El primer ministro sirio deserta para unirse «a la Revolución»

El primer ministro, Riad Hijab , nombrado el pasado mes de junio, ha desertado para unirse «a la Revolución», según ha explicado su portavoz. La televisión estatal había informado anteriormente que había sido el régimen sirio el que había decidido prescindir de Hijab. La decisión del régimen llega mientras las tropas leales a Assad preparan el asalto definitivo a Alepo para echar a los rebeldes de la capital comercial del país, que en los últimos días ha sido bombardeada insistentemente por el Gobierno. El cargo será ocupado por el hasta ahora viceprimer ministro Omar Ghalawanyi , según el canal de televisión oficial.

El opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) ha asegurado, por su parte, que Hijab ha desertado del régimen y ha abandonado el país rumbo a Jordania. Hijab, exministro de Agricultura, fue nombrado tras las elecciones legislativas de mayo, cuando se convirtió en el segundo primer ministro de Assad en quince meses .

En Damasco , una bomba ha sacudido este lunes la sede de la televisión pública, principal vehículo de propaganda del régimen. El ministro de Información, Omran Zoabi , explicó en una entrevista difundida justo después del ataque que ninguna de las víctimas del ataque presentaba heridas graves y la cadena ha seguido retransmitiendo con normalidad. «Estoy en el [...] edificio de la radiotelevisión. Todo funciona y seguirá funcionando. Tenemos muchos estudios y equipos», ha añadido el responsable.

Las tropas del Gobierno luchan en la capital por acabar con el último bastión rebelde, a pesar de que días antes había asegurado tener controlada por completo la situación en Damasco. En Alepo continúan los bombardeos y los tiroteos en varios barrios.

El CNS ha denunciado la «masacre» cometida en la provincia de Hama por leales del régimen, con unas 40 víctimas mortales, según un comunicado. El principal grupo opositor acusa a las tropas de Assad de perpetrar esa matanza en la localidad de Harbnafsa , de unos 8.000 habitantes. Explica en la nota que carros del Ejército y miembros de la shabiha, los matones del régimen, patrullaron la ciudad durante más de cinco horas, antes de lanzar el ataque, que dejó unos 120 heridos, varios graves.