México somete hoy a examen los tres años de mandato de López Obrador
Estas elecciones de medio mandato, ensombrecidas por la violencia, son las más grandes hasta ahora

Casi 95 millones de ciudadanos están llamados a las urnas hoy en México en las que serán las elecciones más grandes del país tanto en número de votantes, como de cargos electos (21.000) y por los 150.000 candidatos. Estas elecciones suponen un test ... que valorará la acogida que ha tenido la gestión del presidente López Obrador durante estos tres años de mandato. El dato desalentador lo deja las 782 agresiones junto a casi un centenar de políticos muertos, que en un representativo 75% fueron acometidos hacia candidatos opositores al Gobierno de turno en cada estado que configuran la República mexicana. Lo que ha llevado a 18 aspirantes a retirarse de los comicios o a cambiar de residencia. Una lacra auspiciada por grupos criminales que se ceba sobre todo con candidatos municipales aún sin contabilizar la recta final de la campaña electoral.
Este domingo en México se renovarán los 500 diputados de la Cámara de Diputados, 15 de los 32 gobernadores de estado, 1.063 diputados estatales y 1.926 ayuntamientos. La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) que llegó este miércoles a Ciudad de México para vigilar los comicios ha implorado «erradicar el discurso violento y la retórica agresiva como recursos de la contienda política» en una visión general de los comicios.
Pese a la pandemia, las injerencias del López Obrador (AMLO) en el Poder Judicial y una fuerte desinversión en empresas privadas el mapa político de México podría cambiar, pero no de manera tan drástica como las pasadas elecciones presidenciales en las que 22 de los 32 estados transformaran su signo político.
La polarización de la política queda patente en los dos bandos que actualmente copan los 450 diputados de los 500 diputados de la Cámara. La alianza inédita formada por el PAN, PRI y PRD busca vencer a Morena generando un equilibrio en el Congreso para que no se repita los comicios de 2018 y sobre todo para que AMLO no abarque todo el poder. La alianza, denominada ‘Va por México’, destaca la autonomía del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial fortaleciendo el poder legislativo como contrapeso del poder ejecutivo.
Esto no quiere decir que no haya divergencias entre los tres partidos . El conservador PAN defiende «no regresar a esquemas de un presidencialismo autoritario» , en referencia a López Obrador. Aseguran que el Gobierno desprecia la inversión privada y la ciencia entretanto, desde el partido, abogan por una Fiscalía que combata la corrupción. Mientras coaligan con el PRD de izquierdas, en consonancia con los sindicatos.
El PRI deberá ganarse de nuevo la confianza perdida. El partido ha dado bandazos ideológicos a lo largo de sus 70 años en el poder, que le ha llevado a ser la tercera fuerza política con el 13% de los votos y 46 diputados. Al contrario que el presidente, están a favor de las energías renovables. Su candidato, Alejandro Moreno, ha acusado al Gobierno de bloquear candidatos generando desconfianza después de que la Fiscalía General de la República abriera una investigación en contra de su candidatura para gobernar el estado de Nuevo León. Pretenden impulsar activamente la transparencia y la rendición de cuentas, quizá como reacción al Gobierno de Peña Nieto. Un PRI que algunos daban por muerte después de las elecciones de 2018 podría convertirse en el segundo partido más votado tras Morena, que aglutinaría como voto útil el descontento por las medidas presidencialistas.
Caída de Morena
El otro bando político lo aglutina Morena junto al PT y PVEM que han dado lugar a la plataforma ‘Juntos hacemos historia’. El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se enfrenta a las elecciones acusada de «una intromisión a los procesos electorales , prohibida por dos artículos constitucionales» señalado por violar «29 de las 36 conferencias matutinas analizadas». Presumiblemente el partido del presidente López Obrador aunque, según las encuestas tendría un 43% de intención de voto, perderá 70 diputados, despidiéndose de la mayoría absoluta que mantenía gracias a su coalición de izquierdas con el Partido del Trabajo y los Verdes Ecologistas. El presidente basa su mandato en el dictamen ideológico denominado Cuarta Transformación, utilizando términos en desuso como la Independencia de España en 1821, la Reforma para la que se apoya en Benito Juárez y la Revolución que promulgó la Constitución.
El Partido del Trabajo (PT) moldeado por un maremágnum de asociaciones defiende «una sociedad autogestionada, socialista y ecológicamente sustentable» entretanto el PVEM (Partido Verde Ecologista de México) se ha declarado distante de la política tradicional mexicana «no votes por un político, vota por un ecologista» y con los que el propio Greenpeace ha tomado distancia.
Dentro del extenso mapa político de estas elecciones una candidatura sobresale por polémica: Félix Salgado Macedonio (Morena), acusado de cinco violaciones y financiamiento irregular, al que tuvo que sustituir su hija para la gobernación del estado de Guerrero (Acapulco) y que lidera el ránking con el 48% de los votos.
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