El verdugo paquistaní que ha ejecutado a decenas de personas y «no siente nada»

Sabir Masih fue el primer verdugo de Pakistán que, tras siete años de moratoria de la pena capital, volvió a ejercer su oficio. Ese 19 de diciembre de 2014 Masih ahorcó a Mohammad Aqeel , un terrorista que había liderado un asalto a los cuarteles del ejército en Rawalpindi en 2009, y a Arshad Mehmood quien había sido condenado por el intento de asesinato en 2003 del entonces presidente, Pervez Musharraf.

El cese de las ejecuciones se había decretado en 2008, pero se recuperó en 2012, después de que el ataque talibán a una escuela matara a 132 niños . Pakistán recuperó entonces la condena a muerte para los casos de terrorismo. Desde entonces Masih ha ejecutado a cerca de 60 personas.

« Mi padre me enseñó a atar la cuerda bien, esto es parte de la tradición familira», cuenta Masih en una entrevista con la BBC . Aunque el verdugo asegura que cuando ve las caras de los hombres a los que va a ejecutar sabe lo que sienten, también asegura que lo que él hace es «simplemente un trabajo». «Es mi deber ejecutarlos», dice en la entrevista en la que también asegura que no siente nada.

El hombre recuerda su primera ejecución, en 2007, en la que lo único que le puso nervioso fue «hacer bien el nudo». «El vicedirector de la cárcel me dijo que no me preocupara. Me hizo hacer y deshacer el nudo varias veces antes de que llevaran al preso al patíbulo. Cuando el carcelero me hizo una señal con la mano para tirar de la palanca, me centré en él, y no vi al condenado caer por la trampilla».