Los padres de la ministra francesa de Exteriores hacían negocios con el clan Ben Alí
Alliot-Marie viajó con su pareja a Túnez invitada por un hombre de negocios próximo al presidente depuesto

Los padres de Michèle Alliot-Marie , MAM, firmaron varios acuerdos inmobiliarios en Túnez con el mismo hombre de negocios, relacionado con el «clan» Ben Alí, que invitó a la ministra de Asuntos Exteriores en un avión de una compañía de la que son accionistas otros familiares del presidente depuesto, considerados como «mafiosos».
Los viajes turísticos a Túnez en diciembre y enero de MAM y su pareja de hecho, Patrick Ollier, ministro de Relaciones con el Parlamento, se realizaron en un avión puesto a su disposición por Aziz Miled, presentado desde el primer día del escándalo como un «amigo de la familia».
Semanas más tarde, ha ido descubriéndose que, en verdad, Aziz Miled ha sido uno de los asociados de los dos «clanes» más o menos mafiosos que han controlado durante muchos años los negocios tunecinos, el «clan» Ben Alí, ex presidente, y el «clan» Trabelsí, integrado por los hermanos de la esposa de Ben Alí.
Se prestan a Aziz Milen acciones, participaciones e intervenciones de la más diversa naturaleza en grandes empresas (aeronáutica nacional, bancos) y operaciones con socios internacionales en proyectos inmobiliarios.
El semanario satírico Le Canard Enchainé descubre hoy que los padres de MAM la acompañaron en sus viajes turísticos a Túnez y aprovecharon las vacaciones de invierno para firmar varios contratos empresariales con Aziz Miled y entrar en el capital de una Sociedad civil inmobiliaria con grandes proyectos urbanísticos.
La ministra de Asuntos Exteriores ha respondido a las informaciones del Canard sin desmentirlas, poniendo el grito en el cielo: «Mis padres son mayores de edad, están en plena posesión de sus facultades mentales, y son muy libres de hacer los negocios que consideren oportunos».
Bernard Marie, antiguo árbitro internacional de rugby, antiguo diputado conservador por el departamento de los Pirineos Atlánticos y ex alcalde de Biarritz es, a sus ochenta y dos años, una personalidad famosa en el País Vasco francés. Sus negocios en Túnez corren el riesgo de precipitar nuevos y coloridos problemas políticos a su hija.
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