El adiós de Costa a los socialistas portugueses, marcado por las sospechas de prevaricación

En el foco está la aprobación en el Consejo de Ministros del nuevo Régimen Jurídico de Urbanización y Edificación, incluido en el nuevo conjunto de leyes públicas de vivienda

La Fiscalía de Portugal investiga de forma independiente al primer ministro portugués, el socialista António Costa, por corrupción

El Primer Ministro Antonio Costa durante el XXIV Congreso Nacional del Partido Socialista, en Lisboa EFE

Tomás Guerreiro

Lisboa

«No voy a hablar con los tribunales a través de los medios de comunicación», dijo António Costa sobre las sospechas de prevaricación difundidas por los medios, horas antes del 24º Congreso Nacional del Partido Socialista en el pabellón de la Feria Internacional de ... Lisboa.

«Estaré encantado de aclararlo todo ante los tribunales», respondió a los periodistas al entrar en el recinto, entre los aplausos de 3.000 militantes. Horas antes, se supo que el primer ministro dimisionario António Costa es considerado por la Fiscalía sospechoso de prevaricación. El caso está ante el Tribunal Supremo de Justicia.

La sospecha se refiere a la aprobación en el Consejo de Ministros de octubre del nuevo Régimen Jurídico de Urbanización y Edificación, incluido en el nuevo conjunto de leyes públicas de vivienda, en concreto la simplificación de «la concesión de licencias en materia de urbanismo, ordenación del territorio y industria».

La Fiscalía se sustenta en escuchas telefónicas entre el ex ministro João Galamba y Tiago Silveira (coordinador de la simplificación de licenciamiento) en las que se negocian los detalles de la legislación con Oliveira Neves, administrador de Start Campus. Así, se aceleraría la construcción del centro de datos, que se beneficiaría de la nueva ley, y se prescindiría de cualquier trámite de licencia urbanística.

Noche de despedida

Esta polémica fue evitada en la noche de despedida de António Costa de la dirección del PS después de nueve años, con muchos abrazos de sus ministros y secretarios de Estado, y partidarios de peso en las primeras filas. Sentado junto a Carlos César, presidente del partido, antes de subir al escenario, un gran plasma emitió un vídeo promocional de su trayectoria política.

«Quiero empezar saludando al nuevo secretario general del PS y deseándole toda la felicidad del mundo», fue la primera frase de Costa. «Hemos creado una oportunidad de gobernabilidad a la izquierda y los muros no deben volver», dijo, elogiando el compromiso de Portugal en alcanzar la neutralidad carbónica en 2045, destacando las nuevas libertades de género, el avance de la descentralización, el fin de la austeridad, el aumento de los salarios y el crecimiento económico.

Al final de su discurso, respondió a la exclamación hecha hace nueve años por Pedro Passos Coelho, su antecesor, que dijo que «venía el diablo», refiriéndose a la 'geringonça'. «El diablo no vino», exclamó Costa, porque el «diablo es la derecha y los portugueses no votaron en la derecha».

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