Obama elige a sus «sherpas» en los ministerios de Tesoro, Exteriores y Defensa
Los primeros pasos de la «era Obama» llegan con nombres familiares de los ocho años de la Administración Clinton
Obama elige a sus «sherpas» en los ministerios de Tesoro, Exteriores y Defensa
Algunos lo llaman ironías del destino. Otros, un movimiento inteligente. Pero en lo que todos coinciden —porque así lo dicta la historia— es que ningún presidente desde Franklin D. Roosevelt y la Gran Depresión ha enfrentado tantos desafíos como los que esperan a Barack Obama. Por eso el demócrata está siendo más rápido en anunciar nombramientos que ninguno de sus recientes predecesores (especialmente Bill Clinton, que hasta mediados de diciembre de 1992 no hizo público ningún cargo de su Administración).
«No tenemos un momento que perder», apuntó el presidente electo en su primer mensaje de radio. Y al parecer, no lo está perdiendo. De ahí viene la ironía: Obama ha acudido al antiguo equipo de Clinton para formar gobierno, empezando por su ex jefe de Gabinete, John Podesta, a quien el senador por Illinois pidió que se trasladara a Chicago en agosto para preparar el plan de transición. Así, la «era de Obama» llega con varios nombres heredados de los ocho años de Clinton en el poder. Los suficientes como para que una parte de la famosa lista original de «FOB» (Friends of Bill) pase a la nueva lista «FOB» (Friends of Barack). O más bien la «O-list», como han bautizado al círculo íntimo del futuro mandatario donde hay un poco de todo (clintonistas y nuevos rostros en la escena política nacional como los nombres fuertes de su campaña: David Axelrod, David Pouffle o la gran amiga del matrimonio Obama, Valerie Jarrett).
El hombre clave
Podesta —que apoyó a Hillary en las primarias y sólo le unía a Obama su ciudad, Chicago— es el más visible de los antiguos hombres de confianza de Clinton. Es difícil pensar en un demócrata en Washington con tanta capacidad de organización y que conozca tan bien la maquinaria interna del gobierno, dice de Podesta la prensa capitalina. Obama, por su parte, tenía claro que debía tomar decisiones clave en los 77 días que separan las elecciones de la toma de posesión. «Entendió que para tener éxito debía estar preparado», insiste Podesta, actual copresidente del equipo de transición.
De hecho, Obama nombró a su jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, dos días después de las elecciones. Y enseguida empezó a ocupar los 11.000 metros cuadrados de oficinas en el «downtown» de Washington para que una plantilla de 450 personas, con un presupuesto de 10 millones de euros (de ellos, más de la mitad vendrán de donaciones privadas), ponga a punto las operaciones del relevo de poder en la Casa Blanca. ¿Su objetivo? «Ofrecer organización, eficiencia, disciplina y transparencia al pueblo americano», subraya Jarrett, que también copreside este equipo de transición. En cualquier caso, y aunque sean muchos los nombres que circulan sobre el «quién será qué» en el inminente gobierno de Obama, sólo unos pocos han visto la ansiada y definitiva lista del primer presidente que sale del Congreso en casi medio siglo.
Paso a los veteranos
Las primeras tres áreas que ya tienen caras para guiar el proceso son los departamentos del Tesoro, Defensa y Estado. Al frente del equipo de relevo para el Tesoro están Josh Gotbaum, asesor de fondos de inversión que dirigió varios nombramientos en los años de Clinton, y Michael Warren, director de operaciones de Stonebridge International LLC.
Dos veteranos de la política exterior demócrata lidian con el Departamento de Estado. Thomas E. Donilon, de la firma de abogados O'Melveny & Myers, fue jefe de gabinete del primer secretario de Estado de Clinton, es amigo personal del vicepresidente electo, Joe Biden, y ayudó en la preparación de los tres debates presidenciales contra John McCain, como también hizo en la campaña de 1992. Wendy R. Sherman, por su parte, es socia de Madeleine Albright, segunda secretaria de Estado del último presidente demócrata. Sherman protagonizó papeles clave en ese departamento durante la era Clinton, como el fin del programa nuclear de Corea del Norte.
En cuanto a Defensa, el trabajo ha recaído en Michèle A. Flournoy, presidenta del Centro para una Nueva Seguridad Americana, ex asistente en el Pentágono con Clinton y una influyente voz en círculos militares, y John White. Este último preside la Escuela Kennedy para iniciativas hacia Oriente Medio de la Universidad de Harvard y fue subsecretario de Defensa entre 1995 y 1997, además de trabajar a las órdenes del presidente Carter.
Además, Obama ha elegido a Melody Barnes, Lisa Brown y Don Gipsa como co-responsables del plan para revisar las políticas y presupuestos de las agencias federales, así como contratar al nuevo personal.
Mientras continúan las malas noticias relacionadas con la crisis económica como el colapso de General Motors, analistas y prensa observarán todos los movimientos de Obama en las próximas seis semanas para determinar el cambio real que quiere llevar a Washington y definir la clase de presidente que será.
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