Cameron acusa a Argentina de «colonialista» por reclamar Las Malvinas

El gobierno británico revisa su guarnición en las islas, cuando se cumplen 30 años de la guerra entre los dos países

Cameron acusa a Argentina de «colonialista» por reclamar Las Malvinas reuters

borja bergareche

El primer ministro británico, David Cameron, ha calificado hoy en el parlamento de «colonialista» la reclamación argentina de Las Malvinas (las Falkland en inglés), reavivando un conflicto del que se cumplen este año 30 años. «La clave es que defendemos el derecho de los habitantes de las Falkland a la autodeterminación, y l o que han dicho los argentinos recientemente se parece, en mi opinión, mucho más al colonialismo porque esa población prefiere seguir siendo británica , mientras que los argentinos quieren otra cosa», ha afirmado el líder conservador.

Cameron ha explicado en la cámara que el Consejo de Seguridad británico analizó el martes el estado de la guarnición en las islas. «Estoy decidido a asegurarme de que sus defensas y todo lo demás están en orden», ha asegurado. El «premier» se hacía eco de la preocupación existente en el estamento militar por el posible impacto de los recortes presupuestarios y de personal en las capacidades de las Fuerzas Armadas en escenarios remotos como el archipiélago autónomo de soberanía británica que conforman las Falkland, Georgia del Sur y Sandwich del Sur. Por primera vez en más de un siglo, el Ejército británico no supera los 100.000 soldados, el límite por debajo del cual es considerado una milicia de defensa y no una fuerza con capacidad de proyección global.

El llamativo gesto del gobierno británico anuncia un recalentamiento del conflicto diplomático cuando se cumplen 30 años de la guerra que enfrentó a los dos paíes en 1982, y que costó la vida a 649 soldados argentinos y 255 británicos , y que supuso la derrota de la dictadura argentina a manos de la Gran Bretaña de Margaret Thatcher. El estreno de la película sobre la Dama de Hierro avivará sin duda los recuerdos de un contencioso latente por la soberanía del territorio, reclamado desde entonces por todos los gobiernos argentinos.

Mercosur aprobó en diciembre impedir el paso a buques de Malvinas

La holgada victoria electoral de la populista Cristina Fernández de Kirchner anunciaba, según los analistas, un endurecimiento de la postura argentina. En efecto, el mes pasado Mercosur (el bloque comercial que agrupa a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y varios países asociados de la región) aprobó una resolución que pide a sus miembros impedir el paso o atraque de buques que lleven bandera de las Malvinas/Falkland . Una medida de presión que ha irritado a la diplomacia británica, y que puede tener un notable impacto económico en la economía de una isla que vive de la explotación pesquera.

Pesca, petróleo y el Príncipe Guillermo

La islas tienen una población de unas 3.000 personas, la mayoría de origen británico -pertenecen a Gran Bretaña desde 1833-, que gozan de una renta per cápita de casi 30.000 euros , lo que les sitúa en el puesto 35 del mundo según el anuario de la CIA. La agricultura supone el 95% de su PIB, y la venta de licencias de pesca, la pesca y las actividades relacionadas suponen el 60% de la economía local, que es autosuficiente con excepción de la Defensa, a cargo de Londres.

Argentina intenta presionar también en el frente pesquero, después de que el Consejo Federal de Pesca ampliara en dos meses la campaña del chipirón. Los calamares suponen el 75% de las capturas de las Malvinas -de hecho, varios buques españoles pescan en sus aguas-, y la medida permitirá a los pescadores argentinos capturarlos antes de su llegada a aguas territoriales de las Falkland. Una decisión que es percibida como una agresión por los británicos.

La concesión de licencias de exploración petrolífera por el Reino Unido en 2010 encendió también los ánimos , y los incentivos para controlar los recursos de unas aguas en las que se cree que podría haber hasta 500.000 barriles diarios de crudo. «Debe usted recordar a Argentina que perdieron la guerra», ha pedido hoy el diputado «tory» Andrew Rosindell, elevando un poco más las espadas.

El siguiente episodio ocurrirá sin duda cuando el Príncipe Guillermo comience en febrero una estancia de seis semanas en las Malvinas, dentro de su formación como piloto de combate. Un movimiento de alto perfil que agitará aún más las aguas.

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