El autor de la matanza en Noruega: «¿Puedo decirles algo a los afectados?»

El ultraderechista Anders Behring Breivik , autor confeso de la matanza de Utoya el pasado 22 de julio en Noruega, intentó dirigirse a los familiares de las víctimas durante la vista pública celebrada este lunes en Oslo, pero el juez se lo impidió. El tribunal, que ha decidido mantener a Breivik en prisión provisional otras doce semanas, le interrumpió también varias veces cuando intentaba justificar sus actos y elaborar un discurso político, ya que sólo podía hablar sobre su situación en la cárcel y su posición ante la cuestión de la prisión preventiva, objeto de la vista.

En su primera aparición pública tras los ataques, Breivik admitió la matanza pero rechazó declararse culpable. «Soy un comandante militar del movimiento de resistencia noruego y de los Caballeros Templarios de Noruega. En cuanto a la competencia de este tribunal, la rechazo al haber recibifo su mandato de organizaciones que apoyan la ideología del odio y promueven el multiculturalismo», aseguró Breivik ante el tribunal, añadiendo: «Reconozco los hechos, pero no me declaro culpable».

El juez levantó la prohibición inicial de hacer referencia a lo dicho en la vista, de la que no hay imágenes por orden de los tribunales. El ultraderechista acudió vestido con un traje oscuro, camisa blanca y corbata azul clara. Se trata de la cuarta vista sobre el caso desde su detención el mismo día de los atentados, pero con la novedad de que esta vez la corte de Oslo abre sus puertas al público , ya que así lo decidió el Tribunal Supremo, revocando dos dictámenes de otras instancias que habían dado la razón a la Policía, que apelaba al gasto excesivo de recursos en seguridad y a una nueva norma para permitirle participar por videoconferencia. De acuerdo con la instancia, no hay riesgo de que Breivik pueda difundir informaciones sensibles para la investigación y tampoco hay ningún indicio de que cuente con cómplices.

Breivik cumple hoy 16 semanas desde su detención. Hizo estallar el pasado 22 de julio un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo , donde murieron ocho personas, e inmediatamente después se trasladó a la isla de Utoya , a 45 kilómetros de la capital, donde disparó de forma indiscriminada matando a 69 personas . La mayoría de las víctimas de Utoya eran jóvenes que asistían al campamento de las Juventudes Laboristas.