Naoto Kan admite que la situación en Fukushima «requiere vigilancia»
El plutonio detectado proviene de las barras de combustible, aunque las cantidades encontradas son bajas

El primer ministro de Japón, Naoto Kan , ha admitido este martes que la situación en la central nuclear de Fukushima-1, la más afectada por el terremoto del pasado 11 de marzo, «requiere vigilancia». En una rueda de prensa, el mandatario ha reconocido que le gustaría que los trabajos en la planta se desarrollaran con un mayor sentido de urgencia, ya que los niveles de radiactividad en las instalaciones se han disparado en los últimos días, debido a una fusión parcial de las barras de combustible de sus reactores.
Mientras, el presidente de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) de Estados Unidos, Gregory Jaczko , ha declarado durante su visita a Japón que la situación continúa siendo «grave» en Fukushima. El «desafío sin precedentes (que se da) ante nosotros continúa siendo grave y nuestros mejores expertos continúan estando plenamente comprometidos para ayudar a Japón a solucionar la situación». Con respecto a la presencia de plutonio en cinco puntos de la central detectada en la jornada de ayer, el portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano , dijo que es necesario vigilar la salida del elemento de la central, aunque añadió que la cantidad hallada hasta ahora es baja. Según Edano, el plutonio detectado ayer por operarios de Tokyo Electric Power (TEPCO) proviene de las barras de combustibles, debido a la composición de los elementos encontrados, aunque las cantidades encontradas son bajas. El Gobierno pidió que se analicen también los alrededores de la central de Fukushima Daiichi para determinar si el terreno contiene plutonio, después de que ayer se detectara pequeñas cantidades de este material en la planta. El plutonio es altamente tóxico y es mucho más peligroso para la salud humana que los isótopos radiactivos del yodo y el cesio encontrados hasta ahora. Sin embargo, los problemas continúan. Esta madrugada, los técnicos de TEPCO han hallado niveles muy altos de radiación en el agua de una zanja situada fuera de la zona de control de la central de Fukushima. Los índices medidos superan los mil milisievert por hora. Concretamente, la zanja se encuentra junto al edificio de turbinas del reactor dos. Tiene cuatro metros de profundidad y tres de anchura y dentro hay varias cañerías y cables del suministro eléctrico. Los empleados han querido garantizar que, si bien la zanja tiene 76 metros de largo y se aproxima a la costa, no se ha vertido agua contaminada al mar, informa NHK
Más de 11.000 muertos tras el seísmo
Esta madrugada, el último cómputo de la policía japonesa sobre el número de fallecidos por el terremoto y tsunami aumentó hasta los 11.063, mientras otras 17.258 personas se encuentran aún desaparecidas. Además, más de 200.000 personas siguen refugiadas en 1.900 centros de evacuación a raíz del desastre, que supone la peor crisis de Japón tras la II Guerra Mundial. Hay al menos 18.000 casas destruidas y más de 130.000 edificios dañados, sobre todo el las zonas costeras del noreste japonés, donde se esperan hallar más víctimas según avancen las labores de desescombro.
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