Al Qaida divide al integrismo somalí
Pese a anunciar recientemente su adhesión a la red terrorista de Ayman al Zawahiri, las luchas internas por el liderazgo en Al Shabab amenazan con finiquitar a la principal milicia islamista de Somalia
Apenas cinco años de vida y no pocos tiros en el pie. Desde que en 2007 su nombre comenzara a popularizarse en los foros islamistas, la milicia de Al Shabab se ha convertido en fiel reflejo (también en sus propias carnes) de la anárquica lucha de poder a la que se enfrenta Somalia.
En este corto espacio de tiempo, el liderazgo del grupo rebelde ha descansado en hasta cuatro comandantes. Algunos, fallecidos en combate (como Aden Hashi Farah “Ayrow”), otros, caídos en desgracia (caso de Sheikh Ibrahim al Afghani).
Sin embargo, es ahora, recién anunciada su adhesión a la red terrorista de Al Qaida, cuando la bicefalia amenaza con finiquitar al mayor representante del integrismo somalí .
Según reconoce Emmanuel Chirchir, portavoz de la ofensiva que el Ejército keniano mantiene en Somalia, esta semana, Sheikh Ali Mohamud Rage “Ali Dhere” (considerada la voz pública de Al Shabab) habría cruzado a Yemen junto a 300 de sus combatientes, tras incrementarse sus desavenencias con el actual líder del grupo, Ahmed Abdi Godane, sobre el futuro de la organización.
La salida de “Ali Dhere” se produce tan solo unos días después de que otra cara conocida del islamismo somalí, el clérigo radical Sheikh Hassan Dahir Aweys, atacara duramente al propio Godane, y al resto de la cúpula de Al Shabab, acusándolos de haber monopolizado la “jihad” en función de sus intereses, así como de extender internacional del conflicto de Somalia mediante la matanza de inocentes.
El peso de Aweys no es menor. Considerado el “jihadista” más importante de la región y una clásica figura antagónica en Somalia, este clérigo fundó a comienzos de 2009 la milicia de Hizbul Islam, grupo armado que debía servir de alternativa a la ideología extrema de Al Shabab.
Sin embargo, solo un año y medio después y tras numerosas derrotas en el campo bélico y moral, Aweys era obligado a firmar un documento en el que anunciaba su adhesión a Al Shabab. Y más doloroso aún, su figura quedaba degradada a la de simple “guerrero” del movimiento, mientras que Godane asumía la categoría de ayatolá o líder supremo en la “guerra santa” de Somalia.
Una herida pública, gangrenada desde entonces, y que en febrero pasado volvía a abrirse tras la adhesión pública de Al Shabab a la red terrorista de Al Qaida: En un vídeo de 15 minutos, Godane juraba entonces lealtad “con el libro de Dios y la 'sharia' de su profeta, y obediencia en la orientación y en la obligación”. Demasiada sumisión para Aweys.
Grupo no homogéneo
“La reciente campaña bélica iniciada por el Ejército keniano en territorio somalí ha hecho especial daño a las fuerzas rebeldes, quienes venderán su alma al diablo si es necesario para sobrevivir”, asegura el ex ministro de Seguridad somalí, Abdisalam Xaji Adan.
Para Adan, la alianza Al Shabab-Al Qaida tan solo es “un grito desesperado” ante sus últimas derrotas.
Salida a la desesperada o no, en los últimos meses, la crisis de identidad de Al Shabab parece ser más que evidente. Primero, tras la muerte el pasado mes de junio de Fazul Abdullah, presunto líder de Al Qaida en Somalia, y sobre todo, ante el debate interno abierto en las filas de la milicia sobre la idoneidad o no de continuar el bloqueo hacia la ayuda humanitaria .
No en vano, durante los meses más cruentos de la hambruna, varios de sus generales entablaron negociaciones -desoyendo al propio líder Godane- con organizaciones internacionales para permitir la llegada de suministros de urgencia a los afectados por la crisis.
“Al Shabab no es un solo grupo homogéneo, sino muchos. Algunos más extremistas que otros”, destaca el ex ministro.
La circunstancia ya quedó demostrada a mediados de marzo, cuando Abu Mansour al Amriki -uno de los comandantes de mayor renombre del grupo-, aseguró en un vídeo temer por su vida ante las desavenencias con la cúpula militar sobre la interpretación de la ley islámica . Pese a que la veracidad de la emisión fue desmentida por Al Shabab, desde entonces se desconoce el paradero de este militante de origen estadounidense.
Porque los tiros en el pie, a veces son mortales.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete