El presidente lombardo cree «planeado» el choque contra la torre Pirelli
El presidente de la región italiana de Lombardía, Roberto Formigoni, aseguró ayer que el impacto de la avioneta contra el rascacielos Pirelli de Milán, ocupado enteramente por el Gobierno regional, «fue una colisión voluntaria. Este señor fue más preciso que Mohammed Atta contra la segunda Torre de Nueva York». El alcalde de la ciudad, Gabriele Albertini, comparte la sospecha.
ROMA. Una vez descartada la hipótesis inicial de terrorismo, la investigación pasó a la magistratura de Milán y a la Policía, segun la cual «tanto la hipótesis de accidente como la del suicidio son igualmente válidas en estos momentos». El impacto de la avioneta en el centro del piso 26 causó la muerte a dos abogadas del servicio jurídico de la región de Lombardía, que se habían quedado trabajando después del horario habitual. La práctica totalidad de la veintena de heridos está fuera de peligro.
La Policía italiana confirmó que el veterano piloto del monomotor Rockwell Air Commander, Luigi Fasulo, de 67 años, tiene un historial de contrabandista de relojes, joyas y obras de arte; usura, tráfico de divisas y blanqueo de dinero, delitos relativamente frecuentes en el área fronteriza entre Lombardia y la Suiza italiana. La corrupcion de Italia y el secreto bancario de Suiza son el cóctel idela para favorecer estas actividades.
A petición de las autoridades italianas, la Policía francesa detuvo el viernes en Niza al estafador calabrés Sergio Landonio, que había robado 1.750.000 euros a Fasulo, su cómplice en la red de usureros, engañándole con cheques sin fondos extendidos contra cuentas en Austria por individuos de la mafia rusa. Junto con Landonio, la Policía francesa arrestó a otros tres cómplices, cuyos movimientos controlaban. El pasado mes de diciembre, la Policía italiana había detenido a otro miembro de la banda, el libanés Attar Radwan, de 54 años, experto en fraudes financieros y falsificación de cheques.
El general Andrea Fornasiero, ex jefe del Estado Mayor de la Aeronáutica Militar italiana y actual Inspector de Transporte Aéreo, dirige la investigación destinada a clarificar «si ha sido un acto deliberado o una trágica fatalidad. Depués de Nueva York, parece más plausible hablar de incidente deliberado, por espíritu de emulación, más que de fatalidad».
Mientras, los amigos y la familia continuán rechazando la posibilidad de suicidio, aunque un piloto que es también licenciado en medicina y experto en factor humano se manifestó seguro del impacto voluntario. Según Fabio Flenda, «la apertura manual del tren de aterrizaje se hace a una altura siempre superior a los 300 ó 600 metros y a baja velocidad, ya que la resistencia del aire lo hace más difícil. La avioneta impactó contra el rascacielos en el perfecto centro y a alta velocidad, con las alas perfectamente horizontales». El fiscal de Milán, Gerardo D´Ambrosio, que apoyaba la teoría del accidente, reconoció ayer que «todas las hipótesis pueden cambiar de un momento al otro».
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