Sarkozy busca «franceses de diversidad» para ganar las elecciones
El presidente francés hace campaña intentando conseguir el apoyo de negros y musulmanes franceses

Por vez primera en la historia política de Francia, un presidente de la V República, Nicolas Sarkozy , hace campaña electoral intentando conseguir el apoyo de los negros y musulmanes franceses, “franceses de la diversidad” , cuyo voto puede ser decisivo en las presidenciales del 22 de abril y el 6 de mayo próximos.
El domingo, en Villepinte (periferia norte de París), entre los jóvenes que vestían camisetas blancas, luciendo un orgulloso “Jóvenes con Sarkozy”, había una gran cantidad de jóvenes franceses negros. El miércoles, en París, Nicolas Sarkozy visitó la Gran Mezquita de la capital, para “rendir homenaje a los musulmanes muertos por Francia”.
Se trata de iniciativas electorales sin precedentes . Sin duda, muchos presidentes, antes y después de la V República, rindieron muy distintos homenajes a los franceses de distinta raza y religión. Sin embargo, Sarkozy es el primero que está introduciendo a los negros y musulmanes franceses en el centro de una campaña electoral, presidencial .
Durante la campaña presidencial del 2007, Sarkozy ya dio un papel importante a la jovencísima Ramatoulaye Yade-Zimet , Rama Yade, francesa de origen senegalés, negra, que ha vuelto a la escena política conservadora, tras una etapa de “coqueteo” político con las familias centristas. Cinco años después, el fin de semana pasado, Sarkozy deseo que los jóvenes franceses negros ocupasen un espacio político muy visible en el mitin más importante de su campaña electoral, hasta hoy.
La de Sarkozy es una iniciativa electoral sin precedentes
La busca y “captura” del voto musulmán viene, para Sarkozy, desde muy lejos. Desde que dio un espaldarazo al muy oficial Consejo de los musulmanes de Francia, el colectivo de asociaciones que intenta “canalizar” políticamente a los musulmanes franceses.
En campaña electoral, imprevisible e incierta, los 5 o 6 millones de franceses musulmanes, y los 2.7 millones de negros franceses (1.1 millón, en los departamentos franceses de ultramar, y 1.6 millones en la Metrópoli) son un capital electoral nada desdeñable . Nicolas Sarkozy espera conquistar el voto de muchos de ellos. Cuando el resultado final, a primeros de mayo, pudiera jugarse en un pañuelo de poco más de un millón de votos, negros y musulmanes franceses pudieran influir de manera significativa en el voto final.
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