Argentina, ahogada por la inflación: la carrera por llenar la despensa
Después de que el presidente Milei pusiera en marcha su motosierra económica, ABC se suma al recorrido de cientos de miles de bonaerenses para lograr suministros al menor coste. Una misión casi imposible que ya ha motivado las primeras movilizaciones en la calle
Milei avanza 30 normas radicales para desmontar el peronismo
![Ciudadanos de Buenos Aires en busca del mejor precio, en un supermercado de la capital argentina](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/12/23/super-nueva-R1NSnBsxtvekbIPV1OglBQJ-1200x840@abc.jpg)
No transcurrió demasiado tiempo antes de que se materializara el éxito del eslogan «no hay plata», proclamado a los cuatro vientos el día de la asunción de Javier Milei como presidente de Argentina (10 de diciembre) e, incluso, estampado en las camisetas que lucieron ... los militantes más apasionados del nuevo fenómeno político. Pero, transcurridos unos días, el eslogan parece que hace menos gracia porque el mensaje iba en serio y el nuevo Gobierno -en especial la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich- tiene que hacer frente a las primeras protestas en las calles.
Tras el anuncio de las medidas de austeridad por parte del ministro de Economía, Luis Caputo, ABC recorrió el popular barrio de Chacarita con una botella de aceite en las manos para preguntar a los transeúntes cuánto creen que costó. Poco antes, la habíamos comprado por 1.250 pesos (1,56 dólares) en un supermercado chino -de esos que son abundantes en la capital argentina, y que suelen ser más baratos-.
Las respuestas obtenidas varían entre 800 y los 6.000 pesos. «El aceite, la harina y la carne son siempre los mejores indicadores de la inflación para mercados minoristas, porque la gente no pasa sin ellos y por eso los vigila. Aquí lo tengo (el litro de aceite) a 1.250 pesos. Está por debajo de su valor real, ya me tocaría aumentar, pero no quiero subir ese precio y perder clientes», afirma Solano Gómez, de 47 años, administrador del local.
Desde el día y la hora en que Caputo realizó los anuncios que liberaron los precios, que avanzaron el final los subsidios y los posibles recortes masivos de empleos en el Estado, la actividad en los mercados y gasolineras en toda la República es frenética. Todos comparan precios y conversan al respecto. Parece increíble que hace tan solo un año toda esta misma sociedad departiera sobre un único tema: el fútbol y el Mundial de Qatar.
Peligro de hiperinflación
En una ferretería de la avenida Cabildo, Luis Torrejón, de 51 años, se desespera con los aumentos. «Estoy terminando de arreglar mi casa cerca de Colonia -costa de Uruguay- para las vacaciones de verano y me falta poco, pero el precio ha cambiado mucho». Sebastián Noguera, el dueño del establecimiento, argumenta: «En algunos productos de ferretería y construcción tenemos un aumento del 120%. Hay muchas cosas que tienen componentes extranjeros, y ahí es necesario subir los precios», explica, mostrando un papel con letra de su propio puño en el que él mismo registra los gastos con el nuevo dólar, fijado en 800 (ya comercializado a 834) pesos por el Gobierno.
«Estamos manejando cifras generales de aumentos del 25% en los productos, excluyendo la nafta (gasolina), que pronto alcanzará el 100%. No me sorprendería que la inflación de diciembre alcance el 30%. Entonces tendremos que observar qué sucede hasta marzo. Si no disminuye, estaremos al borde de la hiperinflación», comenta a ABC Martín Kalos, de Epyca Consultores.
![Productos etiquetados con los nuevos precios](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/12/23/argentina-precio02-U30465833528Jic-624x350@abc.jpg)
Estas cifras tan elevadas, explica, se deben, entre otras cosas, al final de los programas de control que existían durante el kirchnerismo, como los Precios Cuidados y Precios Justos, que, básicamente, congelaban los valores. «Pero se mostraron como artificiales, y la cuenta está llegando ahora», dice Kalos. «Junto a eso, el fenómeno de la expectativa de aumento y el impacto del precio de la nafta en los precios finales de los productos, que tienen que ser transportados», concluye.
Clamor social
El economista Roberto Cachanosky llama la atención sobre otro elemento: el aumento de la base monetaria del país en un 93% en el segundo semestre. Mucho tiene que ver con las elecciones, la plata emitida para la campaña del candidato peronista Sergio Massa, pero lo cierto es que, antes de irse, la gestión de Alberto Fernández permitió un aumento de la emisión monetaria del 10,3% en octubre con respecto a septiembre; y un 8,3% en noviembre con respecto a octubre y, después, un 18,4%. «Eso es de manual, hemos puesto el primer pie en la hiperinflación. Hacia el mes de marzo, llegaremos a una cifra de 40%, y entonces veremos cómo se manifiesta el clamor social», añade Cachanosky.
El economista señala los excesos electorales de la Administración anterior, pero no deja de criticar el plan de Milei. «Lo que tuvimos el martes 12 de diciembre con Caputo fue una lista de medidas, no un plan económico. Un plan económico debería incluir una reforma laboral, porque si vamos a dejar a tanta gente en la calle con la motosierra, ¿qué esperamos? Igualmente hace falta una respuesta fiscal más completa que abarque otras áreas de la sociedad.»
![Un comerciante revisa los nuevos precios](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/12/23/comercio01-U28127466615cQT-624x350@abc.jpg)
Consultoras privadas pronostican una inflación, en diciembre, de cerca de 30%, pero que la misma podría llegar al doble a principios de 2024, según JP Morgan.
El comerciante Eduardo Aragona, que tiene un pequeño mercado en el departamento de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, cuenta que «desde el anuncio de Caputo, la rutina está siendo una locura». Dado que su negocio es familiar, tiene que dividirse entre las tareas, y siempre hay alguien ocupado con las remarcaciones de las etiquetas de los precios. «Cada vez que llega un precio más alto, es un nuevo cartelito con ese nuevo precio que tenemos que confeccionar y poner al producto. Ha sucedido que, en mitad de la semana, tenemos que cambiar el cartelito otra vez debido a un nuevo aumento que nos pide la empresa proveedora».
Cartelitos nuevos
Aragona dice que esto ya viene sucediendo desde hace un tiempo (antes de que empezara Milei, la inflación ya era de tres dígitos), pero desde las medidas del nuevo Gobierno el ritmo ha aumentado. «Lo que es importado o tiene un componente importado, fácilmente aumenta más del 100%. Y ahí va un cartelito nuevo».
El comerciante cree que la alternativa es no tener que almacenar productos y mantener un buen 'stock'. «Siempre compré en buena cantidad, así que no tengo que guardar para vender después, pero mucha gente de este sector lo ha estado haciendo. Especulaciones, avivadas, existen tanto del lado de los empresarios como de los comerciantes», comenta.
Otro sector que está en frenesí son las gasolineras. Irma Melamed espera en su tercera estación de servicio de la jornada cuando se encuentra con el equipo de ABC. «Estoy buscando el mejor precio para llenar el tanque. Si tuviera dos tanques, los llenaría ambos», se ríe, en una gasolinera en Palermo. Durante su recorrido, ha visitado estaciones de servicio en Colegiales, Recoleta, Centro y Retiro. Entre todas las cifras que maneja, la diferencia entre ellas llegaba a 1.500 pesos. Al final, se ha decidido por llenar el depósito allí mismo. «Podría buscar más, pero tengo el fin de semana por delante y no quiero enfrentarme a eso», afirma.
No ser 'gradualista'
Las primeras propuestas del nuevo Gobierno ya se esperaban duras. Milei tenía como promesa no ser «gradualista», es decir, no aumentar los precios o hacer los ajustes en cuotas. En eso fue vivamente aconsejado por Mauricio Macri, el expresidente que viene funcionando como un «asesor especial» en su Ejecutivo. En su época, Macri fue aumentando tarifas de servicio, por ejemplo, y eliminando subsidios de a poco, mes a mes. Al final, aquello resultó en mayor desgaste político, porque cada aumento llevaba a más protestas en la calle en contra de los llamados 'tarifazos'.
Al final de la primera semana de gobernanza, Milei afirmaba que veía como «positivos» los resultados de la misma y que el coste sobre la población sería «transitorio». Y añadía: «Ya lo saben, jamás la noche pudo vencer al día; no maldigamos la oscuridad, prendamos una vela, encendamos la luz de la Argentina que comienza a despertar y comienza a ponerse de pie, para que hagamos de este país una potencia nuevamente»
En ese escenario, preocupan las protestas de los últimos días convocadas por parte de la CGT y organizaciones sociales como Barrios de Pie o Polo Obrero, cuyo líder, Eduardo Belliboni, ha desafiado a Bullrich («Si cortan nuestro camino, iremos por otro»). Aunque se autodenominan como marchas pacíficas, la ministra de Seguridad emitió un comunicado contundente sobre cortes de calle y piquetes, dejando claro que podría convocar a las Fuerzas Armadas si la cosa se salía de madre.
En el comunicado, el Ministerio de Seguridad afirma que «las cuatro Fuerzas Federales intervendrán frente a cortes, piquetes o bloqueos, ya sean parciales o totales. La ley no se cumple a medias: se cumple o no se cumple. Las Fuerzas podrán intervenir sin orden judicial, según lo determina el artículo 194 del Código Penal para los delitos en flagrancia».
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