Lluvia de palos, patadas y puñetazos a un grupo de cazadores suecos en Túnez

No eran mercenarios suecos contratados por la familia de Ben Alí, sino un grupo de cazadores con muy poca puntería para moverse en un estado de excepción. Doce ciudadanos suecos que pasaban una temporada en el sur de Túnez en un safari han sido objeto de una monumental paliza en la capital, cuando trataban de tomar un vuelo de regreso a su país.

La desgraciada decisión se tomó ayer por la tarde. El grupo abandonó el hotel cuando arreciaban los tiroteos en la capital, y contrató tres taxis para viajar al aeropuerto internacional de Túnez-Cartago. Un control policial observó las armas de caza junto a sus maletas, y antes de mediar palabra sometió a los turistas suecos a una lluvia de palos, patadas y puñetazos.

Los desafortunados suecos regresaron al hotel Africa Túnez, donde se concentra gran parte de la prensa, llenos de contusiones, hinchazones en la cara y ojos amoratados. Una denuncia ha sido cursada, pero en el actual estado tiene pocos visos de tener éxito.