Colombia mantendrá la soberanía de sus siete grupos de islas en el Caribe

Después de once años de litigio, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) concedió a Colombia la soberanía en el mar Caribe de siete cayos del archipiélago de San Andrés -Albuquerque, Este Sudeste, Roncador, Serrana, Quitasueño, Serranilla y Bajo Nuevo- , que Nicaragua también reclamaba.

“Colombia y no Nicaragua tiene la soberanía”, señaló el presidente de la CIJ, Peter Tomka durante la lectura del fallo. “Durante decenios, Colombia ha actuado como soberano en esos cayos y ejecutado su autoridad soberana, sin oposición de Nicaragua", agregó.

El fallo de la CIJ, que es inapelable, se remonta a 1980, cuando Nicaragua dio por inválido el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928-1930 . En ese Tratado, los dos países firmaron un acuerdo que establecía el meridiano 82 como frontera marítima entre Nicaragua y Colombia, cuyas costas están separadas por una distancia aproximada de 400 millas.

El fallo era vital pues las aguas en disputa son zonas de gran riqueza pesquera y petrolífera . En 2002 los dos países tuvieron un fuerte enfrentamiento diplomático por la convocatoria nicaragüense de una licitación internacional para otorgar concesiones petroleras en aguas caribeñas bajo jurisdicción colombiana.

Como lo explicaba al diario El Espectador Sonia Pereira , la embajadora de la oficina que atiende los asuntos de Colombia ante la CIJ, muchos intereses se mueven en esta zona. “Hay una pesca artesanal bastante importante, sobre todo de langosta y caracol pala, y muchos pescadores artesanales de la isla de San Andrés derivan su subsistencia de estos recursos”. Pereira también destacó el tema geográfico pues esta zona suele ser una ruta clave para el narcotráfico. “Nosotros le explicamos a la CIJ la lucha que lidera Colombia en contra del narcotráfico y la experiencia que tenemos en el área", señaló.

No obstante, la CIJ también decidió que corresponde a Nicaragua las 200 millas de zona económica exclusiva de las aguas circundantes a los cayos de Quitasueño y Serrana , que quedan enclavadas en 12 millas náuticas de la soberanía colombiana. La decisión fue muy bien recibida en Managua, y llevó a muchos a considerar la sentencia como "salomónica".