Colecta masiva en internet para ayudar a Ai Weiwei a pagar su multa
El artista y disidente ha recaudado ya un tercio de los 1,7 millones de euros que le reclama Hacienda, pero el Gobierno amenaza con acusarlo de «acumulación ilegal de fondos»
Colecta masiva en internet para ayudar a Ai Weiwei a pagar su multa
Cegado por su autoritarismo, el régimen chino va camino de convertir al famoso artista Ai Weiwei en otro mártir de los derechos humanos y la democracia, como ya ocurrió cuando encarceló en 2008 al entonces desconocido disidente Liu Xiaobo y, de paso, lo hizo famoso propulsándolo hacia el Premio Nobel de la Paz.
En esta ocasión, el kafkiano proceso legal contra Ai Weiwei no sólo ha indignado a los artistas, galeristas, museos y coleccionistas de todo el mundo, sino que ha despertado en internet una corriente de solidaridad con el autor en la propia China.
Tras saberse la semana pasada que Ai Weiwei ha sido multado con 15 millones de yuanes (1,7 millones de euros) por la supuesta evasión de impuestos que le imputa el Gobierno chino, miles de donantes anónimos le han enviado ya un tercio del dinero para ayudarle a pagar dicha sanción.
Según explicó a la agencia France Presse uno de sus ayudantes, Liu Yanping, 18.829 personas habían recolectado para el artista 5,2 millones de yuanes (610.000 euros) hasta el mediodía de lunes.
Muchos han mandado su ayuda a través de giros bancarios o, de forma anónima para evitar represalias, en cestas entregadas en la casa del artista o incluso doblando los billetes con forma de aviones de papel y lanzándolos sobre su puerta. Por si fuera poco, en la oficina de correos aún quedan 776 giros postales por recoger.
«Esto demuestra que un grupo que quiere expresar sus opiniones está utilizando su dinero para elegir sus votos», aseguró a AP Ai Weiwei, quien insistió en que «en la era de internet, la sociedad tendrá su propio juicio y sus propios valores y la gente utilizará estos métodos para reexaminar la acusación de que he evadido impuestos».
Pero esta ola de apoyo que está recibiendo podría volverse en su contra. Tal y como informa el diario «Global Times», órgano en inglés del Partido Comunista, Ai Weiwei podría ser acusado de “acumulación ilegal de fondos”. Para detener esta colecta multitudinaria, el periódico ha advertido de que « el número de donantes es extraordinariamente pequeño en comparación con la población de China» y se ha preguntado si el artista necesita dicha ayuda teniendo en cuenta el caché de sus millonarias exposiciones en Londres, París o Berlín.
Seguidores en las redes sociales
Desde que el orondo y barbudo creador, de 54 años e hijo de un poeta represaliado durante la «Revolución Cultural», empezó a señalarse por sus críticas políticas y ácidos comentarios en Twitter, donde tiene más de 70.000 seguidores pese a la censura que bloquea esta red social junto a Facebook y Youtube, las autoridades no han parado de acosarlo . Hasta tal punto que llegó a anunciar su intención de emigrar a Alemania para continuar con su obra.
En 2009 tuvo que ser operado de urgencia después de que la Policía le golpeara en la cabeza por denunciar el derrumbe masivo de escuelas en el terremoto de Sichuan por su construcción con materiales de mala calidad debido a la corrupción reinante. Su estudio de Shanghái fue demolido en diciembre y en enero se canceló su primera gran exposición en China.
A principios de abril, fue arrestado en el aeropuerto de Pekín cuando se disponía a tomar un vuelo a Hong Kong y pasó casi tres meses detenido y sin apenas contacto con su familia. Aunque las autoridades anunciaron en su día que Ai Weiwei confesó su delito mientras estaba incomunicado y alejado de su abogado, sus allegados insisten en que no ha defraudado a Hacienda y que su persecución legal se debe a sus críticas al Gobierno.
El artista, que tiene de plazo hasta el 15 de noviembre para pagar la multa y los impuestos atrasados, ha asegurado que no abonará ni un yuan hasta que la Policía no le devuelva sus libros de contabilidad.
Alarmado por las revueltas a través de internet que han sacudido este año a los países musulmanes, el régimen de Pekín ha endurecido la represión y lanzado un serio aviso a la disidencia poniendo en la diana a figuras tan prominentes como Ai Weiwei.
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