Alemania y Francia ven el alto el fuego anunciado entre Rusia y Ucrania como un «primer paso»

Con esta reacción, se han esforzado por visualizar que los países europeos están también implicados en el proceso de paz. «Ambos hemos seguido con atención la conversación telefónica entre el presidente Trump y el presidente Putin, también hemos tenido contacto mientras tanto conjuntamente con el presidente Zelenski y con Estados Unidos, por lo que hemos podido hablar entre nosotros inmediatamente antes de la conferencia y ambos estamos de acuerdo en que la paz en Ucrania debe ser ajustada a derecho y duradera», ha dicho Scholz, para quien »el alto el fuego ahora anunciado para la infraestructura energética puede ser un primer paso importante en ese camino y lo mismo se aplica a las negociaciones iniciales para un alto el fuego marítimo, pero el siguiente paso debe ser un alto el fuego completo en Ucrania, lo más rápidamente posible». Ambos han estado de acuerdo además en reafirmar el apoyo de sus países a Ucrania y en insistir que Ucrania necesita una paz «duradera», que no terminan de ver en el actual anuncio.

Los jefes de Gobierno de Francia y Alemania hacían estas declaraciones en la Cancillería de Berlín, después de una reunión de hora y media en la que han estado preparando la próxima cumbre europea. Tras las breves declaraciones, Macron se ha dirigido a un restaurante donde le está esperando el ganador de las elecciones alemanas del 23 de febrero, Friedrich Merz, para cenar juntos y hablar discretamente de defensa. Inmediatamente después de las elecciones, el conservador Merz viajó a París para reunirse allí con Macron en el Elíseo. Estos dos encuentros excepcionales con un canciller todavía no investido por el Bundestag son un claro síntoma de la excepcional situación que atraviesa la seguridad europea. El mensaje que desean subrayar es que Alemania y Francia se rearmen, que Europa se rearma y que Francia y Alemania jugarán un papel principal en este proceso.

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Merz ha recibido al presidente de Francia apenas unas horas después de que el Parlamento alemán haya votado la reforma de la Ley Fundamental que permitirá un gasto ilimitado en defensa y por tanto con herramientas en la mano para ir concretando los proyectos de rearme. Scholz se ha fererido a la votación del Bundestag como «importante, correcta y proporcionada», mientras que Macron ha celebrado que Alemania esté ahora en condiciones de hacer una aportación significativa a la nueva defensa europea.

Esta «decisión histórica» permite importantes inversiones y más gasto en defensa: «lo necesitamos», ha asegurado. Dos días antes de la cumbre de la UE, Macron ha hablado con Scholz y con Merz sobre disuasión nuclear y sobre el posible paraguas nuclear francés, del que podría beneficiarse el territorio alemán. Alemania no puede desarrollar ni poseer armas nucleares propias debido a restricciones legales, como el Tratado Dos más Cuatro firmado durante la reunificación alemana en 1992. Participa en el programa de «compartición nuclear» de la OTAN, lo que significa que bombas nucleares estadounidenses están almacenadas en territorio alemán, y la Bundeswehr proporciona aviones que podrían transportarlas en caso de emergencia. Merz se ha mostrado abierto a la posibilidad de que Francia sustituya el papel de las armas estadounidenses, en caso de que Donald Trump decida retirarlas o en el marco del proceso de soberanía de defensa de la UE. «En vista de la situación actual, es imperativo que hablemos de estos temas no solo con Francia, sino también con Gran Bretaña. Junto con los Estados Unidos, se trata de un paraguas común de defensa nuclear para Europa», ha dicho el conservador alemán.

Por otra parte, aunque Macron quiere financiar el rearme relámpago de Europa a través de los eurobonos, los alemanes muestran reticencias. También han hablado los tres, en las dos reuniones sucesivas, del «Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea», que la Comisión Europea tiene previsto presentar el miércoles. Se trata, por ejemplo, de los sistemas conjuntos de defensa antiaérea. El objetivo es que los Estados de la UE den preferencia a los equipos militares europeos, que la industria armamentística se incremente más rápidamente y que se faciliten los procedimientos de licitación de armas y municiones. En este punto, todos están de acuerdo y Scholz ha enfatizado la necesidad de «facilitar» la conexión entre los fabricantes de armamento y los gobiernos.