacionales, publicó información dañina para EE.UU. que revelaba abusos en las guerras de Irak y Afganistán y maquinaciones y engaños diplomáticos.
Las manos manchadas de sangre
En un punto, un jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, Mike Mullen, acusó a Assange de tener «las manos manchadas de sangre» porque WikiLeaks publicó por su cuenta documentos que dejaban al descubierto, entre otras cosas, el nombre de civiles que colaboraron en algún momento con las Fuerzas Armadas norteamericanas. Assange acabó peleado con muchos de los medios con los que hace más de una década colaboró en sus revelaciones.
Hay dos asuntos de los que el activista se ha negado a rendir cuentas. Primero, huyó de la justicia sueca para encerrarse en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012. Desde 2010 era investigado por acusaciones de agresión sexual por parte de dos mujeres distintas. Una de ellas dijo que no respetó su negativa a mantener relaciones sexuales y otra dijo que se quitó un preservativo sin su consentimiento, a pesar de que ella le pidió que no lo hiciera. Él siempre dijo que esas acusaciones eran falsas y eran un cebo para detenerle en Suecia y enviarle extraditado a EE.UU., una estrategia para la cual contó con el abogado Baltasar Garzón, juez inhabilitado en España por prevaricación.
El Gobierno ecuatoriano, con Rafael Correa al frente, le dio a Assange asilo y le permitió hospedarse en la embajada, donde residió y trabajó entre 2012 y 2019. En tramitar su asilo fue crucial la intermediación de Txema Guijarro, diputado en Cortes y hoy miembro dirigente del partido español Sumar. Los años de Assange en la embajada fueron turbulentos desde que entró Lenin Moreno en el poder en 2017. El nuevo gobierno ecuatoriano le pidió a Assange que desistiera de interferir en la política estadounidense y europea, algo a lo que se negó.
El otro asunto del que Assange no ha querido hacer admisión alguna es su papel en la trama rusa de EE.UU. Él orquestó desde la embajada ecuatoriana la publicación de los correos robados por la inteligencia rusa a la campaña de Hillary Clinton, justo en el tramo final de la campaña electoral de 2016, que ganó Trump. Este llegó a proclamar en un mitin: «Amo a WikiLeaks, espero que sigan publicando cosas».
Como era de esperar, los diputados más trumpistas han celebrado el nuevo acuerdo con la fiscalía. Marjorie Taylor Greene, diputada de Georgia, dijo que su salida de prisión es «una excelente noticia» pues estaba detenido «sólo por el delito de ser periodista». El también diputado republicano Thomas Massie, de Kentucky, añadió que «es una farsa que Julian Assange haya pasado tanto tiempo encerrado».
Un jet privado
Tras su salida, Assange contrató un jet privado que le ha llevado hasta las Islas Marianas para su cita ante la justicia de este miércoles por la mañana, hora local. El pago del viaje, de medio millón de euros, lo ha adelantado el Gobierno de Australia, al que Assange deberá devolver el importe. WikiLeaks ya ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para tal fin.
Una de las razones que llevó a la expulsión de Assange de la embajada ecuatoriana fue su toma de partido en la crisis catalana de la independencia semanas antes del referendo ilegalizado del 1-O. Assange animó a activistas de todo el mundo a copiar la página del referendo, la distribuyó él mismo en los servidores de WikiLeaks y anunció en redes una nueva guerra civil.
El Gobierno ecuatoriano le pidió que desistiera, pues los términos del asilo, regulados por la Convención de Caracas, incluían una negativa a interferir en asuntos políticos de otros países y exigían neutralidad. Assange se negó a respetar esos compromisos, y Ecuador llegó a nombrarle consejero de su embajada en Rusia para permitirle salir sin ser detenido por Reino Unido. Este último se negó a reconocer el nombramiento. El 11 de mayo, Ecuador retiró el asilo y EE.UU. reveló la imputación y cursó la petición de extradición.
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