Alemania prevé un flujo de refugiados sirios de ida y vuelta tras la caída de Al Assad
En Alemania viven más de un millón de exiliados de Siria, que celebran la victoria de los rebeldes mientras los expertos temen una radicalización islamista
Al Jolani, el yihadista que dobló el pulso a Al Assad y se presenta como opción en Siria
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Rashad Loulou, sirio residente en Essen, está pidiendo dinero prestado a los amigos para volver a Siria. El pasado fin de semana participó en una manifestación en Dortmund por «una Siria en paz y de todos, sin importar su religión o ... etnia», y está deseando regresar para reencontrarse con lo que queda de su familia, perseguida por el régimen de Assad. «Soy alemán y sirio, pero hace años que no tengo esta sensación de libertad», se alegra. Leen Faour, que celebra la liberación de su ciudad natal, Hama, se felicita igualmente por el hecho de que «no teníamos libertad, ni democracia, por fin podemos regocijarnos».
El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán describe también la caída de Assad como un «suspiro de alivio», pero advierte contra una posible escalada de la violencia y llama a «la protección de las minorías en el país«. A pesar de que los yihadistas han prometido respeto al culto cristiano y a sus propiedades en las primeras horas de su llegada al poder, las autoridades alemanas no descartan que más adelante den inicio a una persecución, que podría dar lugar a una nueva ola de refugiados.
En Alemania viven oficialmente 923.815 refugiados sirios y, si se añaden los que han ido entrando ilegalmente en el país desde 2015, la cifra podría superar fácilmente el millón. Alemania prevé, de hecho, nuevos movimientos migratorios en ambos sentidos, puesto que muchos de los refugiados sirios podrían ahora querer regresar a su país.
«El gobierno federal sigue de cerca los rápidos cambios en la situación en Siria», dice una portavoz del Ministerio de Interior. Sin embargo, matiza que «aún no es posible predecir si esta situación dará lugar a movimientos de refugiados dentro o fuera de la región, pero está claro que cambian las condiciones». El gobierno alemán lleva mucho tiempo intentando deportar a delincuentes graves y personas peligrosas de vuelta a Siria, pero legalmente solo es posible «si la situación de seguridad en el lugar lo permite, se cumplen todos los requisitos legales y existen posibilidades reales de llevar a cabo medidas de deportación en colaboración con las autoridades locales», explica el portavoz. Además, anuncia que «en la revisión de cada caso se tendrán en cuenta los acontecimientos actuales y las nuevas condiciones».
Gerald Knaus, fundador de European Stability Initiative, considera estos acontecimientos como un posible punto de inflexión para Europa. «Habrá más caos», ha escrito en X, pero es difícil imaginar algo peor que el período transcurrido desde 2011 bajo el gobierno de Assad, con bombardeos rusos y terror del Estado islámico». «Esto también podría ser una buena noticia para los refugiados sirios, primero en el Líbano, Jordania y Turquía, y luego también en Europa. Daría a los próximos gobiernos de Alemania y Austria la oportunidad de reducir drásticamente el número de solicitantes de asilo procedentes de Siria».
Se trata de un colectivo que no ha dejado de fluir hacia Alemania. Solo entre enero y noviembre de este año, unas 75.000 personas procedentes de este país han solicitado asilo, un tercio del total. Los analistas menos optimistas, como Peter Naumann, del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política, prevén sin embargo el movimiento contrario: «¿Habrá una calma para que los refugiados puedan regresar a Siria? ¿O la guerra civil estallará de nuevo y aún más personas intentarán huir de Siria? Me temo que lo último es lo más probable».
Reconciliación
El grupo parlamentario de la CDU en el Bundestag ve una oportunidad para que los refugiados sirios regresen a su tierra natal. Alemania debe «intentar influir en el destino futuro de sus socios en la región, especialmente Turquía. Turquía desempeña un papel clave. El gobierno de Scholz cometió un grave error al no preocuparse lo suficiente por Turquía y no buscar un diálogo estratégico», denuncia el vicepresidente del grupo parlamentario, Johann Wadephul. A su juicio, «la reconciliación sostenible en Siria, ese debe ser nuestro objetivo a largo plazo, una situación en la que los refugiados, que principalmente han huido del régimen de Assad, regresarían a Siria».
Wadephul expresa también su preocupación por la milicia Hayat Tahrir al-Sham: «Bashar al Assad es responsable de las violaciones internas de derechos humanos más brutales. Era un dictador a merced de Moscú y Teherán y el hecho de que ya no esté en el poder es bueno. Pero también me preocupan los otros grupos, incluido Hayat Tahrir al Sham (HTS), Organización para la Liberación del Levante, clasificado con razón como organización terrorista por la UE. No está claro qué pasará con Siria bajo su supuesto liderazgo».
A la hora en que se conocía la toma de la capital siria, centenares de personas se reunían anoche ante la panadería Damasco, en el berlinés distrito de Neuköln. Algunas de ellas vitoreaban al HTS y se escucharon gritos yihadistas.«La guerra no es fácil, pero la paz es más difícil», dice Hassan al Aswad, de la Alianza Democrática Siria, un abogado natural de abogado de Daraa que ahora vive en Hannover y ha pedido a sus compatriotas en un vídeo que «perdonen a aquellos que formaban parte del antiguo sistema pero no cometieron crímenes graves». «El país no debe caer en manos de otros radicales ahora, no importa de qué disfraz», subraya la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, quien exige «protección integral para los kurdos, los alauitas y los cristianos».
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