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¿Por qué son tan importantes las elecciones municipales de Hong Kong?

Tras cinco meses de una revuelta democrática que ha desatado la violencia, los comicios a los consejos de distrito del domingo suponen un plebiscito para el Gobierno

Un manifestante utiliza su móvil dentro de la Universidad Politécnica de Hong Kong
Pablo M. Díez

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Nunca unas elecciones municipales captaron tanta atención internacional. Este domingo se votan los consejos de distrito de Hong Kong, órganos asesores del Gobierno local que no tienen verdadero poder político porque no pueden promulgar leyes, pero sí social por su implicación con los barrios que representan. Este año, su importancia radica en que suponen una especie de plebiscito al Ejecutivo de Hong Kong y a los partidos que lo apoyan después de cinco meses de protestas contra el autoritario régimen chino que han desatado el caos y la violencia. Debido a esta agitación social, los candidatos del denominado bando democrático esperan arrebatar el poder de los consejos de distrito a los pro-gubernamentales, demostrando en las urnas la fuerza de un movimiento que lleva manifestándose en masa desde junio. Estas son las claves de unos comicios que pueden resultar trascendentales para el futuro de Hong Kong y, por extensión, de China.

¿Cuánta gente vota y qué se elige?

A estas elecciones están llamados a votar cuatro de los siete millones y medio de habitantes de Hong Kong, antigua colonia británica que fue devuelta a China en 1997 y goza de más libertades que el resto del país. Desde las siete y media de la mañana hasta las diez y media de la noche, los electores votarán los 452 escaños que hay en juego en los 18 distritos de Hong Kong, que tienen más o menos concejales dependiendo de su población. A ellos se suman 27 concejales que son los presidentes de los comités rurales en la zona de los Nuevos Territorios, que representan a las comunidades nativas que vivían allí cuando el Reino Unido los ocupó. Para votar, en los colegios y centros públicos se están instalando 600 mesas electorales. Con respecto a los comicios de 2015, el electorado ha aumentado en medio millón de personas porque muchos jóvenes se han inscrito en el censo debido a la agitación política de los últimos meses. Aun así, el grupo mayoritarios son los votantes de entre 36 y 55 años (33 por ciento), seguidos de los que tienen entre 56 y 70 (29 por ciento) y los menores de 36 (24 por ciento).

¿Qué poder y presupuesto tienen los consejos de distrito?

Su función es más social que política porque consiste en asesorar al Gobierno en asuntos relacionados con el bienestar de los distritos, como obras públicas, tráfico y servicios comunitarios. Aunque su presupuesto es limitado, el Ejecutivo puede destinarles fondos para mejoras medioambientales y actividades culturales y recreativas. Tanto si se dedican a tiempo completo como parcial, los concejales de distrito cobran un sueldo público de 33.950 dólares de Hong Kong (3.915 euros), que se dobla para los presidentes y al que hay que añadir las dietas. Junto a su imbricación con las comunidades que representan, donde han desarrollado auténticas redes de clientelismo político, tienen cierto poder político porque 117 concejales de distrito forman parte del comité de 1.200 miembros que, representando a todos los sectores de la sociedad, elige al jefe ejecutivo de Hong Kong. En una votación interna entre los concejales, dichos puestos se eligen por mayoría simple y ahí radica una de las claves de su importancia: el bando que más escaños tenga se lleva los 117. Además, en esta legislatura del Parlamento local hay 24 diputados que son también concejales de distrito.

¿Qué candidatos se presentan?

Divididos en un amplio abanico de partidos, a estas elecciones concurren dos bandos: los pro-gubernamentales que apoyan al Ejecutivo local y al régimen de Pekín y los democráticos, que reclaman pleno sufragio universal para elegir el jefe ejecutivo y al Parlamento de Hong Kong. Aunque dicho sufragio universal es el objetivo último de la Ley Básica, que hace de “mini-Constitución” de Hong Kong, hasta ahora el jefe ejecutivo del Gobierno es seleccionado por un «comité de notables», la mayoría afines a China. Por su parte, solo la mitad de los 70 diputados del Parlamento se eligen por sufragio universal, mientras que los otros 35 son representantes de todos los sectores y gremios de la ciudad, también próximos a Pekín por sus intereses económicos. Entre los partidos pro-gubernamentales figura la Alianza para la Mejora de Hong Kong, donde milita el controvertido diputado y concejal de distrito Junius Ho. Considerado el político más odiado de la ciudad por los manifestantes, fue apuñalado a principios de este mes mientras hacía campaña. En el otro bando destacan el Partido Democrático y los Neodemócratas, pero los pro-gubernamentales tienen mayoría en todos los consejos de distrito por su gran implantación social. En las últimas elecciones, el bando democrático logró 120 consejeros, pero no pudo presentar candidatos a más de 60 circunscripciones que cayeron en manos pro-gubernamentales sin oposición. Para que eso no vuelva a ocurrir, y aprovechando la revuelta contra el Gobierno, los partidos democráticos han unido fuerzas y presentan candidatos en todas las 452 circunscripciones. Pero el activista más combativo y popular de Hong Kong, el joven Joshua Wong, ha sido vetado por defender la autodeterminación, ya que las opciones que vayan en contra de la Constitución china, como la independencia, no pueden concurrir a las elecciones.

¿Qué resultado se espera?

A tenor de las encuestas, que pueden equivocarse porque los electores no confiesan el voto por miedo al clima de violencia política, los partidos pro-gubernamentales más importantes, como la Alianza para la Mejora de Hong Kong y la Federación de Sindicatos, podrían caer hasta un 20 por ciento. Las formaciones que lideran el otro bando, como el Partido Democrático y el Cívico, se mantendrían estables y las nuevas opciones, como Demosisto de Joshua Wong y el Poder Popular, subirían mucho tras recibir el apoyo de los jóvenes por haber liderado las protestas contra el Gobierno.

¿Se pueden suspender las elecciones por la violencia?

Tras la escalada de las últimas semanas, con feroces batallas campales en las universidades que han dejado más de mil detenidos y unos 300 heridos, ese es el miedo que flota en el ambiente. Hasta el Gobierno ha dejado que caer que podría suspender los comicios si siguen los enfrentamientos de los manifestantes con la Policía y los cortes de calles y líneas de metro. Pero una cancelación avivaría las protestas, que parecen haberse calmado en los dos últimos días para que el domingo no hablen los cócteles molotov ni los gases lacrimógenos, sino solo las urnas.

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