Hazte premium Hazte premium

El artista chino Ai Weiwei, bajo arresto domiciliario

El régimen de Pekín lo confina en su casa para que no acuda a protestar contra la demolición de su nuevo estudio en Shanghái

EFE

PABLO M. DÍEZ

Es el artista chino más famoso del momento y su última creación, una excentricidad compuesta por 100 millones de pipas de girasol, se exhibe estos días en la sala de turbinas de la prestigiosa Tata Gallery de Londres. Pero, en su país, no puede salir de casa.

El controvertido Ai Weiwei, uno de los intelectuales más críticos con el régimen chino, acaba de ser confinado bajo arresto domiciliario para que no acuda a protestar contra la demolición de su nuevo estudio de Shanghái. Haciendo gala de su ironía, el artista no tenía previsto encabezar una manifestación portando ninguna pancarta, sino que había invitado mañana a sus admiradores a una mariscada con 10.000 cangrejos de río para “celebrar” el derribo de su taller. Jugando con las palabras, Ai se mofaba así del Gobierno, ya que “cangrejo de río” se pronuncia en mandarín “hexie”, similar a la “armonía” que propugna el todavía denominado régimen comunista. Entre los críticos, dicho eufemismo ya sirve para bautizar la cada vez mayor censura y la corrupción reinante en el Partido.

Un chiste que, por supuesto, no ha hecho ninguna gracia a los jerarcas del régimen, que siguen rabiosos por la reciente concesión del premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo. Envalentonadas por su cada vez mayor peso económico y político en el mundo, las autoridades chinas han optado por encerrar a Ai Weiwei en su casa de Pekín.

“Estoy bajo arresto domiciliario para que no pueda ir a Shanghái. Nunca puedes discutir con este Gobierno”, se quejó por teléfono a la agencia AP. Según relató, 13 supuestos policías de paisano, pero que no se identificaron como tales, le impidieron el viernes salir de casa, aunque no le indicaron quién había dado la orden. Apostados en una furgoneta sin matrícula, bloquen la entrada a la colonia de artistas donde Ai Weiwei vive al este de la capital china.

Persecución al artista

Este nuevo incidente es un capítulo más en la persecución que sufre el artista, que ha pasado de ser uno de los creadores más reconocidos de China a convertirse en un repudiado hijo pródigo. Ai Weiwei, que asesoró a los arquitectos suizos Herzog y De Meuron en la construcción del Estadio Olímpico de Pekín 2008, es una espina para el régimen por sus frecuentes críticas y denuncias contra la corrupción.

El año pasado, incluso tuvo que ser operado después de que la Policía le abriera la cabeza cuando estaba investigando el derrumbe masivo de escuelas durante el devastador terremoto de Sichuan. Aunque el seísmo dejó unos 90.000 muertos, Ai Weiwei y otros activistas detenidos por el régimen, como Tan Zuoren, han denunciado que miles de aulas se vinieron abajo porque las corruptas autoridades locales habían desviado fondos y las habían construido con materiales de mala calidad.

Intentando promocionar la ciudad como un foco artístico, las autoridades de Shanghái le invitaron a mudarse y Ai Weiwei construyó un gran estudio que le costó 700.000 euros, pero ahora han dictado una orden de derribo argumentando que la obra es ilegal. Y, mientras tanto, el padre del “Nido” permanece en su casa sin poder montar el “happening” con cangrejos que había planeado para intentar hacer algo creativo con la destrucción de su taller.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación