Las Pussy Riot intentan boicotear el juicio alegando falta de descanso en la cárcel
La jueza acusa a las jóvenes integrantes del grupo punk ruso de «violar el proceso», tras tener que llamar dos veces a los médicos. Los testigos de la acusación denuncian el profundo daño moral y espiritual provocado

Las jóvenes integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot , que están siendo juzgadas por «vandalismo» tras haber interpretado un show de protesta contra Putin en una catedral de Moscú, se han quejado durante la sesión de este miércoles de su frágil estado de salud, derivado de las malas condiciones en las que, según su testimonio, las mantienen retenidas en prisión provisional.
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«Apenas estamos conscientes, casi no dormimos, hoy no hemos dormido nada », ha asegurado una de las acusadas, Nadezhda Tolokónnikova, que además del cansancio que sufren se ha quejado de la insufiente alimentación que les suministran y ha calificado de «ilegítimo» el proceso que se sigue contra ellas. «No podemos participar en plenitud de condiciones» en las sesiones, añadió Tolokónnikova, justo antes de que la presidenta del tribunal requiriese por segunda vez la presencia de los médicos en la sala, después de que las jóvenes dijesen sentirse mal.
Atención médica
«¡Nos negamos a participar en un proceso ilegítimo, pedimos a los ujieres que nos saquen de aquí!», protestó María Aliójina, después de que la magistrada rechazase su petición de reducir la duración de las vistas. «Los médicos os han examinado, estáis violando el proceso judicial», respondió la jueza Marina Syrova, que protagonizó tensos intercambios con la defensa de las integrantes del grupo, que provocaron que la abogada Violetta Volkova abandonase la sala bruscamente gritando: «¡Esto no es un juicio!».
Los abogados de las Pussy Riot se han quejado varias veces de que a sus clientas las obligan a levantarse a las cinco de la mañana y las tienen luego varias horas en pequeños espacios sin ventilación antes de ser trasladadas al tribunal, en el que asisten a vistas que han llegado a durar más de 12 horas.
Aliójina se quejó el lunes de sufrir «vértigos», tras la primera sesión del juicio, que finalizó más tarde de las diez de la noche. El miércoles, se volvió a sentir mal por un « bajón de azúcar brutal , debido a que es vegetariana», explicó uno de sus abogados. Los médicos le pusieron entonces «las inyecciones necesarias».
Daño moral
Las tres acusadas se declararon el lunes inocentes y aseguraron que no querían ofender a nadie, incluidos los cristianos, sino denunciar la situación política y promover cambios en ese sentido. En la sesión de este miércoles, sin embargo, un testigo las acusó de «declarar la guerra a Dios y a la Iglesia Ortodoxa Rusa». « Son lobos con piel de cordero . Ellas mismas se han abierto las puertas del infierno. La idea del paraíso y el infierno es tan real como el metro de Moscú», ha dicho Oleg Ugrik, que reconoció sin embargo que no estaba en la iglesia cuando tuvo lugar el incidente, sino que se presentó voluntariamente a declarar ante la Fiscalía.
A pesar de ello, el testigo se ha manifestado en contra de condenar a las tres acusadas a una pena de cárcel, ya que eso únicamente aumentaría su popularidad y la del vídeo, que ya ha sido visitado por cientos de millones de personas en Youtube.
Los nueve testigos citados por la acusación, entre los que figuran tres guardias de seguridad y cuatro empleadas, aseguraron que la actuación de Pussy Riot les causó un profundo daño moral y espiritual, y se niegan a perdonar a las acusadas .
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