Anna Paulina Luna, una exmodelo trumpista y amante de las armas llega al Congreso de EE.UU.
Esta hispana contraria a que se facilite el aborto y a que se restrinja la tenencia de las armas llega al Congreso de Estados Unidos por Florida y se perfila como la respuesta a la musa de la izquierda Alexandria Ocasio Cortez
¿Por qué las elecciones de medio mandato confirman la radical transformación de la política americana?

Un Capitolio en el que no faltan desde hace unos años la ambición y la controversia, se prepara para un pequeño temblor. A partir de enero, en un despacho en los pasillos de la Cámara de Representantes, habrá unas iniciales nuevas: APL, Anna Paulina Luna ... , la respuesta republicana a la musa de la izquierda Alexandria Ocasio Cortez.
Las dos nacieron en 1989, las dos son hispanas, las dos trabajaron como camareras antes de un estreno fulgurante en la política, arrollando en las primarias e imponiéndose en generales, y las dos dominan de forma magistral el arte de comunicar por las redes sociales. Y ahí acaban las similitudes. Luna llega a Washington con el apoyo expreso tanto de Donald Trump como de Ron DeSantis, gobernador de la Florida y nuevo referente republicano.
Es veterana de las Fuerzas Armadas, y sus imágenes son una mezcla de posados ante banderas de barras y estrellas, y con todo tipo de armas, incluidos rifles de asalto. A veces combina ambos, y en otras opta por uno de los uniformes femeninos conservadores por antonomasia: traje rojo, blanco o azul; tacones; collar de perlas.
Su equipo está tratando de que cuaje el acrónimo de sus iniciales, APL, en contraste con la otra latina que mueve masas: AOC, Ocaso Cortez.
En 2018, el influyente activista conservador Charlie Kirk contrató a Luna para que llevara el contacto de los grupos hispanos del grupo de acción política Turning Point USA, una organización de corte trumpista que organizó varios eventos en la Casa Blanca bajo el anterior presidente. Según dice Kirk, «APL contra AOC, va a ser divertido, sin duda».
Luna mezcla postulados tradicionales conservadores, como una firme oposición a que se facilite el aborto o a que se restrinja la tenencia de armas, con elementos más extremos, que no han tenido buen encaje en las elecciones parciales, como su insistencia en que las elecciones presidenciales de 2020 fueron fraudulentas.
Nació en 1989 en Santa Ana, una localidad de California. Su abuela materna emigró de México. Ella, de padre medio alemán, se alistó en la Fuerza Aérea a los 19 años, y después trabajo como modelo y camarera, antes de hallar algo de fama en Instagram. Su apellido de nacimiento era Mayerhofer, y cuando se casó, el de su marido era Gamberzky. En 2019, con los ojos puestos en ascender en política, tomó el apellido de su abuela materna, Luna.
«Aunque Elon Musk compró Twitter, todavía hay una censura masiva»
APL
En 2020 intentó ya ganar el escaño para la Cámara de Representantes, pero perdió frente al ex gobernador Charlie Crist. Este dejó el escaño para disputarle el gobierno del estado a Ron DeSantis, y en esta ocasión Luna se impuso con cierta holgura: 53% de votos frente al 45% de su competidor demócrata. Si los republicanos se hacen con el control de la Cámara de Representantes federal, algo que de suceder será por la mínima, se lo deberán en gran parte a que Luna haya podido hacerse con un escaño demócrata en un ciclo electoral no especialmente bueno para los conservadores.
Tras ganar el escaño el martes, Luna dijo que su prioridad será fiscal: la inflación, el precio de la gasolina, bajar la deuda. Aun así, también quiere centrarse en analizar si las plataformas tecnológicas censuran voces conservadoras: «Aunque Elon [Musk] compró Twitter, todavía hay una censura masiva y realmente no podemos ni siquiera empezar a tener discusiones sobre cómo resolver estos problemas que estamos enfrentando como país a menos que tengamos un acceso justo a estas plataformas, así que espero hacerlo en Washington».
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