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Comienza el juicio civil contra Strauss-Kahn en Nueva York por el caso de la camarera
La empleada guineana del Sofitel, que le acusa de abuso sexual, perdió el juicio penal, pero confía en lograr una indemnización con el civil
Comienza el juicio civil contra Strauss-Kahn en Nueva York por el caso de la camarera
Dominique Strauss-Kahn vuelve a estar en el ojo del huracán. Solo un día después de que el político y economista francés fuera inculpado formalmente por tres jueces de Lille de delitos de proxenetismo y proxenetismo en banda organizada, el nombre de Strauss-Kahn regresa a los tribunales de Nueva York .
Hoy tuvo lugar en un juzgado del Bronx la primera vista de la causa civil interpuesta por Nafisatou Diallo contra el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) . Los abogados del francés ya habían anunciado su intención de no acudir a discutir el caso, sino que se limitarían a pedir al magistrado Douglas McKeon, encargado de presidir el tribunal, el cierre de la causa. Para ello se ampararon en que, en el momento de los hechos, su cliente estaba protegido por la inmunidad diplomática que le confería su cargo al frente del FMI, como recoge un acuerdo suscrito por Naciones Unidas en 1947. McKeon de antemano explicó que daría a ambas partes la oportunidad de defender sus argumentos antes de tomar una decisión.
En la audiencia no estuvieron presentes ni Strauss-Kahn ni Diallo, la ex camarera del hotel Sofitel que acusó al francés de abuso sexual e intento de violación el pasado mayo.
Primer paso fallido
Tras tres largos meses, el 22 de agosto de 2011 el juez del Tribunal Supremo de Justicia de Nueva York, Michael Obus, retiró todos los cargos que la Fiscalía de Nueva York había presentado contra Strauss-Kahn, quien antes de que arrancase el caso se postulaba como futuro candidato socialista a la Presidencia de Francia.
Entonces nadie consiguió demostrar más allá de la duda razonable que Strauss-Kahn había utilizado la fuerza para mantener una relación sexual no consentida con Diallo, cuya credibilidad había quedado muy debilitada tras demostrarse que había mentido sobre una violación anterior y en su petición de asilo a Estados Unidos.
La decisión de Obus ponía punto y final al purgatorio que arrancó el 14 de mayo de 2011 cuando la policía de Nueva York bajó a Strauss-Kahn del avión que debería llevarlo de regreso a Francia porque Diallo, una joven guineana de 33 años empleada del hotel Sofitel de Manhattan, lo acababa de acusar de violación.
El primer encontronazo del francés con la justicia neoyorkina se saldó con una victoria para él y sus abogados, quienes desde el primero momento defendieron que la relación sexual que mantuvo con Diallo fue «consentida».
La vía civil
Ante los medios que quisieron acudir a escucharla, Diallo juró que el asunto no terminaría ahí. El caso que no había prosperado como causa criminal tendría que ser probado ahora ante el tribunal supremo del Bronx en el que su abogado, Kenneth Thompson, había presentado una demanda civil con la que buscaban una indemnización por daños y perjuicios .
«Pensando que era inmune a las leyes de este país, el acusado Dominique Strauss-Kahn intencionada, brutal y violentamente asaltó sexualmente a Diallo y en el proceso la humilló, violó y le privó de su dignidad como mujer», alega la demanda.
Precisamente será esa controvertida «inmunidad» la que defenderán los abogados del Strauss-Kahn. Si estos consiguen demostrar que en efecto el francés gozaba de tal privilegio, el caso habrá terminado. De lo contrario, comenzará un largo proceso que se puede alargar durante meses.
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