Tensión en el canal de la Mancha y en los puertos de Dublín y Dover
Algunas empresas de ferries prevén aumentar sus rutas a Francia y España

La industria del transporte es una de las más preocupadas por las consecuencias que pueda tener el divorcio definitivo entre Reino Unido y la UE a partir del 1 de enero. Y es que a menos de dos semanas de que acabe el periodo ... de transición del Brexit, la incertidumbre sobre lo que va a ocurrir en las fronteras es máxima, sobre todo entre quienes transportan productos perecederos. «Existe un gran temor entre los transportistas que van con todo tipo de productos frescos (carne, pollo, aves) de no obtener una reserva» en los ferries directos que van hacia el continente europeo, según expresó el presidente de la Asociación Irlandesa de Transporte por Carretera, Eugene Drennan, ante el comité de transporte del Parlamento irlandés. Drennan detalló que puede que no haya suficiente capacidad en los barcos si la «ruta clave a través de Gran Bretaña» se congestiona después del Brexit y advirtió que los transportistas se enfrentan a una auténtica «pesadilla logística». El comité parlamentario también escuchó la opinión de las compañías navieras Brittany Ferries y DFDS, que temen una congestión del tráfico en el puerto de Dublín debido a los nuevos controles fronterizos que entraran en vigor en solo 15 días.
Medicamentos
Aidan Coffey, director de rutas irlandesas de DFDS, aseguró que la capacidad de sus ferries está a punto de ser superada debido a la gran cantidad de reservas anticipadas que tienen, mientras que el director ejecutivo de Brittany Ferries, Christophe Mathieu, manifestó que están considerando aumentar sus servicios desde Cork y Rosslare a Francia y España después del Brexit, ya que se prevé una mayor demanda de las compañías para evitar el puente terrestre británico, y además urgió al gobierno a que considere trabajar mano a mano con las compañías para dar prioridad al transporte de medicamentos y otros bienes esenciales como una forma de «mitigar los riesgos de escasez en las primeras semanas».
También hay preocupación en el puerto de Dover, sobre todo después de que el Gobierno británico rechazara una solicitud de financiación de 33 millones de libras esterlinas (36,4 millones de euros) y aportara solo 33.000 libras (unos 36.000 euros) para hacer frente a los cambios que serán necesarios debido a las nuevas y más estrictas reglas de movimiento de personas y mercancías, según el director del puerto. «Sin esta financiación, la transición será más complicada de lo que ya es. Estamos tratando de superar el período de mayor incertidumbre que han experimentado estas instalaciones», dijo a la BBC el director ejecutivo del puerto de Dover, Doug Bannister, quien añadió que la falta de dinero podría provocar «más retrasos».
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