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Ai Weiwei tiene diez días para pagar 1,7 millones de euros a China por evasión fiscal

El famoso artista y disidente, que acaba de inaugurar una exposición «en ausencia» en Taiwán, se niega a abonar la multa si las autoridades no le devuelven sus libros de contabilidad

Ai Weiwei tiene diez días para pagar 1,7 millones de euros a China por evasión fiscal AP

PABLO M. DÍEZ

El famoso artista y disidente chino Ai Weiwei , que estuvo casi tres meses detenido y ha sido acusado de evasión fiscal , tiene diez días para pagar a la Hacienda de su país 15 millones de yuanes ( 1,7 millones de euros ). Según informa la agencia AP, así lo ha anunciado este martes el propio artista, quien ha recibido una notificación oficial del fisco chino que se ha negado a aceptar. En caso de no abonar esta multa e impuestos atrasados impagados, Ai Weiwei podría sufrir un nuevo arresto como el que ya le tuvo desaparecido desde principios de abril hasta finales de junio.

Ai Weiwei no pagara hasta que pueda revisar los libros de contabilidad de su empresa

Pero el célebre creador, uno de los asesores estéticos del estadio olímpico “El Nido” de Pekín, insiste en que no abonará ni un yuan hasta que pueda revisar los libros de contabilidad de su empresa , que fueron requisados por la Policía y aún no le han sido devueltos. Las autoridades anunciaron en su día que confesó su delito mientras estaba incomunicado y alejado de su abogado, pero sus familiares insisten en que no ha desfalcado impuestos y que su persecución legal se debe a sus críticas al Gobierno .

Erigido en la voz más combativa contra el autoritario régimen de Pekín, Ai Weiwei acaba de ser nombrado la persona más influyente en el mundo del arte en la lista que anualmente elabora la revista británica “ Art Review ”, que incluye también a galeristas, críticos, empresarios y expertos del sector.

Condición: no criticar

Aunque el artista fue liberado en junio con la condición de no salir del país ni criticar al régimen , en los últimos tiempos ha vuelto a la carga con mordaces comentarios en internet y denunciando las cada vez mayores diferencias sociales que está generando el frenético desarrollismo chino.

Ai Weiwei inauguró «en ausencia», una exposición en Taiwán, la isla reclamada por China

Para colmo de provocaciones, la semana pasada inauguró “en ausencia” una exposición en Taiwán , la isla que permanece separada de China desde el final de la guerra civil (1945-49) y cuya soberanía es reclamada por Pekín. Confinado en su estudio, Ai Weiwei dio instrucciones diarias a través de correos electrónicos al Museo de Bellas Artes de Taipei para montar una exhibición de 21 obras que incluyen fotografías y 12 cabezas de bronces que representan el horóscopo chino. Como plato fuerte de la muestra, aparecen un millar de bicicletas apiladas en diferentes niveles que simbolizan la rapidez de los cambios sociales –que no políticos– que sacuden al gigante asiático.

“La ausencia es parte de mi arte, mi cartera y mi estado cultural”, justifica el autor el forzoso vacío de su presencia en los folletos de la exhibición. Para acallar sus críticas, el régimen chino ha intentado silenciar a Ai Weiwei con un kafkiano proceso judicial , pero su influencia sigue más activa que nunca en el resto del mundo.

El «cadáver» de Ai Weiwei

Obra del también artista chino He Xiangyu , una hiperrealista escultura con su supuesto cadáver está causando un gran revuelo en la ciudad alemana de Bad Ems , donde numerosas personas han avisado a la Policía al creer que se trataba de un muerto de verdad. De esta manera tan irónica y llamativa, otros colegas recuerdan la censura impuesta a Ai Weiwei por su compromiso político contra el autoritarismo y a favor de las libertades.

En diciembre, el estudio de Ai Weiwei en Shanghái fue demolido

Desde que el orondo y barbudo creador, de 54 años e hijo de un poeta represaliado durante la “Revolución Cultural”, empezó a señalarse por sus críticas políticas y ácidos comentarios en Twitter , donde tiene más de 70.000 seguidores pese a la censura que bloquea esta red social junto a Facebook y Youtube, las autoridades no han parado de acosarlo. Hasta tal punto que llegó a anunciar su intención de emigrar a Alemania para continuar con su obra.

En diciembre, su estudio de Shanghái fue demolido y en enero se canceló su primera gran exposición en China . En 2009 tuvo que ser operado de urgencia después de que la Policía le golpeara en la cabeza por denunciar el derrumbe masivo de escuelas en el terremoto de Sichuan por la corrupción. Alarmado por las revueltas a través de internet que han sacudido este año a los países musulmanes, el régimen de Pekín ha endurecido la represión y lanzado un serio aviso a la disidencia poniendo en la diana a figuras tan prominentes como Ai Weiwei.

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