Menem, primer ex presidente constitucional detenido
Carlos Saúl Menem tuvo ayer el dudoso privilegio de convertirse en el primer ex presidente constitucional de Argentina en quedar bajo arresto domiciliario. Los 70 años cumplidos le han evitado la humillación de los barrotes de una celda, pero no han logrado librarle del procesamiento y detención como presunto jefe de una banda de contrabando de armas.

La familia menemista está de luto. Aunque cada día son menos, los incondicionales del marido de Cecilia Bolocco estaban desolados. Concentrados a las puertas de los Tribunales Federales, su airada protesta por la citación de su líder se transformó en lamento mudo al conocerse la decisión del juez Jorge Urso. El magistrado, a instancias del fiscal Carlos Stornelli, aceptó la tesis de la acusación que le señalaba como el jefe de una organización ilícita fundada para vender, como así fue, miles de toneladas de armas a Ecuador y Croacia cuando sobre estos países pesaba un embargo internacional. Delito no excarcelable, la pena mínima aplicable es de cinco años y la máxima de diez.
EL ARREPENTIDO
El efecto dominó en la cadena de arrestos de los miembros, organizadores y jefes de esa asociación arrancó el 5 de septiembre de 1998. Luis Sarlenga, ex titular de Fabricaciones Militares, dependiente del Ministerio de Defensa, fue el primero en quedar detenido. Considerado un arrepentido de la causa, el 6 de abril de este año, tras confesar cómo se realizaron las operaciones y apuntar hacia arriba, fue puesto en libertad. Como consecuencia de sus declaraciones, el ex cuñado de Menem, Emir Yoma, inauguró la primera celda de Campo de Mayo (provincia de Buenos Aires), tras ser detenido de madrugada en su casa el 7 de mayo, acusado de de ser uno de los organizadores. El siguiente en quedar privado de libertad, dos semanas más tarde, fue el múltiple ministro de Menem, Antonio Ermán González, al que se le atribuye el mismo delito. El miércoles, el ex jefe del Ejército, general Antonio Martín Balza, seguía sus pasos y ayer lo hacía el propio Menem, en calidad de jefe.
Actual presidente del Partido Justicialista (PJ), Carlos Saúl Menem declinó responder a interrogatorio alguno. En su lugar improvisó unas palabras y leyó un manifiesto exculpatorio, «una injusticia», dijo, donde reivindicaba su condición de ex jefe del Estado y su inocencia. Jorge Urso, el juez encargado del caso, se mostró complaciente con el acusado y le manifestó su respeto, antes de dictar su prisión preventiva. «este beneficio no es automático para aquellos procesados de 70 años o más, es facultativo del juez que suele atender a razones humanitarias. En el caso de Menem, se hubiera considerado una descortesía denegárselo al tratarse de un ex presidente», explica el abogado Martín Klimblerg.
«UN HECHO TRASCENDENTE»
El actual presidente, Fernando de la Rúa, consideró el arresto de su antecesor en el cargo «un hecho importante, de trascendencia», aunque rechazó entrar en valoraciones, ya que «lo importante es la independencia de la Justicia y la misión del Ejecutivo es defender esa independencia». Simultáneamente, De la Rúa recordó que la situación de Menem no es definitiva, «hay instancias sucesivas. No es el cierre del caso, tampoco el comienzo». La defensa de Menem puede apelar sucesivamente hasta llegar a la Corte Suprema. Sus abogados advirtieron ayer que no tenían intención de recusar al juez, así como tampoco de pedir la excarcelación de su defendido. No obstante, uno de ellos, interrogado sobre si creía que el acusado había tenido la oportunidad de la legítima defensa, respondió: «Considero que no».
Además de los testimonios incriminatorios para Menem, el juez tuvo en cuenta, como en el caso de Erman González, ex ministro de Defensa, la firma de tres decretos presidenciales (que también lleva la rúbrica de Cavallo) que fueron los que posibilitaron la triangulación de las armas.
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