Hugh Grant: «Los paparazzi no tienen piedad porque el botín es enorme»
El actor salpica por primera vez a «The Daily Mail» en su denuncia del acoso mediático ante la comisión que investiga el escándalo de las escuchas
La comisión que investiva «la ética y la cultura en la prensa» del Reino Unido, establecida el verano pasado a raíz del escándalo de las escuchas del «News of the World», llevará al estrado en su segunda semana de andadura a varios famosos que afirman haber sido espiados por los tabloides británicos. La primera «celebrity» en ser escuchada por el juez Leveson, encargado de dirigir la investigación, ha sido el actor Hugh Grant, uno de los más activos en la denuncia y persecución judicial de los excesos de la prensa amarilla, a la que se ha referido con un íntimo conocimiento de causa.
«Hay dos tipos de paparazzi, los que están en nómina de los periódicos, que pueden llegar a mostrar un mínimo de decencia en ocasiones, y los que trabajan por su cuenta. La policía cree que estos cada vez más son reclutado entre gente con antecedentes criminales, y no tienen piedad porque el botín es muy alto. Sospecho que son estos segundos los que seguían a la princesa Diana», ha diseccionado con seriedad y confianza el actor.
Grant ha empezado recordando como, tras el estreno de «Cuatro bodas y un funeral» en 1994, gozó durante un tiempo de la simpatía y «buena voluntad de los medios». Pero, durante una tarde entera de testimonio, ha repasado distintos incidentes al hilo de las preguntas del fiscal Robert Jay.
Funcionamiento cuasi judicial
La llamada «comisión Leveson», por el respetado magistrado que la dirige, es una investigación independiente sobre las malas prácticas en la prensa puesta en marcha por el parlamento británico a raíz del cierre del tabloide News of the World». Discurre en paralelo, y al margen, de las pesquisas policiales en curso por la comisión de posibles delitos, aunque funciona con ciertos elementos cuasi-judiciales.
Además de estar presidida por un juez, la sesiones discurren como si de una vista judicial se tratara. Los testigos se suben a un estrado y juran decir la verdad, y se someten a las preguntas de un fiscal, Robert Jay, que actúa siguiendo un cierto rol de acusación pública, y de los abogados de los medios de comunicación aludidos. El resultado final no será una sentencia, puesto que no se dirimen responsabilidades penales, sino un informe del juez Leveson con recomendaciones para una mejor regulación de la prensa.
Por primera vez, el actor Hugh Grant, vestido con elegante traje y corbata azul y con aspecto cansado -sin maquillaje y con ojeras-, ha apartado su batería de acusaciones de los medios propiedad de Rupert Murdoch, para cargar esta vez contra «The Daily Mail» y su versión dominical, «The Mail on Sunday». En febrero de 2007, este periódico a mitad de camino entre los tabloides y los diarios «serios» publicó que su relación con su novia de entonces, la escritora y periodista Jemima Khan, estaba en el aire por sus conversaciones nocturnas y «coqueteos» con una productora de cine «de voz melosa».
La mujer, según ha explicado el propio actor, resultó ser la asistente de una amiga de Grant, productora cinematográfica en Los Angeles. La dama de la voz melosa llamaba al actor para dejar el recado de que la ejecutiva quería hablar con él. «Es una mujer inglesa casada muy amable, y solía dejar mensajes cariñosos, o con alguna broma de ingleses, cuando quería que llamara de vuelta a su jefa. Tiene una voz melosa, sin duda», ha explicado el actor, determinado desde hace años a combatir las prácticas excesivas de los medios. «Me gustaría escuchar las explicaciones del "Mail on Sunday" de cuáles eran sus fuentes, si no eran escuchas», ha afirmado, disparando contra los editories del segundo periódico más leído del Reino Unido después de «The Sun».
«Los medios asediaban mi casa y estaban desesperados por algo de acción»
Grant ha explicado de nuevo sus sospechas de que los tabloides tuvieron algo que ver cuando alguien entró de forma ilegal en su piso en Londres en 1995, justo cuando el actor había sido detenido en Los Angeles con una prostituta. «Los medios asediaban la casa y estaban desesperados con obtener algo de acción», ha asegurado, tras recordar que un tabloide publicó en la época varias fotografías del interior de su apartamento londinense.
Más recientemente, «The Sun«, priopiedad del grupo Murdoch, y The Daily Express», un tabloide rival, publicaron información médica confidencial sobre el actor cuando, en marzo de este año, ingresó en urgencias en el hospital de Chelsea y Westminster tras un accidente leve de tráfico. Tras alabar que hiciera cola como el resto de pacientes, los diarios describían con detalle su estado -«mareado y con dificultades respiratorias»- al entrar en urgencias. «Es una técnica clásica de los tabloides, envuelven la historia en palabras bonitas hacia ti cuando han violado tu intimidad», ha explicado.
Los padres de Mily Dowler
El actor, reacio siempre ha hablar de sus hijos y de los hijos de sus parejas, ha explicado también numerosos incidentes en que los niños se han sentido presionados, y asustados. Una vez, una novia suya se detuvo en una gasolinera para repostar. «Les pidió a los paparazzi que se fueran porque los niños estaban asustados con los flashes, pero siguieron sacando fotos», ha explicado.
Por la mañana, han testificado los padres de Mili Dowler, la niña secuestrada y asesinada cuyo teléfono fue pinchado por Glen Mulcaire, el investigador a sueldo del News of the World». La madre ha explicado cómo recuperaron la esperanza de encontrar viva a su hija de 13 años cuando volvieron a escuchar su voz en el buzón de voz de su móvil, después de que el detective lo hubiera manipulado. No pudo dormir durante tres días después de conocer que el teléfono de su hija había sido intervenido.
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