El FBI califica el ataque contra el Capitolio de «terrorismo doméstico»
La Guardia Nacional llegó tarde al edificio por «restricciones inusuales» del Pentágono

El pasado 6 de enero los estadounidenses vieron en sus televisores y móviles cómo una turba de seguidores de Donald Trump invadía el Capitolio, destrozaba sus puertas y ventanas, agredía a las fuerzas de seguridad, profanaba la sede de la soberanía popular y montaba un ... intento trágico y bochornoso de insurrección. ¿Cómo puede pasar esto?, se preguntaba el país ¿Cómo la primera potencia económica y militar del mundo no puede defender su Congreso ante una turba que busca evitar que se certifique el resultado de las urnas en una elección presidencial?
Varias investigaciones legislativas tratan ahora de dar respuesta a esas y otras preguntas. En los últimos días, han pasado por el Senado altos cargos de las Fuerzas de Seguridad y del Ejército.
El martes, el director del FBI, Christopher Wray, dejó claro que los incidentes, en los que murieron cinco personas -entre ellos, un miembro de la policía- fueron un acto de «terrorismo doméstico». Wright, que fue en el cargo por Donald Trump, aseguró que se han detenido hasta ahora a 270 personas involucradas en el episodio, que seguirán los arrestos, y que el asalto al Capitolio está dentro de una creciente presencia del terrorismo doméstico en EE.UU. Según Wray, el FBI tiene ahora abiertas 2.000 investigaciones sobre este tipo de terrorismo, el doble que cuando él llegó al cargo hace tres años y medio.
Dudas sobre el dispositivo de seguridad
Los legisladores tratan de averiguar por qué no se diseñó un dispositivo de seguridad más fuerte en un día en el que se sabía que miles de seguidores de Trump se presentaría en Washington para oponerse a la certificación de Joe Biden como ganador de las elecciones, con una manifestación multitudinaria convocada por el expresidente con el lema ‘Parad el robo ’. Como se ha podido comprobar en los últimos días, las amenazas que la inteligencia detectó en redes sociales no fueron tomadas con suficiente seriedad.
Pero también hubo problemas en la reacción una vez comenzaron los incidentes, como se pudo comprobar en la sesión de ayer en el Senado. El compareciente estrella fue el general William Walker , al mando del contingente de la Guardia Nacional en el Distrito de Columbia, que engloba a la capital del país.
Walker explicó que las restricciones para actuar aquel día y la tardanza a la hora de recibir autorización para acudir al Capitolio retrasaron varias horas la llegada de la Guardia Nacional.
Según su relato, recibió a las 13.19 horas de aquel día una llamada del jefe de la policía del Capitolio, Steven Sund, que le pedía el envío de tropas ante los actos violentos de la turba ‘trumpista ’. Walker aseguró que se apresuró a contactar con el Pentágono para autorizar el envío y que tenía a 150 soldados listos , con los autobuses delante de sus instalaciones, para ser desplegados en el Capitolio. Según Walker, podrían haber contribuido a controlar la situación.
Autorización de Defensa
Pero el Departamento de Defensa no dio la autorización hasta las 14.32 y, por alguna razón que el propio Pentágono reconoció, no se comunicó a Walker hasta las 17.08. Diez minutos más tarde, ya estaba la Guardia Nacional en el Capitolio, donde los violentos habían campado a sus anchas durante horas.
Walker ese proceso de autorización se debía a restricciones «inusuales» para actuar aquel día, que no había tenido durante las protestas raciales del pasado verano tras la muerte de George Floyd, un hombre negro que murió a manos de la policía en Mineápolis.
Walker dio también su testimonio de una llamada a las 14.30 de la tarde con altos cargos de Defensa , en la que estos defendieron que el despliegue de tropas no daría buena imagen y podría «encender» los ánimos. Entre ellos estaba Charles Flynn, hermano de Michael Flynn, el que fuera primer asesor de seguridad nacional de Trump y que tras las elecciones de noviembre pidió al entonces presidente que impusiera la ley marcial y convocara nuevas elecciones supervisadas por el ejército.
El testimonio de Walker alarmó ayer a muchos senadores y podría impulsar la comparecencia de altos cargos del Departamento de Defensa, q ue ya no están en la Administración Biden, y del ejército.
Noticias relacionadas
- Trump reaparece este domingo entre la idolatría de gran parte de los republicanos
- Exonerado del 'impeachment', Trump ya planea su regreso
- Cinco abogados del equipo legal de Trump para el «impeachment» dimiten a poco más de una semana del juicio
- Los clamorosos fallos de seguridad que propiciaron el asalto al Capitolio de EE.UU.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete